= Marchaba con saldo de 8-0, hasta el lunes pasado
= A pesar de todo, logró una salida de calidad
= Manny Bañuelos, Arredondo y Barrera, en LM
= Juego que se pudo haber ganado: Benjamín Gil
Anthony Vázquez sufrió, el lunes pasado, su primera derrota en postemporada, desde que defiende la causa de Tomateros de Culiacán. Llevaba marca de 8-0, hasta esa desafortunada salida, que provocó su primer descalabro en la Liga Mexicana del Pacífico, en las instancias de “play off”.
Esa versión de Vázquez, evidentemente, no fue la mejor; pero tampoco fue la peor. A final de cuentas una labor de esas que llaman de calidad al lanzar seis entradas, con saldo de tres carreras limpias. Fueron cuatro; pero una, más sucia, que el alma del mismo Diablo.
Engañosa la salida, eso sí. Una primera entrada mala y una tercera peor. Daba la impresión de que los artilleros de Los Mochis se lo comerían vivo, en un encuentro que pintaba, de arranque, para una paliza de escándalo en pleno feudo guinda; sin embargo, no ocurrió así. Anthony mejoró enormidades; la línea de relevo de Culiacán mantuvo su nivel y a final de cuentas, Tomateros estuvo a nada de una gran remontada. Un 4-0 que terminó en un 4-3.
Y Cañeros tuvo que echar mano de su mejor carta, desde el octavo inning, para evitar un susto mayor, al mandar a la lomita a Héctor Velázquez – refuerzo tomado de los Mayos de Navojoa -; pero el sobresalto lo tuvieron de todos modos porque Joey Meneses recibió a Velázquez con un cañonazo por todo jardín central, a la que Castro le hizo la gran faena.
Ya en la novena, Héctor Velázquez retiró en tres (todavía con estadio lleno) y preservo la victoria para los verdes, para decretar la igualada en la serie a un triunfo por bando.
Anthony volvería a la lomita de las responsabilidades el próximo domingo, aquí en Culiacán, si la serie, como pinta, regresa al estadio de la Nueva Nación Guinda. De ser así, ni duda cabe que Vázquez se sacará una daga que trae hasta lo más hondo de su pecho. Sabe que no fue su mejor noche; pero que con esa labor hubiese sido suficiente para ganar en otras circunstancias.
Ya lo veremos.
= SE PUDO GANAR; SIN DEMERITAR A CAÑEROS =
Y bien.
Obviamente que a nadie le gustó la derrota del lunes pasado porque quedó en el ambiente – sin demeritar a los Cañeros – la impresión de que fue un juego que, aunque complicado, se pudo haber ganado y con esto avanzar dos pasos más en el camino hacia la gran serie final.
Y si a nadie le gustó el resultado, menos al manager Benjamín Gil que sentía la necesidad de honrar con un triunfo la memoria de Leo Valenzuela, coach del equipo guinda, fallecido súbitamente cosa de seis horas antes del partido. Había una razón adicional para pelear out por out y en realidad así fue; pero a la postre no se dieron las cosas en la medida de los deseos del timonel de la embarcación.
Gil recriminó una decisión del ampáyer principal en el mismo primer capítulo, que influyó en el ataque inicial de par de carreras y que, a final de cuentas, marcaron la diferencia entre la victoria y la derrota. Ponderó la paciencia de Anthony Vázquez para soportar el vendaval y aplaudió el espíritu de lucha de sus peloteros.
De acuerdo con todo.
Hoy la serie estará en la ciudad de Los Mochis, en cuyo estadio (“Emilio Ibarra Almada”) hay tres juegos asegurados. De aquí hasta el viernes. Tomateros deberá ganar uno, cuando menos, para asegurar el regreso a casa y hasta dos, para volver con un espacio de tranquilidad.
Benjamín Gil va con el ligamayorista Manny Bañuelos, el prospecto de Gran Carpa, Edgar Arredondo y el indómito Manny Barreda. Su tercia de ases.
Con Anthony inhabilitado para lanzar en Los Mochis, Gil contará, de cualquier manera, con sus mejores brazos para alcanzar los triunfos necesarios para el retorno a Culiacán y a juicio del columnista lo logrará a final de cuentas.
Cañeros, cierto, es un equipo bateador y peleador, que no deja de luchar un solo momento; pero es inobjetable que el poder y la ofensiva de un equipo se contrarresta con la calidad en el pitcheo, que es lo que tiene Culiacán en grandes cantidades. Ahí está, como usted puede observarlo, una línea de relevistas, con suficiente capacidad como para conservar la ventaja de su pitcher inicialista, sean grandes o pequeñas las diferencias.
Y Tomateros tampoco está manco en su bateo. La incorporación del cubano Dariel Alvarez, campeón en cuadrangulares con los Charros de Jalisco, que da la profundidad de la que
padecía el line up de Tomateros. Ofensivos como Joey Meneses, Sebastián Elizalde, Ramiro Peña y Rico Noel, no pueden pasar inadvertidos bajo ninguna circunstancia.
En el balance final, vemos mejor a Culiacán, con mejores expectativas para calificar a la serie final; pero, bueno, nadie puede garantizarlo, excepto Dios, que está muy ocupado con tanto pecador como para convertirse en cazador de apuestos; pero bueno.
Un pronóstico únicamente.
Solo eso.
= DOLOROSO REVES ROJO EN OBREGON =
Por otra parte.
Venados de Mazatlán sufrió dolorosísimo revés en el arranque de su serie, en el estadio “Tomás Oroz Gaytan” de Ciudad Obregón, el pasado domingo. Hasta la octava entrada, le ganaba 4-0 a esa máquina de jugar beisbol que son los Yaquis de Obregón; sin embargo, le empataron ahí mismo y le ganaron en el décimo capítulo.
Una derrota de esas que duelen, la verdad, que quitan el apetito para cenar y también el sueño, durante la noche.
La neta.
Sacarle un juego a los Yaquis en su propio feudo hubiese sido grandioso para los Venados; pero bueno, fracasó el relevo – entre ellos, el ex guinda Arturo Barradas – y a final de cuentas, los rojos regresaron al puerto con un saldo de dos derrotas sin victoria. El lunes fueron pan comido para la insaciable tribu, a pesar de no contar con Luis Urías, su pelotero estelar.
Complicado panorama para los Venados; pero, bueno, todavía no están perdidos. Todavía hay mucha vida y también esperanza e ilusión.
El juego de hoy es clave para Mazatlán.
Y es así, en resumidas cuentas, como se desarrollan las semifinales de la temporada 75 de la Liga Mexicana del Pacífico, que acaparan la atención de la fanaticada beisbolera porque de aquí surgirá nuestro representante a la Serie del Caribe 2020, en San Juan, Puerto Rico.
La gran final, pase lo que pase, arrancaría el miércoles 22, en una sede todavía no definida.
Ya veremos.
Y hasta aquí por hoy. Nos vamos ya, con nuestros deseos de siempre: que Dios los bendiga.