= Un adverso 0-2 que visualiza panorama difícil

 

= De peores situaciones se han levantado los guindas

 

= Hasta ahora, serie de pitcheo predominante

 

= Manny Barreda y Bravo, en el tercero y cuarto juego

 

Los dos juegos, la verdad, pudieron haberse ido para cualquier lado. Como ganó Charros, bien pudo haberlos ganado Culiacán. El equilibrio de fuerzas es manifiesto.

Por eso, la noche del sábado próximo pasado, al concluir el segundo de la serie titular en el estadio Panamericano, de la ciudad de Guadalajara, Benjamín Gil, el manager de Tomateros ratificó su optimismo en el sentido de que la victoria, a final de cuentas, será para su equipo y vendrá, con ello, la etiqueta de tricampeón de la Liga Arco Mexicana del Pacífico.

En la conferencia de prensa, Benjamin Gil se veía ecuánimo, seguro, optimista.

-No pasa nada – dijo -. Ahora las cosas le salieron mejor a Roberto (Vizcarra) y aprovecharon nuestros errores, como lo fue la equivocación de Nick Struck en un solo pitcheo y el error del habitualmente seguro Jesús Fabela en el jardín central. Eso marcó la diferencia.

La serie por el titulo absoluto de la temporada 21-22 se mueve ahora al estadio de la Nación Guinda, donde se jugará lunes y martes y eventualmente el miércoles.

Para el tercero de la confrontación, Gil enviará al centro del diamante a Manny Barreda, quien es, por ahora, la mejor de sus cartas. Y para el cuarto se la jugará con el novato José Luis Bravo -de las mejores promesas del beisbol mexicano – ante las bajas de Manny Bañuelos y Edgar Arredondo, en su rotación de abridores.

Por lo demás, no se esperan mayores modificaciones.

Quizás con pequeños ajustes, la alineación será la misma del juego anterior en tanto la línea de relevos se mantiene descansada. Su trabajo, en realidad, ha sido formidable, a pesar de los dos descalabros iniciales.

Nos vemos, puntuales, en el estadio de la Nación Guinda, para apoyar, con todo al equipo de casa. Ahora lo necesita.

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Y bien.

La verdad es que la situación no es la deseable, ni tampoco la esperada. Se presupuestaba, por lo menos, un triunfo en El Panamericano; pero no se dio. Tampoco es como que Tomateros esté ya contra la pared.

El equipo bicampeón tiene capacidad de respuesta y lo ha demostrado en diferentes ocasiones.

La más reciente, apenas hace un año, cuando Tomateros estuvo abajo 3-1 en la final contra Naranjeros de Hermosillo y remontó distancias para adjudicarse el triunfo, con dos de ellos en el propio estadio Sonora, de la capital del vecino estado norteño.

Años atrás, en 1985, cuando viajó a Mexicali, en desventaja de 3-2, para ganar los dos últimos juegos en el nido de las Aguilas.

En semifinales y en otras instancias de postemporada, Tomateros también se ha topado con situaciones similares y ha sabido darle vuelta a las circunstancias. Por ejemplo, aquella semifinal contra Aguilas de Mexicali, en la que, con 3-0 abajo, alcanzó la victoria en los tres partidos siguientes para avanzar a la final.

Y así.

Hay que puntualizar y decir, sin embargo, que en series finales Tomateros nunca ha estado abajo 0-2, puesto que habitualmente suele regresar a casa con marca de 1-1, para mantenerse en la pelea. La situación, subrayamos, se a puesto difícil; pero no se trata de una misión imposible, ni mucho menos.

Tomateros de Culiacán es un equipo de carácter, con personalidad y competitivo. Ahora se presenta la oportunidad de demostrarlo de nueva cuenta.

Suerte pues.

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Bueno.

Los dos primeros juegos de la serie Culiacán-Jalisco han estado tan cerrados, tan herméticos, que ambos se han resuelto por la vía del elevado de sacrificio, para la producción de la carrera por la vía del pisa y corre.

En el primero, en la décima segunda entrada, fue el globo de Japhet Amador para empujar a Esteban Quiroz con la anotación que sembró a los Tomateros sobre el engramado del estadio Panamericano. Dio la impresión de que Quiroz emprendió carrera antes de que el jardinero Jesús Favela tuviera la pelota en su guante. Vino la apelación y el centro de monitoreo dio por bueno el registro del “Ponny”.

En el segundo, en la séptima ronda, el culichi Amadeo Zazueta abrió con una línea de hit entre jardines izquierdo y central; Favela llego con tiempo para el primer bote, pero la bola se le fue y rodó hasta el fondo de la pradera, en tanto Amadeo llegaba hasta el tercer cojín. Entonces, el emergente Agustín Ruiz elevó al centro; el tiro de Favela llegó de aire a la mascota de Alexis Wilson, pero Amadeo, parado, arribó primero, por fracciones de segundo, para la carrera de la diferencia.

Antes, Jalisco había remontado un 0-2, con jonrón de dos carreras del cubano Dariel Alvarez, el mismo que en 2020 reforzó a Tomateros de Culiacán. Tomateros tuvo otras oportunidades de anotar, incluso ante Roberto Osuna -el cerrador estelar -; pero todo quedó en meras aproximaciones.

A esperar el tercero y cuarto encuentro. No queda de otra…

Hasta aquí. Nos vamos ya. Cuídense mucho y que Dios los bendiga. Ahora y siempre…

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