columna joseluisDesde que estalló la crisis por la producción de maíz para este 2023, personalmente me incline por la idea de que había que subsidiar a los productores, especialmente a los de pequeños y medianos superficies, por lo que recibí mensajes y llamadas que discrepaban de mi punto de vista y al final del día, con lo comentado, reforcé aun más de que no tiene salida el gobierno estatal y federal más que subsidiar con “un copete” de 1500 pesos, el precio que ahora tiene en el mercado internacional, medida que prácticamente salvaría a los productores por esta cosecha 2023.

 

Hubo quien sostuvo que el problema a la mala negociación en el TLC en 1993, el tema de la agricultura nacional que en términos generales no se entendió por parte de los negociadores mexicanos las dispares economías entre Canadá, Estados Unidos y México, asimetría económica que no se atendió en el TLC para establecer las medidas compensatorios tanto por los gobiernos de Estados Unidos y Canadá, pero especialmente, del gobierno mexicano, que no preparo al sector agrícola para enfrentar la competencia de sus socios, por el contrario la desmantelo y efectivamente, como dice el mochitense Bosco de la Vega, eliminaron múltiples soportes y mecanismos económicos que harían menos vulnerable a la agricultura mexicana y como insiste Don Bosco, el gobierno de MORENA repite los mismos errores de los neo-liberales que encabezo el salinato.

 

Estructuralmente el sector agrícola nacional está en la indefensión y no existe ningún plan de rescate, tanto que el gobierno de López Obrador no entiende que la agricultura es una gran empresa estratégica y prioritaria para el desarrollo nacional, sino que la ven también como una caja de votos, como electores que hay que cautivar y envolver, como el canto de la sirena, su voluntad electoral.

 

Efectivamente, hay que coincidir en las causas de la quiebra del ejido, el minifundio y las empresas rurales, en una política agropecuaria gubernamental y depredadora, pero el problema de la cosecha de maíz 2023 requiere soluciones inmediatas, acciones de emergencia, y una salida que provoque esa solución, se llama subsidio directo al precio de la cosecha.

 

Por que insisto, el retirar 2 millones de toneladas de maíz del mercado comprado por el gobierno central y federal (500 mil toneladas y millón y medio respectivamente), con el propósito de reducir la oferta del maíz y hacer que el precio reaccione para que el resto de la producción, 4 millones de toneladas, tengan un precio mayor y rentable.

 

Se invertirán en esta operación 14 mil millones de pesos y no reaccionara el precio del maíz por que el mercado está saturado de maíz, por que han entrado, están entrando y van a entrar en volumen de 19 millones de toneladas en donde el mecanismo para tratar de reaccionar el precio en el mercado, no tendrá el impacto deseado.

 

Si no subsidiamos toda la producción de Sinaloa con “un copete” de 1500, el gobierno federal y estatal gastarían 9 mil millones de pesos y si subsidiaran los dos millones de toneladas de los productores más precarios, el gobierno invertiría 3 mil millones, y si solo el gobierno de Sinaloa que decidió comprar 500 mil toneladas en 7000 pesos cada una, solo invertiría 700 millones de pesos, una cantidad mucho menor que los 3500 millones de pesos que pedirá a la banca para comprar a 500 mil toneladas en 7500 pesos.

 

Por que si el mercado está saturada y se saturara aún más en lo que resta del año ¿cómo podrá el gobierno de Sinaloa guardar esas 500 mil toneladas? Es cierto que no son tomates, ni carne, pero el maíz también se pierde ¿en dónde lo almacenaran? En fin, “allá ellos” decía un amigo.