COLUMNA PALCO PREMIER DEPORTES JORGE LUIS TELLESok

 

= México, EU, Japón, Corea del Sur, Taiwán y China.

 

= Ligas Mayores a punto de cancelar su temporada

 

= Y no se diga, la Liga Mexicana de Beisbol

 

= Pelotero con .750 en la Liga JAPAC: Navarrete

 

El plazo original para solventar la contingencia sanitaria fenecerÍa el miércoles 30 de abril; pero ya se adicionó otro que se extenderá hasta el 30 de mayo – ya en la tercera parte de la pandemia, en este país – y para nada es descartable la posibilidad de uno y quien sabe cuántos más. Malas noticias para la Liga Mexicana de Beisbol, cuya temporada 2020 está a nada de suspenderse por la razón que ya todos conocemos.

En su última reunión (virtual, por supuesto) la directiva del circuito de verano planteó tres posibles calendarios de juegos, en un desesperado intento por salvar la campaña. Uno casi normal; otro mediano y uno muy reducido. A estas alturas del partido, la tercera alternativa parece ser la más viable y puede que ni así.

Hay que tener en cuenta que, antes del arranque de cualquier torneo, los protagonistas principales – que son los peloteros – requieren de un periodo mínimo de tres semanas de entrenamientos, para poder ofrecer un buen rendimiento, a la hora de la acción.

Es decir: si en el mejor de los casos (lo que todos deseamos con ganas locas) el gobierno de México declara el fin de la contingencia el 30 de mayo, la temporada de la Liga Mexicana de Beisbol apenas y si pudiera comenzar en el curso de la cuarta semana de junio, para prolongarse, si mucho, hasta la última semana de septiembre – serie final incluida – por respeto a la Liga Mexicana del Pacífico.

Esto, sin embargo, no lo es todo. Trae consigo un par de escenarios. Tan malo uno como el otro.

Veamos:

Por un lado, que el levantamiento de la contingencia no representará, en automático, la normalización de la vida en nuestro país. Las restricciones continuarán buen tiempo todavía y entre ellas figurarán una limitante severa a formar parte de grandes concentraciones humanas, como lo son los juegos de beisbol.

Y por el otro, que la economía quedará tan lastimada que el aficionado no tendrá dinero suficiente para adquirir un ticket para el juego del día, ni mucho menos para apartar su butaca para toda la temporada. Si querrá ir, por supuesto; pero no podrá. Muchos no podrán.

Esta es la realidad, lacerante, dolorosa, inesperada; sin embargo es lamentablemente la situación actual de nuestro país.

¿De nuestro país?

De hecho es la misma situación en todos los países del mundo, donde se juega beisbol de manera organizada; entre ellos: Japón, Corea del Sur, China, Taiwán y Los Estados Unidos, sede de las Ligas Mayores, cuya temporada 2020 también está muy cerca de su suspensión definitiva. Si bien nos va: un reducido número de partidos a puerta cerrada, con apertura al público hacia el final.

Esto ya representa un escenario de crisis gravísima al interior del mundo del beisbol, tanto para los dueños de las franquicias como para los anunciantes y para los peloteros, por supuesto, que dejarán de percibir las grandes ganancias, fruto de su profesión. Pero en el torbellino van todos. De esa no escapa nadie.

¿Y sabe que es lo peor?

Que en este lado del mundo, ni tan siquiera se percibe un leve rayo de esperanza al final del túnel: en los Estados Unidos, las infecciones no dejan de crecer y aquí igual quizás hasta peor, comparativamente hablando. Necesariamente habrá que dejar transcurrir todo mayo y a final de ese mes veremos si aparece por hay alguna solución. Acorde a la realidad, desde luego.

Ojalá.

 

= SUSPENSO EN LA MEXICANA DELPACIFICO =

Y bien.

Bajo esta óptica, también hay riesgos para la temporada 2020-2021 de la Liga Mexicana del Pacífico, con todo y su Serie del Caribe, prevista para febrero del año entrante, en el puerto de Mazatlán.

La nueva edición del circuito invernal – que tuvo grandes resultados durante la campaña reciente – está programada para iniciar el 10 de octubre próximo.

Y hasta ahora se mantiene así. Con esta decisión.

Digamos que, independientemente de lo que suceda con el beisbol de verano, si hay posibilidades de que se cante el “pley bol” en la fecha señalada; sin embargo, quizás las condiciones no sean las mejores, en cuanto a la respuesta de la afición.

Aquí viene, de nuevo, el aspecto económico porque el éxito de las principales franquicias radica precisamente en la venta de butacas para toda la campaña. Y hay dos cosas, también, estrechamente relacionadas una con otra: la posible insolvencia de los aficionados para la adquisición de espacios por adelantado y las restricciones que podría implementar el gobierno mexicano, en cuanto a las concentraciones de personas.

En suma: un panorama complejo, que se agudiza día a día y cuya posible solución todavía se ve bastante lejos. Cuando menos en el mes de mayo.

Así están las cosas. Lamentablemente.

 

= JOVEN CON .750 DE BATEO EN LA JAPAC =

Por cierto.

A nivel local, también está en riesgo la Liga JAPAC de beisbol, cuya temporada tuvo que suspenderse, tras su cuarta jornada, apenas. Quedo un equipo, como líder invicto: Teike Pallets, con marca de 4 victorias sin derrota.

Aquí tampoco se ha tomado una decisión; antes bien, liga y patronato deportivo de la empresa paramunicipal coinciden en que, de un modo u otro, se jugará el resto de la campaña.

En una sola vuelta, con calendario recortado, a lo mejor.

La temporada se reanudará y concluirá, dicen.

Y aquí se presenta la ocasión para ponderar un caso: el del joven Luis Ramón Navarrete, que milita en el equipo anfitrión, quien, literalmente, ¡quemaba la Liga! hasta el momento de la suspensión. El angelito, originario de Villa Angel Flores – por eso le apodan “El Palmas” – le daba a la canica al ritmo de un impresionante .750 y pintaba, obviamente, para el campeonato de bateo individual.

Muchas ilusiones, muchos deseos de jugar a la pelota, también quedaron truncos en la liga JAPAC. Esperamos y confiemos en su reanudación.

Y hasta aquí por hoy.

Como lo digo en todos mis espacios periodísticos: cuídense mucho – ahora más que nunca – y que Dios los bendiga.

¿Estamos?