COLUMNA PALCO PREMIER DEPORTES JORGE LUIS TELLESok

 

= Ya vacacionaba; JML le fletó un avión especial

 

= Igual que en 1970, como lo hizo con John Morris

 

= Rodrigo demostró allá su indiscutible categoría

 

= Y cayó el segundo título para Culiacán en la caribeña

 

= Los pronósticos del alcalde Jesús Enrique Hernández Ch.

 

Con Tomateros de Culiacán en la serie del Caribe de 2002, que se escenificaba en la ciudad de Caracas, Venezuela, Juan Manuel Ley López, el presidente de la franquicia, repitió el mismo truco de la serie final de 1970, entre Tomateros de Culiacán y Cañeros de los Mochis.

Aquella vez -ya 50 años atrás -, John Morris, el caballito de batalla del manager Vinicio García, ya había regresado a los Estados Unidos, tras la victoria en el primero de la serie campeonil sobre el equipo esmeralda. Pero, cuando los Cañeros se acercaron 2-3, en el duelo, Juan Manuel Ley le envió a Morris un avión hasta una ciudad de California, para que regresara de inmediato.

Morris, precisamente, apareció en el sexto juego – aquí en el estadio “Angel Flores” – y realizó un soberbio relevo al cubano Pedro Ramos, cuando el rancho ardía, para preservarle a Tomateros un triunfo de 6-3, que representó el campeonato, a final de cuentas.

En febrero de 2002, en la capital de Venezuela, Rodrigo López (cerca de convertirse en un estelar de las Ligas Mayores) lanzó el primero de la Serie del Caribe contra los anfitriones del evento, Navegantes de Magallanes, quienes sorprendentemente cayeron ante los Tomateros, luego de un recital de pitcheo del serpentinero capitalino.

Luego de ese juego, sin embargo, Rodrigo regresó a Culiacán, para tomarse unos días de descanso, antes de reportar con su club de Grandes Ligas, Orioles de Baltimore. Tomateros tuvo una gran Serie del Caribe; pero, la víspera de su sexto partido, Juan Manuel Ley no pudo controlar su ansiedad y le pagó un vuelo especial a Rodrigo para que regresara (de Culiacán a Caracas) a hacerse cargo del duelo definitivo. Vaqueros de Bayamón, campeón de Puerto Rico, sería el rival.

¿Y qué cree, amigo lector?

La jugada le salió de nuevo a Juan Manuel, al pie de la letra: López le tiró un juegazo a Bayamón. Cubrió las nueve entradas, a lo largo de las cuales solo admitió 4 hits, para conducir a Tomateros de Culiacán al título de la Serie del Caribe 2002. Ya era el segundo para Culiacán y apenas el cuarto para la Liga Mexicana del Pacífico.

Fue el primer campeonato para México, que no cayó en un lapso de diez años, lo que rompió una especie de maldición. El primero se había logrado, en efecto, en 1976 (Naranjeros); el segundo, en 1986 (Mexicali); el tercero, en 1996 (Culiacán) y ahora este, en Venezuela, 6 años después.

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En ese partido – en cuya celebración, por cierto, se escuchaban muchas consignas tanto a favor como en contra del presidente Hugo Chávez -, Rodrigo López dio una demostración de su gran calidad, la misma que le había representado el título de la LMP a Tomateros, cuando, en la final, venció en dos ocasiones a los Venados de Mazatlán.

Y justo así comenzó, cortante, con un cero en el cierre del primer episodio, mientras que en la apertura del segundo, Tomateros hacía la primera carrera para tomar delantera de 1-0: Kitt Pellow abrió con rola al campo corto, que se convirtió en error de Alex Cora; Derrick White y Adán Amezcua -calificado como el Jugador Más Valioso de la Serie – ligaron sencillos y Pellow timbró, mientras Ray Martínez roleteaba para doble pley.

En la tercera ronda, una más: ya con dos outs, Roberto Vizcarra atizó doblete por el callejón del center-right y el refuerzo Jacob Cruz lo remitió a la registradora con una línea de hit por toda la raya de la tercera base.

Y mientras Rodrigo tejía su obra (al grado de retirar a 18 bateadores de manera consecutiva), en la séptima entrada, cuadrangular de Ray Martínez movió los cartones al 3-0 final.

López llegó entero al cierre del noveno episodio, en el cual sacó los dos primeros outs con lujo de facilidad, aunque Joel Chamellis le conectó hit, que mantenía vivos a los boricuas. Paquín Estrada, el manager, ni se inmutó. El propio Rodrigo se encargó de sellar el out 27, al asistir a la primera base, tras una rola de Alex Díaz, entre intermedia e inicial, fildeada sin problemas por Roberto Vizcarra.

Al consumar ese out, Rodrigo se quedó con esa pelota, misma que seguramente ocupa un sitio relevante en su sala de trofeos.

Había en el estadio una delegación de no más de 200 aficionados mexicanos, la mayoría de los cuales bajaron al terreno de juego, para celebrar el título junto a los peloteros, en medio del reconocimiento unánime de venezolanos, puertorriqueños y dominicanos.

La recepción, aquí en Culiacán, fue grande, entusiasta, tumultuosa; pero no comparable con la de 1996, que resultó inolvidable.

Adán Amezcua fue electo como el mejor cátcher de la Serie del Caribe 2002 y Rodrigo López, como pitcher derecho. A Jacob Cruz los cronistas lo distinguieron como el mejor bateador designado y a Todd Revenning, como lanzador de relevo. Paquín Estrada se quedó con el trofeo de mejor manager y Amezcua también recibió la distinción de Jugador Más Valioso.

Culiacán, como en 1996, tuvo números de cinco victorias y una derrota, en lo que fue, simple y llanamente, un éxito redondo.

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Algo más.

Un día antes de su partida, Juan Manuel Ley López les ofreció la cena de campeones a sus Tomateros de Culiacán, en las instalaciones del Casino de la Cultura. Presentes, como invitados especiales, el presidente de la Liga Mexicana del Pacífico, ingeniero Renato Vega Alvarado (ex gobernador de Sinaloa) y el presidente municipal de Culiacán, Jesús Enrique Hernández Chávez.

Ya en los consabidos discursos, Hernández Chávez no solo les deseó éxito a los Tomateros, sino pronosticó que, ocho días después, regresarían a Culiacán como campeones del Caribe.

Este columnista reconvino al popular “Chuquiqui”:

-No es 2006; México solo gana la Serie del Caribe cada diez años.

-¿Y que? ¿Acaso es una regla o un mandato divino? Van a retornar como monarcas a Culiacán.

Y sí.

Lo hicieron, seis años después del campeonato de 1996, en Santo Domingo, República Dominicana. En el inter, Tomateros conquistó el subcampeonato en 1997, en Hermosillo y en su Serie del Caribe, en 2001, aquí en Culiacán, ni tan siquiera logró la calificación a los “pley offs”.

Cosas del beisbol…

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