= Par de serpentineros de calidad probada
= Gil mantiene altos niveles de optimismo
= Charros, a ley de un triunfo para la corona
= De peores situaciones se ha levantado Culiacán
La derrota del miércoles pasado – en el quinto juego de la serie final – bajó sustancialmente el ánimo de la Legión Guinda a juzgar por el ambiente sepulcral que se vivió en el parque de pelota; pero la pelea por el campeonato de la temporada 21-22 de la Liga Mexicana del Pacífico, aún no está definida.
Cierto, Tomateros está abajo 2-3 y la contienda se traslada, este viernes, al estadio Panamericano de la ciudad de Guadalajara, donde Charros teóricamente tendrá un elemento más a su favor, el de la localía; sin embargo, ese factor se disipa por completo cuando se juega bien al beisbol.
Y Benjamín Gil, además de su optimismo, todavía conserva dos grandes cartas, que le permiten mantener vivas sus aspiraciones campeoniles.
Uno de ellos, el norteamericano Nick Struck.
El otro, el Manny Barreda.
Se trata de dos pitchers confiables y competitivos, acostumbrados a esta clase de situaciones y poseedores del talento y la seguridad suficientes como para inclinar las cosas del lado de Tomateros de Culiacán. El optimismo podría sonar exagerado; pero es la realidad.
Struck, refuerzo obtenido de los Sultanes de Monterrey en el último draft, le lanzó muy buenjuego a los Charros, tal y como lo hizo desde la causa de los regiomontanos. De acuerdo, no ganó el partido, sin embargo se vio sólido en el centro del diamante, con un gran dominio de la situación imperante en esos momentos.
Y Barreda, por su parte, también lució enormidades en el tercero de la serie y con el apoyo de sus compañeros fue que logró la primera victoria guinda en esta serie final.
Los dos, lo pueden hacer de nueva cuenta.
Hay que puntualizar que ha sido una serie sumamente pareja, en la cual tres de los cinco partidos se han definido por la mínima diferencia y algo importante en extremo: ni la localía, ni la delantera asumida por Charros de Jalisco será un elemento determinante en el resultado final.
Ya lo verá usted.
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Por cierto.
Joey Meneses y Sebastián Elizalde, el uno-dos de Tomateros de Culiacán en la conquista de los dos últimos campeonatos, han estado por debajo de su ritmo habitual en la serie campeonil y esta podría ser una de las causas por las cuales el equipo guinda ha caído en situación complicada.
Meneses batea para .254 en lo que va del pley off, mientras que Elizalde se ha caído a un .246, que es muy pobre para lo que nos tiene acostumbrados.
Por su parte, el refuerzo Víctor Manuel Mendoza anda por los .250.
En realidad, Mendoza no lo ha hecho mal y hasta ha destacado en momentos relevantes; pero no hay que olvidar que se quedó a una sola milésima de conquistar el título de bateo individual, que le arrebató Tirso Ornelas en su último turno de la temporada. O sea: es un gran ofensivo.
Hasta el momento, el mejor de Tomateros es Emmanuel Avila -el octavo en el orden- con .320 y es el único sobre la cifra mágica. Alexis Wilson anda con .265 y Jesús Favela, con .263.
Debajo de .250, el resto de la alineación: Peña, Chávez, Wirkeson, etc.
Sin embargo es conveniente recordar que se trata de bateadores experimentados y confiables, con capacidad de recuperación en cualquier momento.
Perder la fe es lo último. Si hay vida, hay esperanza.
En sentido contrario, Charros tiene a tres bateadores por encima de .300: José Aguilar, Dariel Alvarez y Amadeo Zazueta. Y a dos, ahí, muy cerquita, apenas milésimas abajo: Christian Villanueva y Japeht Amador.
Un equipo, ciertamente, muy bateador y de largo alcance; pero no tanto como para que no se les puede dominar con un buen pitcheo.
Así de fácil.
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A propósito.
En una más de sus clásicas actitudes -que le generan el reconocimiento de los aficionados de casa y la antipatía del resto de las plazas – Benjamín Gil, el manager de Tomateros de Culiacán, se acaba de aventar una de las suyas:
-La de Anthony Vázquez no fue su última salida; él abrirá el primero o el segundo juego en Santo Domingo, en la Serie del Caribe.
Y bueno, fue su última salida como abridor, con Tomateros, pero Gil no lo descarta para un relevo en un eventual séptimo partido, en el cual Gil ya sabe con quien abrirá (Manny Barreda) pero no con quien terminará.
-Todos estarán disponibles – subrayo.
Típico de Benjamín.
Es su estilo, sin embargo, pero hay que reconocer que lo hace y le sale bien. No por nada ha dirigido a Tomateros en cinco series finales, de 2015 a la fecha. Y ha ganado cuatro ya, sin incluir la que está en desarrollo.
¿Qué os parece?
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Hasta aquí por hoy. Nos vamos ya. Cuídense mucho y que Dios los bendiga. Ahora y siempre…