En la raya

El relevo de Rocha…..¿quién será?

columna joseluisEn el horizonte político de Sinaloa, la sucesión gubernamental que se llevará a cabo en 2027 se encuentra marcada por la incertidumbre y la consolidación del poder absoluto del partido Morena. Con Rubén Rocha al mando, el futuro sucesor o sucesora será, en buena medida, una decisión dictada desde el aparato de gobierno, lo cual plantea múltiples interrogantes sobre el rumbo del estado.

 

El contexto actual sugiere que, si las tendencias políticas no sufren alteraciones significativas hasta diciembre de 2026, el gobernador tendrá la prerrogativa esencial de elegir a su relevo. Uno de los aspectos cruciales en esta selección será el género del candidato, ya que de las 16 gubernaturas en disputa, la paridad de género obliga a que sean postuladas ocho mujeres y ocho hombres. Esto abre la puerta a la especulación sobre las posibles candidaturas femeninas, donde destacan figuras como Estrella Palacios, presidenta municipal de Mazatlán; Imelda Castro, senadora de la República; Graciela Domínguez, diputada federal; y Tere Guerra, diputada local.

 

Sin embargo, es fundamental señalar que ninguna de estas contendientes cuenta con una ventaja clara y definitiva sobre las otras. Cada una presenta fortalezas y debilidades que el gobernador deberá sopesar al momento de tomar su decisión. La elección de una mujer parece probable, pero también existe la opción de que Rubén Rocha opte por un hombre. Las cartas para este grupo incluyen a Julio Berdegue Sacristán, Enrique Inzunza Cazares, Juan de Dios Gamez Mendivil y Feliciano Castro. En cualquiera de los casos, el dedo decisivo será el del gobernador, lo que limita la capacidad de participación popular en un proceso que, idealmente, debería ser más democrático.

 

Por otro lado, el escenario se complica aún más al considerar la posibilidad de que una coalición social proponga al candidato o candidata, lo que podría alterar las dinámicas internas de Morena y abrir espacios para nuevas voces, presionando al gobernador a considerar posiciones menos ortodoxas.

 

Si miramos hacia la oposición, ahora en una posición más fragmentada que nunca, surge la necesidad de identificar quiénes serían los mejores representantes para desafiar a Morena. Si el escenario permitiera que la oposición postulara a una mujer, Paloma Sánchez y Erika Sánchez serían fuertes candidatas. Por el lado masculino, Sergio Torres y Mario Zamora podrían encabezar la lucha, aunque las posibilidades de una alianza social que los respalde son inciertas. La construcción de un bloque fuerte y cohesionado se presenta como un desafío monumental ante un Morena que ha logrado absorber gran parte del electorado.

 

En conclusión, la sucesión gubernamental en Sinaloa pinta un panorama donde la continuidad de Morena parece casi inevitable, a menos que cambios drásticos sacudan el escenario político actual. Rubén Rocha, con el bastón de mando en mano, tiene el poder de definir el rumbo del estado, y los próximos 18 meses serán cruciales para desentrañar qué decisiones tomará y cómo impactarán en el futuro de Sinaloa. Mientras tanto, la retórica electoral seguirá girando en torno a sus compromisos y capacidades, además de las alianzas que logre forjar. La historia está en desarrollo, y solo el tiempo revelará su desenlace.