De acuerdo con el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE), el Solsticio de Verano 2022 entrará el 21 de junio a las 04:13 de la madrugada en hora del Centro de México, lo que marcará la llegada definitiva de la temporada veraniega.
La fecha de los solsticios puede cambiar de un año a otro, ya que es variable. El motivo es que el periodo orbital de la tierra no es exactamente 350 días, sino que el número exacto es 365,2425. Esto se compensa cada cuatro años con los años bisiestos.
De acuerdo con el portal Time and Date, el Solsticio de Verano de junio es el momento en que el Sol está directamente sobre el Trópico de Cáncer en el hemisferio norte. Esta es la latitud más septentrional que alcanza durante el año. Después del solsticio, comienza a moverse hacia el sur nuevamente.
El hemisferio norte está inclinado hacia el Sol en junio, por lo que recibe más luz solar durante el transcurso del día. En el mismo sentido, la inclinación del Polo Norte hacia el Sol es mayor en el solsticio, por lo que es el día más largo al norte del Ecuador.
En las áreas tropicales, el día más largo dura poco más de 12 horas, mientras que en la zona templada es más largo y en el Círculo Polar Ártico experimentan el Sol de Medianoche, cuando el Sol no se pone por la noche. En contraparte, el hemisferio sur sufre una suerte distinta.
El día del Solsticio de Verano es el día más corto del año en el hemisferio sur. El efecto es mayor cuanto más lejos está una ubicación del ecuador. Los lugares dentro del círculo polar antártico experimentan la noche polar, cuando el sol no sale en absoluto.
Durante un año, el punto subsolar, el lugar en la superficie de la Tierra directamente debajo del Sol, se mueve lentamente a lo largo de un eje norte-sur. Habiendo alcanzado su punto más al sur en el solsticio de diciembre, se detiene y comienza a moverse hacia el norte hasta que cruza el ecuador el día del equinoccio de marzo.
En el Solsticio de Verano, que marca el punto más septentrional de su recorrido, vuelve a detenerse para emprender su viaje de regreso hacia el sur. Así es como los solsticios obtuvieron su nombre: el término proviene de las palabras latinas sol y sistere, que significan “Sol” y “estar quieto”.
Inicialmente, el nombre surgió de las observaciones de cómo la trayectoria aparente del Sol a través del cielo cambia ligeramente de un día para otro, lo que es causado por el mismo proceso que el movimiento del punto subsolar descrito anteriormente.
FUENTE: msn.com