= Para Benjamín Gil, sencillamente el mejor
= Jugador más valioso en la temporada 2020-2021
= Campeón de bateo individual en la 17-18 ¡con .380!
= En la campaña reciente, el tercer mejor ofensivo
= Lo mejor: aún le queda cuerda para muchos años más
Le recuerdo aquel turno en el quinto juego de la serie final de la temporada 2020-2021 contra Naranjeros de Hermosillo:
Era el cierre del octavo inning y Hermosillo ganaba 3 carreras contra 2. De mantenerse el marcador, Naranjeros se coronaría campeón de la Liga Arco Mexicana del Pacífico en el propio estadio de la Nación Guinda; pero el equipo de casa, contagiado por el liderazgo de Benjamín Gil, no estaba dispuesto a ser víctima de tan grande humillación. El ambiente estaba cargado de electricidad.
Ya había dos outs en el marcador y Jesús Fabela se movía inquieto y nervioso en la segunda colchoneta. Sebastián Elizalde, en contraste, se mostraba seguro y decidido en la caja de bateo. Fauleaba y fauleaba y la fanaticada, que llenaba el parque al tope de lo permitido por la restricción sanitaria, estaba, como se dice literalmente, al filo de la butaca. Elizalde terminó por ganar el duelo, al disparar candente rola de hit por entre primera y segunda, que aprovechó Fabela para descolgarse hasta el pentágono, a donde llegó no solo con las manos por delante, sino con todo el corazón por el frente, en medio del delirio de la multitud.
Elizalde, como lo ha hecho tantas y tantas veces en su condición del clásico pelotero “clutch”, volvía a vestirse con la túnica de héroe, ante el estallido de júbilo de una fanaticada que no aceptaba la idea de una coronación ajena y que abrigaba, de paso, la ilusión de una hazaña, ya en el estadio “Sonora” de la ciudad de Hermosillo.
Culiacán terminó por ganar ese juego, sobre el cierre del noveno capítulo -con sencillo productor de Michael Wing – y también ganó el sexto, en la capital de Sonora. Y también el séptimo, para adjudicarse, de manera sensacional, el campeonato numero 13 de su historia.
También se me viene a la mente, el racimo de 4 anotaciones que le armó Tomateros a Venados de Mazatlán en la primera entrada del séptimo duelo de la gran final de la temporada 2019-2020, aquí en la casa de la nación guinda, sobre los lanzamientos de Juan Pablo Oramas, en cuyo brazo estaban depositadas las esperanzas de todo Mazatlán para impedir el décimo segundo título para Culiacán.
Ahí, ya con dos outs, Elizalde bateó contra su banda y a base de piernas convirtió en doble un hit sobre el jardín izquierdo, que puso en ebullición a la fanaticada. El toletazo de Elizalde marcó la voz de ataque, porque Joey Meneses la metió por el callejón del left center, para poner las cosas 1-0. El refuerzo Dariel Alvarez conectó un batazo primo hermano del anterior (2-0) y Navarro cerró el explosivo ataque con un cañonazo que superó la cerca por lo más profundo del parque. Ahí Culiacán asumió el comando de las acciones y cuando la pólvora se disipó, ya ganaba 4-0. Marcador final: 11-0.
En ese mismo año, en semifinales, Culiacán perdía 2-0 ante Cañeros de los Mochis, aquí en casa, a lo largo de las primeras cuatro entradas. En la quinta, tremendo tablazo de Elizalde sobre la cerca del prado derecho igualó el score a 2. Y más tarde, en la octava, Guadalupe Chávez se acreditó doble contra Héctor Velázquez, que se tradujo en la victoria guinda y la clasificación a la gran final.
¿En cuantas de estas ha participado Sebastián Elizalde? En muchas más, desde su llegada a Tomateros en la temporada 2016-2017, luego de seis campañas con Naranjeros de Hermosillo. La memoria no da para tanto; pero las hazañas ahí están, plasmadas, en la historia guinda.
De los peloteros ya insustituibles para Tomateros de Culiacán.
Ni dudarlo.
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Sebastián Elizalde ha sido, entonces, parte medular en los últimos tres títulos para Culiacán: en la temporada 2017-2018, en la 2019-2020 y en la 2020-2021. Todas, bajo la dirección de Benjamín Gil, un manager que no escatima elogios para sus peloteros y en el caso de Sebastián no ha sido la excepción.
-Elizalde – lo dijo en su momento – no es de los mejores jugadores del beisbol mexicano. ¡Es el mejor!
Y caray.
Yo creo que tiene toda la razón del mundo.
Tan solo en la temporada recientemente concluida (2021-2022) Elizalde fue el tercer mejor bateador de la campaña, con un porcentaje de .336, que adornó con 6 cuadrangulares y 35 carreras producidas. El nacido en Guaymas, Sonora, un 20 de noviembre de 1991, solo fue superado por el .353 de Tirso Ornelas, de Mayos de Navojoa y el .352 de Víctor Mendoza, de los Yaquis de Obregón. Conviene tener presente, a este respecto, que el título de bateo se decidió no solo en el último juego, sino en el último turno de la campaña para estos dos grandes elementos del beisbol mexicano.
Y en la temporada 2020-2021, como para reforzar lo anterior, Elizalde recibió la nominación de Jugador más valioso, por lo cual se le concedió el trofeo “Héctor Espino”. Sebastián, en esa edición, cosechó un porcentaje de .282, que aderezó con 11 jonrones y 45 producciones. El sonorense le ganó la carrera a Sebastián Valle (Obregón), Japhet Amador (Jalisco) e Isaac Paredes (Mazatlán).
Hay que observar que esa campaña no fue precisamente la mejor para Elizalde. La más relevante, en números, ha sido la 2017-2018, cuando le atizó a la pelota al son de .380, para conquistar el título de bateo individual. Ahí marcó 5 jonrones, 95 dobles y 36 carreras producidas.
Nada mal: un campeonato de bateo y un MVP.
La estadística ofensiva, sin embargo, no es lo que define propiamente al guaymense. Existen muchas otras causas para definir su personalidad.
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Y bueno.
Cuando Benjamín Gil se refirió a Sebastián Elizalde como el mejor pelotero del beisbol mexicano, en los tiempos recientes, no se basó únicamente en sus cualidades ofensivas, que son, cierto, las más relevantes, pero hay muchas otras a considerar.
Este sonorense, originario de uno de los confines más beisboleros de México -como lo es el puerto de Guaymas – reúne otros atributos, que lo ubican como un estelar de la pelota nacional.
Elizalde es un gran defensivo, allá por las latitudes del jardín derecho, con un brazo de tal calibre, que no son pocos los corredores que ha puesto out en el pentágono o en la tercera almohadilla. Es también uno de los más rápidos en los senderos y ahí están también la cantidad de bases robadas en las últimas temporadas.
¿Quiere usted saber que es un pelotero clutch?
Aquí lo tiene usted.
Y aunque se trata de uno de los jugadores más demandados por el resto de las franquicias, seguramente lo veremos, con los colores de Tomateros de Culiacán, todavía por muchas temporadas más, en las que habrá nuevas y mayores satisfacciones para la gran afición de nuestra ciudad.
Todavía le queda cuerda… Para mucho rato.
¿No?