La sensatez….de todos
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- Publicado: Lunes, 27 Enero 2025 07:24
- Escrito por José Luis López Duarte
Ayer vivimos un episodio político-social inédito en la vida de Sinaloa, cuando una muchedumbre indignada asalto prácticamente el palacio de gobierno exigiendo la atención de las autoridades, para dialogar, demandando justicia para los niños, gael y alexander, que murieron abatidos junto con su padre, al mismo tiempo exigir frenar y poner fin al clima de inseguridad y violencia que ha atrapado a Culiacán y buena parte de Sinaloa.
La rabia fue tan grande que en un largo recorrido los gritos de esa muchedumbre aturdieron la ciudad, culpando al gobernador Rubén Rocha y demandando su salida, para terminar, derrumbando puertas ante la incapacidad de la dirección de gobierno para establecer la atención que requería ese grupo social tan indignado.
No supo y no atino el subsecretario general de gobierno, construir una mesa de trabajo para dialogar la demanda de la familia de los niños y la indignación social generalizado que se patentizo en la marcha.
La marcha fue una mezcla de sentimientos de diversa índole y matriz, que ha provocado la violencia y la inseguridad que han convertido a la sociedad en rehén y víctima, y que le ha costado sangre, dolor, ruina y miedo.
Y cuando esas heridas se juntan la rabia y coraje inunda el cerebro de todos provocando una reacción iracunda que lo peor que puede hacer el gobierno, es cerrarle las puertas, no atenderlos y peor vejarlos.
Afortunadamente las cosas no pasaron de vidrios y las puertas rotas, con una atención que brindo el secretario general de gobierno que matizo y despresurizo la tensión, pero no hubo más que paliativos que no son más que contención para cuando llegue el próximo estallido si no se actúa con diligencia y a fondo.
La paz en Sinaloa urge y se tiene que construir con el gobierno de Sinaloa al frente, las medidas policiaco -militares que han operado ya llegaron a un límite de desgaste y que deja ver que esa ruta significa alargar más el conflicto y quizá derivar en algo más incierto que lo que ahora sucede, empeorando las cosas.
Por lo que, como sucede en todo conflicto y diferendo, se tiene que intentar la conciliación por que la ruta de la ruta de la extinción de los contrarios quien sabe que aguarde y cuanto más dure.
Con esta expresión social que se vivió este jueves en Culiacán, es una manifestación de agotamiento y cansancio ante lo que se está sufriendo por los ciudadanos, al mismo tiempo la contundente muestra, que rebaso al gobierno mismo y que lo obliga a reaccionar con urgencia ante la crisis de violencia.
¿Qué puede hacer el gobierno? Simplemente aplicar el sentido común, no querer simular una realidad que no existe, no se puede estar negando que tenemos severos problemas, como tampoco debatiendo con los que cuestionan su desempeño y peor aún con quien está resultando afectado, como han sido cientos de negocios y el dolor que sufren las familias por sus seres queridos que fallecen o desaparecen en la reyerta.
Nadie tiene una formula mágica para terminar con el conflicto, pero lo que más nos une a todos, es buscar que la sensatez prive en todos, empezando por el gobierno.