columna oswaldo villaseñor

En el Presidente López Obrador se encuentra ya desesperado. Se podría decir que ya padece de tener visiones y ve fantasmas que lo acechan.

No solo es la forma como reaccionó ante los representantes de los medios de comunicación cuando lo cuestionaron por sus propias contradicciones en el caso Culiacán.

El borde del desesperó apareció ayer y él mismo lo propició. Mediante un tweet, el Presidente López Obrador deja entrever la posibilidad de ser objeto o víctima de un golpe de estado y advierte que su base social que lo apoya no lo permitirá.

¿Pero porque el Presidente López Obrador pareciera ver fantasmas y prevé la posibilidad de ser objeto de un golpe de estado?. ¿Es real esa posibilidad cuando apenas en la semana desestimó y dijo que no hay mala relación, menos ruptura con el Ejército?.

Si bien es cierto, el discurso del general Gaytán, quien advierte una preocupación por el rumbo de polarización social que lleva el país no es cosa menor, lo cierto también, es que advertencias sobre el rumbo equivocado para la nación –no para su aspiración personal de concentración de poder- ha habido y de sobra.

En esta ocasión, el Presidente pareciera intentar aprovechar un caso adverso y volverlo a su favor.

¿Razones para poner él mismo el tema de un posible golpe de estado en la mesa de las discusiones?.

Si las hay y la más fuerte la ha desatado precisamente el caso Culiacán.

Veamos por qué.

1.-En cada una de las otras crisis que ha tenido el Gobierno de López Obrador y que amenazan su popularidad y rumbo de la 4T, el Presidente ha sido reiterativo en la única fórmula que le da respaldo social. Detener y enjuiciar a un personaje del pasado por acusaciones de corrupción.

2.-Con el caso Culiacán, ésta fórmula ya muy trillada, ya muy vista, no le ha funcionado al Presidente y menos cuando ya hay constancia social de que solo ataca a los del pasado y protege a los suyos.

En medio de la crisis por incapacidad probada por ellos mismos con el operativo fallido y posterior liberación de Ovidio Guzmán, la Presidencia ha sacado a la luz pública varias “cajas chinas” o temas de distracción mediática y social y no le han funcionado.

3.-Primero que fue anunciar que el ex líder petrolero Carlos Romero Deschamps es buscado hasta con la interpol para que pague delitos de corrupción y nada que pudieron desaparecer el tema Culiacán.

Luego vendría el caso de la detención de Karime Macías, ex esposa de Javier Duarte, ex gobernador de Veracruz y considerado el villano favorito del sexenio de Peña; y nada que el tema Culiacán sigue ahí.

4.-Lo cierto es que el Caso Culiacán sigue ahí, no solo por los constantes errores de comunicación y contradicción en las muchas narrativas o versiones que se han socializado tratando de aclarar lo que sucedió el jueves 17 en Culiacán, sino por las fuertes presiones internacionales que se le vinieron encima a un Presidente que puso de rodillas al Estado Mexicano ante un cártel del Narcotráfico.

5.-El Gobierno de López Obrador en lugar de reconocer sus fallas y aplicar sanciones o correctivos a quien corresponda, pareciera que ha querido salir avante tratando de corregir el error de origen que fue el operativo montado, con otros errores que le han ido complicando la situación y percepción social nacional e internacional sobre la capacidad de gobernar este país.

6.-El operativo para la captura de Ovidio Guzmán fue fallido según palabras de Alfonso Durazo. El error y falta de capacidad aparece en escena.

Luego liberan a Ovidio motivado por las condiciones de seguridad que se crearon al convertir a Culiacán en una zona de guerra donde las fuerzas armadas y del orden, fueron superadas por el Ejército de plebes del narco.

Otra vez aparece el error legal y político por la liberación de Ovidio y la falta de capacidad para enfrentar a un cártel.

3.-Luego el Presidente en una estrategia mediática de intentar convertir su debilidad en una fortaleza, se muestra como un héroe nacional por supuestamente salvar las vidas de los culichis que su mismo gobierno puso en riesgo por la incapacidad mostrada.

Otra vez aparece el error de intentar “venderse” como humanista o salvador de vidas, cuando la incapacidad de garantizar la seguridad de sus gobernados lo rebasaba y de paso sin advertir los problemas políticos que su falla de origen le provocaba y de paso los problemas jurídicos que hay que enfrentar por ordenar o avalar -según sus propias palabras- la liberación del joven capo reclamado por Estados Unidos.

4.-Ante tanto error cometido y la percepción de incapacidad que se gesta en la sociedad de un presidente carente de temple para gobernar bien este país, se da la famosa explicación de la verdad-verdad- del caso Culiacán que terminó por complicar aún más la situación.

5.-En su momento lo dijimos. La difusión del video donde muestran que sí detienen a Ovidio Guzmán y lo someten –o sea si tuvieron la capacidad de detenerlo y se ordenó su liberación posterior porque el presidente ponderó salvar vidas de la gente inocente- terminó por ponerle la soya al cuello al gobierno de la 4T.

6.-En lugar de apuntalar la estrategia mediática y la narrativa presidencial de ser un héroe salvador de vidas, echó por tierra todas las versiones anteriores y de pasó terminó siendo una prueba fehaciente y contundente de una responsabilidad legal que ahora hay que enfrentar por soltar a un delincuente y de paso terminó siendo la prueba de la doblegada del Estado Mexicano y del Gobierno López Obradorista ante el Narco.

Aparece otro error de comunicación y estrategia política que habría que corregir.

7.-¿Pero que creen?. Semejantes errores que ponen en el banquillo de los acusados al propio Presidente por asumir la responsabilidad de salvar la crisis política, social y jurídica que enfrenta su gobierno, lo intentaron salvar con otro grave error.

8.-En su afán de dar un responsable que se “coman los leones”, el Presidente ordenó dar a conocer el nombre del militar quien supuestamente fue el responsable del operativo fallido y quien ordenó actuar en la detención y liberación de Ovidio Guzmán.

9.-El dar a conocer la identidad del militar no solo hizo ver a un presidente deshumanizado –versión contraría a la que intentó sembrar- por poner en riesgo la vida de este y la de su familia con tal revelación, sino que además, agrandó sus diferencias con la milicia e incurrió en otro problema legal.

Otra vez aparece una vez más, una notable falta de capacidad para manejar el tema.

10.-Un día después, el nuevo error cometido de divulgar la identidad del supuesto militar responsable, se echó abajo, se cambió de narrativa y se dijo que había sido un error el nombre dado y que se trataba de otra persona pero que por cuestiones legales y de seguridad no se podía revelar su identidad. Uffff.

Otra vez aparece una falta notable de capacidad en su ruta de salir del tema Culiacán.

11.-Pero a toda esta ruta de errores cometidos hay que agregarle los daños colaterales que le ha acarreado el caso Culiacán al Gobierno de López Obrador.

Una caída en su aprobación social, presiones internacionales por doblegar su Gobierno ante él Narco, mayor desconfianza en su gobierno entre los inversionistas, la caída aún más de la tasa de crecimiento económico, el creciente desempleo, el choque con el Ejército, la réplica de otros cárteles al enfrentar a su gobierno, entre otros costos que ya paga la 4T por una incapacidad mostrada a todas luces en el caso Culiacán.

12.- Visto así, habría que preguntare lo siguiente: ¿tendrá necesidad el Presidente de victimizarse solo, y solo alentar una discusión pública sobre si hay o no la amenaza hacia su gobierno de un golpe de estado?.

Creemos que sí. Ni la búsqueda de Romero Deschamps o Karime Macías, sus nuevos villanos convocados a escena, ni el compararse él mismo con Jesucristo, han podido sacar el tema Culiacán de la discusión nacional.

13.-¿Qué busca el Presidente con alentar si puede ser víctima o no de un golpe de Estado?. Muy sencillo. Anda urgido y desesperado por encontrar su caja china que le quite el tema Culiacán de encima y le ponga punto final a una crisis que ha durado ya más de 15 días y le ha traído ya un gran costo social y político.

14.-¿Se acabará el tema Culiacán con este nuevo tema la visión de fantasmas del presidente?. Creemos que no.

Las consecuencias políticas y jurídicas de la liberación de Ovidio Guzmán aun no terminan de conocerse.

Habrá que estar pendientes.