columna oscarPero ¿se pierde alguna vez toda esperanza?

Siempre se aferra uno a algo. Qué sé yo, hasta al viento.

Silvestre Revueltas

 

Hay claroscuros en nuestras gestiones de la semana. Que sean justas las peticiones no garantiza su atención y que se resuelvan de manera positiva. La burocracia tiene otros criterios y, desde luego, otra vara para medir necesidades y demandas populares. Y este comportamiento no se ha modificado porque haya cambiado el régimen político. Los burócratas no nacieron ayer, fueron paridos junto a la cuna del Estado. Se alimentaron de la misma ubre y forjaron la filosofía de que, si todo gira en su derredor, ellos tienen la odiosa facultad de dar y quitar, no como acto de justicia sino por mero capricho o reflejo de sus intereses.

 

Quiero referirme a una gestión que quedó a medias y no hemos podido concluir. El pasado lunes 5 tuvimos una reunión con el presidente municipal de Angostura, Miguel Ángel Angulo Acosta, el Profe Maiky, para tratar una queja colectiva de usuarios de la Junta de Agua Potable. Todos del campo pesquero La Reforma. Los recibos de algunos de ellos alcanzaban los 70 mil y hasta los 109 mil pesos. La información de los directivos de la Jumapaang es que las deudas son en razón de haberse acumulado varios años sin pagar el servicio del agua potable, lo que es aceptado por los vecinos. Por encima de dicha deuda hay que contar las multas y recargos que con el tiempo se convierte en el monto principal de la deuda.

 

En la primera parte de la reunión con el presidente, en ausencia de los directivos de la Jumapaang, el Profe Maiky manifestó su interés en llegar a un arreglo con los usuarios morosos y compartió su idea de que el borrador diera cuenta de multas y recargos y algo más: en la revisión de caso por caso ver la situación que presentan las cuentas de marras, pues hay cobros que bien pudieran no corresponderse al consumo real de los usuarios y familias.

 

Otros asuntos expuestos por los vecinos de La Reforma fue la actitud y el trato con el que se presentan los empleados de la Jumapaang a la hora de tocar la puerta de los hogares: en muchos de los casos llevan la Retro, lista para el corte del agua y del drenaje. Emplazan a los consumidores a pagar en esos momentos una determinada cantidad o se les hace el corte respectivo. Se les señala a esos empleados como prepotentes y groseros. Algunas ciudadanas informaron que les dicen: “No tienen para pagar el agua, pero sí para el celular y el internet.”

 

No faltaron los usuarios que afirmaron haberles entregado dinero a los empleados, cosa que no se entregó a la Junta de agua Potable ni quedó registrada. En una segunda parte de la reunión estuvieron los directivos de la Jumapaang, en ella se repitieron las historias comentadas y los funcionarios defendieron su punto de vista, sin dejar de comentar que lo dicho por el presidente municipal era también su política frente a los usuarios. Al final se acordó que se irían a las oficinas de la Junta de Agua Potable para revisar caso por caso. Yo estaba convencido que se resolverían los cobros y angustias planteados. No fue así. A pesar del diálogo con el Profe Maiky, la conciencia de los directivos de la Jumapaang resultó más dura que un guayacán. Y la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos en Sinaloa, tendrá que hacer uso de una Recomendación que recuerde la trágica situación de pobreza que vivió y vive ese campo pesquero y la necesidad de que la sensibilidad social vuelva a tomar vida en Angostura.

 

Pero hay dos noticias más que representan la de cal en relación con las de arena. Este jueves se estableció el compromiso de parte del arquitecto Juan de Dios Gámez, presidente municipal de Culiacán, de reunirse con la Coordinadora por el Derecho Humano a la Vivienda el próximo lunes 12. En esa sesión de trabajo se instalará la Mesa de Diálogo local y deberá tomar la andadura que requiere el gran problema de la vivienda para los Sin Casa.

 

En el mismo tenor compartimos, el miércoles pasado llevamos a cabo la primera reunión de trabajo con el presidente municipal de Ahome, licenciado Gerardo Vargas, en esa sesión estuvieron Sara Acela Galaviz y otras tres compañeras que integran la Coordinadora Local, Noé Salvador Rodríguez, Camelia de Ruiz Cortínez y Oscar Loza por la Coordinadora Estatal. La reunión de trabajo fue productiva. De entrada, el presidente señaló que el municipio tiene la obligación de atender el problema de la vivienda popular y que además cuenta con algunas pequeñas reservas como para aliviar en un primer momento lo más urgente de dicho problema. Y la voluntad de atender lo planteado se manifestó con el acuerdo de reencontrarnos el próximo lunes en una segunda reunión de trabajo.

 

Esa es la experiencia de esta semana que termina y que muestra fehacientemente que en algunas gestiones no deben declararse agotados los recursos para encontrar una conciliación válida para los usuarios del agua potable y para las juntas que suministran el servicio del agua y drenaje. Pero el reivindicado derecho humano al agua debe seguir dando luz allí donde la conciencia de guayacán de los funcionarios no quiera ceder para encontrar el punto de amigable composición. De nuestra parte seguiremos buscando el acuerdo allí donde la actitud remisa impide el encuentro con la conciliación. En tanto aprovecharemos la disposición y actitud favorable para analizar el grave problema de la vivienda en Sinaloa y buscar junto a las autoridades posibles salidas que alivien ese problema que alcanza, de acuerdo al Inegi, un déficit de 432 mil viviendas en nuestra entidad. Vale.

 

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