La despedida de los Mayos de Navojoa de la Liga Mexicana del Pacífico
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- Publicado: Jueves, 22 Mayo 2025 17:20
- Escrito por Redacción
= Se mudan a Tucson, donde jugarán la próxima temporada
= Imposible superar la tormenta perfecta desde años atrás
= Malos resultados, paupérrimas entradas y pobre mercadotecnia
= Empresa difícil y con augurios nada buenos, por cierto
Eliminados los Tomateros de Culiacán de los “play offs” de la temporada 1972-1973 de la Liga Mexicana del Pacifico, Antonio Pineda Gutiérrez, subdirector de El Sol de Sinaloa -director, en los hechos-, me comisionó para viajar a la ciudad de Navojoa a dar cobertura periodística a la serie semifinal entre los Mayos de Navojoa y los Algodoneros de Guasave. Era mi primera misión como “enviado especial” y la emoción no me cabía en el pecho, sin importar lo raquítico de los viáticos a ejercer.
En la otra semifinal (lo recuerdo como si fuese ayer) Naranjeros de Hermosillo se enfrentaba a Yaquis de Obregón y allá también hubo presencia de El Sol, con José Roberto Riveros Santos, con quien hacíamos mancuerna en la sección deportiva de ese diario matutino, a cargo, por cierto del decano de la crónica hablada, el inolvidable Agustín D. Valdez.
En Navojoa, a donde llegamos tras un viaje de más de cinco horas por la vieja carretera federal número 15, a bordo de una destartalada unidad de la línea
“Transportes de Sonora”, la serie estaba pareja uno a uno, con unos Algodoneros de Guasave -dirigidos por Vinicio García – que se batían como los buenos en defensa del campeonato conquistado un año atrás, el único en su historia, a propósito. Los Mayos, buscaban apenas el primero, a su vez.
Arribo a media tarde a la ciudad; alojamiento en el único hotel de medio pelo; acreditación en las lóbregas oficinas del club y transportación al estadio “Manuel (Ciclón) Echeverría”, uno de los cuatro construidos por el gobierno de Faustino Félix Serna en el estado de Sonora, en fechas recientes. El más modesto de los cuatro, por cierto.
La división de resultados en Guasave en el fin de semana, había puesto la serie en lo máximo de sus decibeles. Entrada de miedo en el parque con capacidad para 5 mil aficionados; ambiente de primera -encabezado por doña Victoria Check Cinco, la seguidora número uno de los Mayos – y victoria sin contratiempos para la tribu, resultado que se ratificó en el cuarto partido y en el quinto también para enviar a Navojoa a la serie final (con Cesar “Oloroso” Gutiérrez al frente) en medio del delirio de sus simpatizantes.
Era apenas la primera serie final para los Mayos de Navojoa, tras su ingreso al circuito en la temporada 1959-1960. Era apenas la primera serie final para los Mayos de Navojoa, tras su ingreso al circuito en la temporada 1959-1960 y habría todavía once más -tres de ellas de manera consecutiva -; pero perdidas diez de estas doce, lamentablemente, para inscribir a los Mayos como el equipo con mayor número de fracasos en confrontaciones de índole titular. Navojoa solo ganó dos, en efecto: en 78-79 contra los Naranjeros de Hermosillo y en 99-2000, también frente al equipo de la capital de Sonora, a quienes barrió en solo cuatro juegos en la que fue la primera gran final del siglo XXI.
La última final fue la de la edición 2017-2018, ante los Tomateros de Culiacán. Se fueron hasta el séptimo partido, allá en Navojoa y al menos en tres ocasiones llegaron a ubicarse a tres outs del campeonato; las oportunidades, sin embargo, se les fueron de las manos y el máximo trofeo se vino a Culiacán, a cuyo alrededor celebraron Benjamín Gil y compañía, con contagiosa música norteña y humeante plato de menudo, en una pequeña fonda de los rumbos del “Mercadito”.
Fue lo último relevante para los Mayos. De entonces a la fecha, el fracaso ha sido su eterno y fiel compañero.
Así de sencillo.
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Y bueno.
Resultados de esta naturaleza terminan por destruir la fidelidad y el entusiasmo de todo aficionado, por mas firme que sea su convicción o el amor por sus colores. Nadie aguanta tanto. Ni siquiera los seguidores del “Cruz Azul”.
-Al arranque de toda temporada, ya hay un equipo eliminado: los Mayos de Navojoa -, nos comento una vez José Carlos Campos, hijo de nuestro siempre bien recordado Roy Campos Patterson y hermano del encuestólogo mas reconocido del país, Roy Campos Esquer.
Y en efecto, mal comenzaba una campaña y ya el estadio lucía vacío, con entradas promedio de 200 aficionados a lo sumo. ¿Qué hubo excepciones? Si; pero muy aisladas en el curso de la última década por lo menos.
Pobre asistencia; mercadotecnia rudimentaria y equipos sin brillo, dieron como resultado la tormenta perfecta.
Y se van los Mayos de Navojoa de la Liga Arco Mexicana del Pacífico.
Ya se veía venir.
Se van y es muy probable que por muchos años, para infortunio de la noble afición de la región del Mayo que si la hay. Crealo.
Imposible su sostenimiento para Victor Cuevas, el propietario principal, que ya no pudo cargar con los pesados gastos que implica contar con una franquicia en la Liga Arco Mexicana del Pacífico, así se cuente con todo el dinero del mundo.
Consummatum est.
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Bien.
De acuerdo con la información oficial, la franquicia de Navojoa se mudará a la ciudad de Tucson, donde jugará en el estadio “Kino Sports Complex”, seguramente con otro nombre, por aquello de despertar el sentido de identidad de los muchos aficionados al beisbol residentes en el estadio de Arizona. Un bautizo adecuado también será una decisión importante.
Así las cosas, la liga Arco Mexicana del Pacifico se internacionaliza, en principio; pero no será tarea nada fácil llevar la pesada carga a puerto seguro.
Hay infinidad de obstáculos a vencer.
De entrada, lo costoso de una operación en moneda estadounidense.
La gestión de visas, que deberán ser de trabajo, para todos los peloteros.
Y lo más difícil: despertar el entusiasmo por el equipo entre la fanaticada de aquella región, que deberá ser más exigente, con mucho, que la de Navojoa.
Y pues ¡buena suerte!
La van a necesitar.