= Y la participación de los Venados en el circuito invernal

 

= Estadio embargado; negociaciones sin acuerdos

 

= Deberá intervenir el gobernador Quirino Ordaz Coppel

 

= Se le agota el tiempo a la Liga Mexicana de Verano

 

Las viejas diferencias entre el actual presidente municipal de Mazatlán, el Químico Benítez, y la familia Toledo Ortiz no solo representan un riesgo para la Serie del Caribe Mazatlán-2021, sino también para la participación de los Venados de Mazatlán en la nueva temporada de la Liga Mexicana del Pacífico que teóricamente debe iniciar el 12 de octubre venidero.

En la actualidad, en estos momentos, los subcampeones de la campaña anterior carecen de estadio para jugar durante la nueva campaña. El “Teodoro Mariscal” está en calidad de embargo por la administración municipal de Mazatlán.

¿La causa?

Aparentemente un viejo adeudo del club con el ayuntamiento del puerto; sin embargo, los bien enterados sostienen que hay algo más: conflictos de antaño entre los Toledo y el actual alcalde de la ciudad.

Obviamente ya se han llevado a cabo los primeros intentos de negociación para ponerle punto final al conflicto; sin embargo no hay todavía acuerdos satisfactorios.

Dicen que al Químico le vale madre que Mazatlán se quede sin beisbol invernal y también sin Serie del Caribe; pero esto no es del todo cierto. No puede serlo cuando Benitez, mazatleco de pura cepa, comprende lo que significa el beisbol para la gente del puerto y lo que representa, por ende, una Serie del Caribe.

Quizás el señor Químico pretenda estirar la liga al máximo, para forzar la intervención del gobernador Quirino Ordaz y ponerle fin así a una problemática que, a nuestro juicio, tendrá que resolverse; pero que, por el momento, le ha metido mucho ruido a un tema que no es menor para la gente de Mazatlán.

Pendientes.

 

 

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Por cierto.

En recientes declaraciones a un medio de comunicación – de los de ahora, no de los de antes, que ya están en franco proceso de extinción – el presidente de la Liga Mexicana del Pacífico, Omar Canizales Soto, aseguró que ahora, como nunca, se trabaja a brazo partido en la organización de la temporada 2020-2021, que iniciará, subrayamos, en octubre 12.

En efecto, hay incertidumbre y muchas dudas en cuanto a la evolución de la pandemia que tiene paralizadas todas las actividades económicas del país; sin embargo, “lejos de cruzarnos de brazos, le metemos muchas ganas al asunto”, dijo.

Expuso, como ejemplo de ello, las muchas transacciones de peloteros entre diferentes equipos, como Sultanes de Monterrey, Yaquis de Obregón y los Venados de Mazatlán, motivados por la celebración de la competencia beisbolera del Caribe en territorio nacional. Estas franquicias han estado particularmente activas en las últimas semanas.

-Y es que cuando México va a ser sede de la Serie del Caribe, ganar el campeonato adquiere otra dimensión – dijo el titular del circuito invernal.

Hay que puntualizar que las últimas reuniones de la Mexicana del Pacifico se han desarrollado de manera virtual y es casi seguro que la próxima también se lleve a cabo bajo el nuevo formato. Quizás la de julio ya sea presencial.

Y así precisamente, de manera virtual, es como “hemos venido trabajando en los últimos meses”; pero, con el entusiasmo de siempre.

¿Qué os parece?

 

 

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Y bien.

Entre la directiva y los diez presidentes de la Liga Mexicana del Pacífico impera un sentimiento de marcado optimismo en el sentido de que si habrá beisbol de invierno y que arrancará en la fecha originalmente señalada.

Sin embargo, por aquello de un repunte otoñal de la pandemia, la LMP analiza otras alternativas que en su momento se darán a conocer, como un posible ajuste al calendario de juegos, por ejemplo.

Jugar, en principio, a puertas cerradas, está descartado, como está descartado también en la liga de verano.

Y es que en nuestro país, a diferencia de los Estados Unidos, los ingresos en taquilla representan una importante fuente de financiamiento, no como en el vecino país del Norte, donde derechos por transmisiones en televisión, promoción y publicidad, podrían sostener por si mismos los costos del espectáculo.

Hay optimismo, remarcamos, en la Mexicana del Pacífico.

Lamentablemente no puede decirse lo mismo del circuito de verano, donde las posibilidades se agotan en la medida que transcurren las semanas y no aparecen las condiciones apropiadas para volver a la normalidad. Un calendario muy corto, de tres o tres meses y medio, es ya, de hecho, la única opción.

Esto formará parte de los problemas económicos de Mexico porque mucha gente vive del beisbol: peloteros, directivos, trabajadores y patrocinadores; pero es la realidad por la que atraviesa el mundo entero.

Lamentablemente…

 

 

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A manera de colofón.

Un recordatorio: la cuarentena no concluye hoy, ni mañana, ni la semana entrante. Todavía nos faltan 20 días, a lo largo de los cuales tenemos que estar en casa, a no ser que se atraviese por ahí una necesidad ineludible.

Luego de estos 20 días, el confinamiento terminará. Es un hecho. Nadie puede permanecer tanto tiempo en calidad de enclaustrado.

Vendrán otras medidas, sin embargo, que hay que acatar, obligatoriamente.

Así que a cuidarse pues.

Y que Dios los bendiga.

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