= Gil prometió siempre otro campeonato y lo cumplió

 

=Pese a la paliza de 11-0, la tensión imperó hasta el final

 

=Gran noche de Ramiro Peña; el MVP de la serie final

 

= Incierto panorama para la temporada 2020-2021

 

La derrota del 29 de enero, aquí en Culiacán, nos puso nerviosos a todos. Perder un sexto juego, en casa, tras tener ventaja de 3-2 en la serie, no era un buen síntoma precisamente. Luego de que la final se empató a tres triunfos por bando, el único que mantenía la ecuanimidad era el manager Benjamín Gil, quien siempre, en todo momento – aún en la etapa más crítica de la temporada – sostuvo que Tomateros sería el campeón de la campaña 2019-2020, de la Liga Mexicana del Pacífico.

Y es que Juan José Pacho, el manager de Venados de Mazatlán, había anunciado al ex ligamayorista Juán Pablo Oramas para el séptimo partido de la serie final. Oramas, precisamente, había vuelto a la vida a los Venados en el tercero – allá en el estadio “Teodoro Mariscal” – al conducirlos a su primera victoria de la confrontación y ahora se decía listo para el definitivo.

Por eso, en la conferencia de prensa de la noche del 29, los cronistas deportivos de Culiacán, dejaban transmitir su inquietud ante la efectividad de Oramas y así se lo plantearon a Benjamín Gil, quien con toda seriedad, respondió:

-¿Si? ¡pues ni que fuera Clayton Kershaw…!

Y en medio del barullo generalizado, añadió:

-Oramas es un buen pitcher; pero de ningún modo invencible. Si fuera tan bueno todavía lanzaría en los Estados Unidos. Les repito: ¡no es Kershaw!

En contraparte, los mismos periodistas expresaban su desconfianza en torno a la elección del zurdo Anthony Vázquez para el juego final. Anthony, que había llegado invicto en apariciones en postemporada, había fallado claramente en sus dos últimas salidas y es por eso que esta gran final se había extendido hasta su límite.

-Pero ¿Qué les pasa? – les reclamó Benjamín a los periodistas -: Anthony Vázquez es el mejor pitcher de la Liga y mañana va a lanzar un juegazo, para darnos el campeonato. Si gustan podemos apostar: doble contra sencillo.

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Jueves 30 de enero de 2020. Un nuevo record de entrada en el estadio Tomateros: alrededor de 25 mil personas se aglutinan por todos los rincones del parque. En la loma de pitcheo: Anthony Vázquez contra Juan Pablo Oramas. Séptimo de la gran final. Ambientazo. ¡De serie final!

Juan José Pacho, el manager de Mazatlán, tiene decidida su estrategia. Anotar primero, a como de lugar. Con eso pretende desinflar a Vázquez y a los 25 mil aficionados en el estadio.

Por eso, desde la primera entrada, ordena toque de sacrificio a su segundo bat, Edson García, para ubicar corredor en posición anotadora. Tensión en el graderío, cuando Mazatlán coloca gente en tercera y segunda, apenas en el inning inicial; pero Anthony hace gala de su experiencia para victimizar a Ricky Alvarez e Ismael Salas y salir ileso del ataque inicial.

Sobre el cierre, Oramas abre el partido con ponche para Rico Noel y obliga a Ramiro Peña a elevar al prado derecho; pero Sebastián Elizalde conecta un doble pegado a la línea de la tercera base y aquí comienza la pesadilla para Juan Pablo: Fabian Meneses le conecta doble por el left-center y Elizalde tiene la primera para Culiacán. Daniel Alvarez le atiza un batazo similar, por la misma dirección, y el marcador ya está 2-0 en favor de los guindas. La gente todavía celebra los tres dobles consecutivos, cuando hay otro tablazo, de Efrén Navarro, que vence la muralla del jardín central (cargado hacia el izquierdo), para un jonrón, espectacular, que amplía a 4-0 la delantera de Tomateros de Culiacán.

Así, temprano, se nulifica la estrategia de Pacho y el juego se pone, rápidamente, en la perspectiva del manager Benjamín Gil.

Oramas se recupera y saca en tres outs el segundo capítulo; pero en el tercero, es Ramiro Peña, quien la parquea por todo el jardín izquierdo, para mover la pizarra a 5-0 y poner ambiente de campeonato en el estadio Tomateros. Ahí se va Oramas, por cierto, para dar lugar a un desfile de seis lanzadores por el equipo rojo.

Para esas alturas, sin embargo, ya Tomateros está con todo y hay dos carreras más (7-0) en el cuarto episodio; una de ellas, con cuadrangular solitario del receptor Román Alí Salas, pegado al asta bandera del bosque izquierdo. Culiacán, muy cerca, del campeonato número 12.

Ya los miles de aficionados en el parque – y muchos más que siguen las incidencias a través de la radio y la televisión – celebran la coronación, lo que queda fuera de toda duda, cuando el sexto inning trae tres anotaciones más para los guindas: Solís y Chávez ligan sencillos y un encendido Ramiro Peña envía la pelota hasta lo más alto de las gradas de la pradera izquierda, para apuntarse un jonrón que da a aquello tintes de paliza: ¡10-0!

Y una más, en el séptimo inning, derivada de una falla defensiva del intermediarista Ramón Ríos, a roletazo de Efrén Navarro, para el 11-0 final.

En acentuado contraste, Anthony Vázquez le entrega seis entradas en blanco a Gil, quien hace bueno su vaticinio. Vázquez, hay que decirlo, tuvo problemas en casi todos los innings; pero la experiencia lo sacó ileso. Ya con ese 11-0, Gil cerró su obra al distribuir el trabajo final entre su tremenda línea de relevos: Derrick Loop, Sasagi Sánchez, Ryan Kelly y Alberto Baldonado, quien sacó el out número 27.

Aparentemente un juego fácil, por lo holgado del marcador; pero en la realidad no fue así.

A partir del séptimo capítulo, el publico dejó salir su expectación, al corear out por out, hasta el piconazo de Baldonado, para el ponche a Carlos Muñoz, que representó un nuevo título para Tomateros. Y lo amplio del score no le quitó un ápice de emoción. Cuando el out 27, aquello fue como un volcán en erupción.

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Y bien.

Para Tomateros de Culiacán su título número 12, que lo acerca a 4 de Naranjeros de Hermosillo, que se mantiene como el máximo ganador, con 16.

Para Benjamín Gil, el tercero, en cuatro temporadas como manager del plantel.

Y para la nueva directiva de Tomateros – Héctor, Marcos y Diego Ley López; Héctor y Miguel Angel Ley Pineda; Jaime Blancarte Pimentel y Mario Valdez – el segundo en cuatro años al frente de la franquicia más exitosa de la Liga Mexicana del Pacífico.

Lo que viene es incierto.

Existe la mejor disposición del circuito invernal en el sentido de celebrar su temporada 2020-2021, en los términos originalmente aprobados; sin embargo, todavía no hay una garantía absoluta. Y no la habrá en tanto nuestro país no recupere su estabilidad, tras estos meses cargados de incertidumbre por las razones que ya todos conocemos.

Confiemos, sin embargo, en que así sucederá.

Primero Dios.

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