Sin quitarle ni ponerle

Morena y la corrupción

columna oswaldo villaseñor

Al analizar las encuestas hay un indicador que vale la pena ponerle atención. Es el tema de la corrupción.

 

La gente percibe, según resultados, que la corrupción en el gobierno, sea del nivel que sea, no se ha ido, ahí sigue. En pocas palabras, la gente percibe al gobierno de López Obrador como corrupto también.

 

Y no es tanto por qué no se castigó al expresidente Peña o algún funcionario del pasado. No, la gente percibe que la corrupción en el presente gobierno no se ha ido porque la enfrenta todos los días.

 

La gente dice que sigue recibiendo extorciones o pedida de mordidas por parte de la policía, que la policía sigue al servicio de la delincuencia, que tienen que soltar “gratificaciones” para la asignación de contratos públicos o realización de algún trámite oficial, que el gobierno federal sigue beneficiando mayoritariamente a los cuates y ahora ni chance de participar les dan porque no hay licitaciones para obras o compras etc.

 

Con esta realidad que vive la gente todos los días, se entiende por qué la guerra que viene o ya llegó, y que se empieza a librar todos los días a través en los medios de comunicación.

 

Durante los últimos días, la guerra de acusaciones de todos contra todos por presuntos actos de corrupción se ha recrudecido.

 

Algunos actores mostrando los casos de fuerte corrupción que se presentan en el Gobierno de López Obrador y en contra ataque, el Gobierno de López Obrador mostrando la corrupción cometida por personajes de gobiernos anteriores.

 

La guerra de lodo ha iniciado y la lucha por la portación de la bandera contra la corrupción, también.

 

1.-En la elección del 2018 la portación de la bandera anticorrupción, fue lo que marcó la diferencia entre quien ganó y quien perdió la elección.

 

López Obrador se apoderó la bandera anticorrupción y no hubo poder humano que se la quitara.

 

Por más intentos que hicieron los otros candidatos por mostrar a López Obrador como corrupto no pudieron. El 2021 depende precisamente de eso, de poder quitarle a López Obrador esa bandera mostrando que su gobierno es igual de corrupto a pesar de gritar todos los días en su mañanera que ya la está combatiendo y erradicando.

 

2.-Y es que en definitiva, hoy las cosas son diferentes al 2018. Hoy López Obrador está en el Gobierno y es su administración y sus funcionarios quienes empiezan a aparecer salpicados de casos de presunta corrupción en la que incurren.

 

3.-Hoy es la oposición y son los medios de comunicación, esos mismos que mostraron la corrupción en los Gobiernos de Calderón y Peña por poner solo dos ejemplos, los que también empiezan -en un acto de congruencia y profesionalismo-, a mostrar la corrupción en el Gobierno de López Obrador.

 

4.-Así, la única verdad al día de hoy, es que la corrupción no se ha ido y hoy tal parece que la lucha a librar ante los ojos de los electores, es ver quién de todos, es el más o el menos corrupto. Eso sí, todos quedan como corruptos ante los ojos de los mexicanos.

 

5.-Hace meses, en un trabajo de investigación hecha por un periódico nacional, se logró determinar que el Gobierno de López Obrador había gastado ya poco más de 90 mil millones de pesos en la construcción del aeropuerto de Santa Lucía, pero para esas fechas, ni siquiera habían iniciado las obras, pues los amparos promovidos por organizaciones sociales lo impedían. ¿Qué hizo el Gobierno de López Obrador para evitar entregar la información sobre el ejercicio de ese gasto por 90 mil millones de pesos?.

 

Algo muy socorrido por todos los gobiernos. Reservó la información por varios años para no entregarla. Eso sí, la sospecha y el tufo de la corrupción olió fuerte.

 

6.-En días más recientes, se divulgó resultados de la misma Auditoría Superior de la Federación que exhibieron casos de presunta corrupción en la Comisión Nacional del Deporte donde su titular es Ana Gabriela Guevara y finalmente no pasó nada.

 

7.-Lo mismo sucedió con la investigación que hizo el periodista Carlos Loret sobre el conflicto de intereses de una gran red de empresas propiedad de Manuel Bartlett y su florecimiento económico en la era Morenista y a pesar de mostrar documentación de todo, la titular de la Secretaría de la Función Pública y el mismo presidente López Obrador lo exoneró.

 

8.-También están las investigaciones periodistas sobre la vida de lujos que se dan los hijos de Napoleón Gómez Urrutía y los del mismo presidente López Obrador, quienes sin haber trabajado nunca, ahora aparecen convertidos en prósperos empresarios y viajando por el mundo entero en aviones privados. El nacimiento del nieto en un lujoso hospital del nieto, no se olvida.

 

9.-Recientemente se divulgó la compra de poco más de2400 camionetas que serán utilizadas como patrullas de la Guardia Nacional. El contrato asignado de manera directa a un solo distribuidor, fue por más de 1400 millones de pesos.

 

Desde luego no hubo licitación pública, ni siquiera licitación restringida. Nada. Fue asignación directa.

 

Otro caso de presunta corrupción al incumplir la ley.

 

10.-El más reciente escándalo de presunta corrupción, exhibe un jugoso negocio hecho al amparo del poder por nada más y nada menos que el jefe de la oficina de la presidencia, Alfonso Romo quien explota a través de sus empresas, importantes reservas de agua subterránea concesionadas a su favor, en la península de Yucatán.

 

11.-A esos hay que sumarle las compras de medicamentos sin licitar y muchos más que han sido expuestos de manera pública. ¿Es corrupto también el Gobierno de López Obrador? ¿A cuántos de los suyos ya exhibidos a castigado conforme a la ley?

 

12.-En contrapartida, el Gobierno Federal contra ataca con los casos de Yunes Linares, de algunos ex gobernadores, de Emilio Lozoya, de Rosario Robles etc.

 

Lo cierto, es que para el 2021, la guerra por ver quién se queda con la bandera anticorrupción ha iniciado. Hoy la desventaja ya es para López Obrador quien ha entregado más del 84 por ciento de los contratos de obras y compras a sus cuates y por asignación directa, sin licitar y eso aquí y en china es corrupción. Es violar la ley.

 

13.-A nivel local, no es la excepción. Desde hace meses lo hemos venido advirtiendo. Morena ya detectó donde está su principal filón político para poder presentarse con buena cara ante los electores. Está en el combate a la corrupción sucedida en el gobierno Malovista y van por ella.

 

14.-Morena ya visualizó que en el 2021 será el primer año de revisión de las cuentas públicas de los alcaldes de los 5 principales municipios de Sinaloa que son gobernados por Morenistas y las cuentas ya están muy exhibidas. No son buenas.

 

15.-La Auditoría Superior de la Federación ha colocado a Sinaloa como el Estado con el mejor manejo financiero del país, con casi cero por ciento de observaciones, pero le quedó un cabo suelto. No combatió y solapó la corrupción del pasado sexenio y Morena va por revivirlo.

 

16.- Insistimos, no es fortuito que la Auditoría Superior de la Federación, programe ya una auditoría especial a la Auditoría Superior del Estado y al desempeño de su titular Emma Guadalupe Félix para atender una denuncia presentada por parte de diputados locales quienes presumen que protege con su actuar a exfuncionarios de Malova y de paso también a funcionarios actuales.

 

17.-Morena quiere una bandera política y esa será la corrupción del sexenio pasado Malovista. Con ella también salpicará al actual y le pegará de manera indirecta.

 

En fin, esa es la guerra que viene o que ya llegó.

 

Habrá que estar pendientes.

 

PASO A PASITO.-El Gobernador del Estado, Quirino Ordaz estará de gira de trabajo por el municipio de Ahome. Supervisará la ampliación de un sistema de agua potable en San Miguel y de paso irá un rato a las jornadas de apoyo Puro Sinaloa al ejido Compuertas.

 

¿Ya habrá superado el alcalde Billy Chapman sus diferencias con el gobernador? ¿Le irá a cobrar lo que supuestamente le debe y le ha venido cobrando en público? ¿O ya le pagó?

 

Veremos dijo el ciego.