columna joseluisMuy, pero muy mal se ve un gobernador que se niega a dialogar sobre un conflicto, peor aún si este conflicto es con la Universidad Autónoma de Sinaloa, como lo hizo el miércoles por la tarde el gobernador Rubén Rocha, cuando rompió las pláticas que se venían dando para tratar los diferendos entre gobierno y universidad.

 

La conducta de Rocha Moya es como la de quien no quiere resolver un conflicto sino empeorarlo, al grado que mueve todos sus resortes políticos para hacer sentir su presión como si se tratara de un torturador que busca se declaren culpables y por consecuencias, confirmar sus dichos o acusaciones contra la UAS y sus líderes.

 

El día de ayer, en el informe del rector de la UAS Jesús Madueña Molina, dejo sentir todo ese poder el miércoles por la tarde, empezando por romper el dialogo y la negociación, más tarde a las 10 de la noche, mete el gobierno una denuncia en la fiscalía en contra del ex rector Juan Eulogio Guerra Liera y a la una de la madrugada llega la notificación de la fiscalía al ex rector. ¿cómo se llamó la película?

 

¡No quiero nada!, ¡al diablo con tu dialogo!, ¡los voy a meter a la cárcel!, ¡a mí no me van a acorralar con sus negociaciones!, etc. etc.

 

Cualquiera o todas esas expresiones juntas caben en boca del gobernador luego que dio la orden de demandar al ex rector Juan Eulogio Guerra Liera y de inmediato, sin detenerse, empezó la operación “boicot”, primero hablar con Luciano Concheiro, subsecretario de educación pública del país para que no viniera, Luciano, es hermano de Elvira Concheiro la esposa de Pablo Gómez, el operador de la UIF (Unidad de Inteligencia Financiera), lo demás se cuenta solo. Luciano Concheiro no vino y era la figura central del gobierno LopezObradorista.

 

De inmediato, se habló a todos los presidentes municipales para que ninguno asistiera ni mandara representante al informe del Dr. Madueña y junto a eso, informarle a todos los funcionarios del gobierno rochista y funcionarios federales que no se pararan en el informe del rector de la UAS, empezando con la Secretaria de Educación, rematando con los diputados locales, federales y senadores, solo uno se salió del huacal, el diputado federal Casimiro Zamora.

 

El gobernador Rubén Rocha, no satisfecho con eso, echo mano de sus provocadores y los envió al acto a crear zozobra y tensión.

 

En síntesis, el gobernador parecía una fiera política: todo contra la UAS. Y eso solo ocurre por odio, frustración o incompetencia, o por las tres también, cosa que presagia nubarrones por que hay una gran provocación que pretenden linchar a la UAS y sus autoridades por parte de Rubén Rocha, que bien cabe preguntarse ¿sabrá lo que hace?

 

Y la pregunta que queda en el aire y para que la resuelvan los sabios ¿que provoco esta reacción en cadena? El lunes le seguimos.