= Adrián Angulo, de Euronovedades, el protagonista
= Increíble, además, como cayó la única carrera
= Directiva de Liga aún no dice su última palabra
= Tomateros opciona a Romario Gil a Monterrey
La inactividad en la Liga JAPAC de beisbol – en la que todavía no hay un acuerdo definitivo – lleva al repaso de las páginas relevantes en la historia de este circuito y una de ellas, precisamente, se escribió en la temporada 2002, ya 18 años atrás.
Algo que ya quedó en el pasado. Lo que ya no se ve, desde que a los pitchers abridores se les comenzó a emplazar a “seis buenas entradas” y que del resto se encarguen los relevistas.
O ¿hace cuanto amigo lector, no ve usted a un pitcher lanzar un juego completo?
Pues bien.
Ese día, domingo 15 de julio de 2002, el joven veterano Carlos Adrián Angulo, del equipo Euronovedades Agrícolas, le pitcheó un total de 17 entradas a JAPAC y les colgó, él solito, 16 ceros consecutivos, hasta el desenlace en el décimo séptimo inning, el cual se produjo, por cierto, de una manera desafortunada para Adrián Angulo cuyo esfuerzo fue en vano al final, al perder ese partido.
Lo peor de todo es la manera en la que cayó esa carrera. Increíble.
En efecto, ya con dos outs, Angulo ponchó a Víctor Velázquez, para lo que tenía que ser el tercer out del episodio; pero el receptor perdió la pelota y Velázquez llegó a la primera base. Con la molestia, llegó el descontrol y en un abrir y cerrar de ojos se le congestionaron los senderos a Carlos Adrián, con pasaportes consecutivos para Rubén Servín y Joaquín Torrero.
Entonces, lo impensable: cuando bateaba Arturo Jiménez, Angulo intentó capturar, con el guante en su espalda, la pelota que le regresaba su receptor y ¡la perdió¡ Cayéndose y todo, Juan Carlos dobló al pentágono; pero su tiro llegó tarde y ahí terminó el encuentro.
JAPAC ganó, a final de cuentas, de manera sensacional.
Además de que esto es toda una historia, fue una verdadera lastima la manera en que Juan Carlos Angulo – y su equipo Euronovedades Agrícolas – perdió ese juego; pero así es el beisbol. No se respetó y el beisbol castigó con toda severidad.
Como esta, muchas vivencias en esta liga JAPAC, a las que nos remitiremos en estos tiempos de obligada inactividad.
¿Estamos?
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Por cierto.
Aún cuando todo parecía indicar que en el curso de la semana se tomaría una decisión, todavía sigue en suspenso la fecha para la reanudación de la temporada 2020 de la Liga JAPAC. Y más aún: se habla ya de una suspensión definitiva. Por este año, al menos.
Y es que, de manera extraoficial trascendió que tres de los nueve equipos que abrieron el torneo, habían llegado a la determinación de abandonarlo por esta campaña, ante lo poco atractivo que resulta el jugar sin gente en el parque y además para proteger la salud de sus jugadores, lo que, a final de cuentas, es lo más importante de todo.
Con todo y esto, la directiva de la Liga analizó la posibilidad de sacar adelante la temporada con seis equipos, lo que implicaría iniciar de nuevo, un rol de cinco fechas, con un play off entre los cuatro mejores; pero, al parecer, un cuarto equipo emprendió también la retirada.
Se entiende.
Y tienen justificadamente sus razones.
Otra situación a superar es que el ayuntamiento de Culiacán todavía no da luz verde a la reapertura de los espacios deportivos del municipio, aunque ya hay algunos avances en este sentido, a juzgar por las últimas declaraciones del alcalde de la ciudad, Jesús Estrada Ferreiro.
En fin.
Habrá que esperar unos días más para conocer la decisión definitiva, ahora más cerca de la suspensión que de la reanudación, en la que tanto se confiaba todavía en días pasados.
Pendientes.
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Por otro lado.
A pesar de lo incierto del panorama, los directivos de las diez franquicias de la Liga Mexicana del Pacífico, trabajan con toda normalidad de cara a la realización de su temporada número 76, a iniciarse el 12 de octubre venidero.
Y es en este renglón, precisamente, en el cual se llevan a cabo los movimientos de jugadores entre clubes, en lo que se ha registrado una actividad inusitada en los últimos días.
En fecha reciente, para decirlo con claridad, los Tomateros de Culiacán cedieron a los Sultanes de Monterrey al pitcher Romario Gil; pero solo en calidad de préstamo, por una temporada. A cambio, recibieron al jugador de cuadro Michael Wing, para cubrir presuntamente la tercera base, posición en la que Culiacán tuvo problemas durante la última temporada.
Hay que decir que Romario Gil es todavía una sólida esperanza; pero no ha concretado con Tomateros. Quizás le venga bien el cambio de aires.
Ojalá.
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A manera de colofón.
Hasta aquí por hoy, amigo lector. Con la fe bien puesta en Dios, a quien oramos todos los días, para que esta pesadilla termine de una buena vez. Por lo pronto, le pedimos que se cuide y le solicitamos la bendición del Señor en beneficio de usted y su familia.
Nos fuimos ya.
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