columna joseluisEl conflicto entre el gobierno del estado y la UAS, ya está entrando en su fase definitoria desde la óptica del gobierno, porque ya está prácticamente derrotado por los fallos judiciales federales que los responsabiliza de violar la autonomía universitaria establecida en el artículo 3º constitucional, y los jueces les han cerrado todos los caminos de la “machincuepa” legaloide que ha esgrimido para denunciar y demandar a funcionarios de la UAS, así como linchar mediáticamente a quienes han gobernado la institución durante quince años.

 

El gobernador Rocha se está jugando la última carta política de volver a engañar a las autoridades universitarias en vísperas del 2º informe del rector de la UAS, Jesús Madueña Molina, el próximo 8 de junio, con el garlito de la negociación del conflicto, como ya es de todos conocidos que se rige por la máxima de su guía y tutor, el fallecido Jesús Aguilar, que recomendaba “por arriba de la mesa trátalos bien y por abajo bolas.

 

Si, por que parece ya la última oportunidad de conciliación favorable para el gobernador, cuando los tiempos judiciales se agotan, la UAS ya consulto un proyecto de reforma de su ley orgánica con su comunidad universitaria y se prepara para agosto organizando el ciclo 2023 – 2024 bajo los cambios estructurales que han consensuado en el proyecto de la ley orgánica que propondrán para consolidarla en el 2025.

 

Ya se agotan los tiempos políticos también, por que los resultados que se hayan dado en Coahuila y el Estado de México, el día de ayer, empieza la carrera por la sucesión presidencial, y arranca el gobernador esta etapa con esa bomba del tiempo en sus manos, que es el conflicto entre gobierno del estado y la universidad autónoma de Sinaloa, lo que puede resultar suicida después de tanto desatino del gobierno rochista.

 

Y peor resulta, cuando los fallos de los jueces a favor de la UAS, mas de 150 y donde ordenan al gobernador y a los diputados lo siguiente: “ se impiden los efectos y consecuencias de los artículos impugnados en la esfera jurídica de la universidad autónoma de Sinaloa”.

 

Se le ordena al H. Congreso del Estado de Sinaloa, se abstenga de realizar cualquier convocatoria y organización de consulta a la comunidad universitaria con la teleología de adicionar, modificar, derogar, reformar o abrogar la totalidad de la ley organica de la universidad autónoma de Sinaloa o bien de algunos preceptos de la misma sino que hasta que se resuelva definitivamente la litis constitucional.”

 

Ordenes que no han acatado ni el gobernador ni los diputados que lidera Feliciano Castro Melendrez, como si el conflicto fuera un pleito de callejón donde cada quien hace lo que quiere y como quiere.

 

Así no son las cosas entre ciudadanos e instituciones, la sociedad se rige por el estado de derecho, que establecen los procedimientos, las formas y los tiempos para dirimir los conflictos, estos no son a capricho y mucho menos para que autoridades, como el ejecutivo estatal y el congreso del estado, cuando son los vigilantes y garantes de que la ley se aplique correctamente, por lo que es un absurdo lo que viene ocurriendo en el manejo de parte de ellos, con los diferendos con la UAS.

 

Cuando uno ve hacia atrás los días y las semanas de esta confrontación, cuando se han dado tantos hechos, específicamente para el gobernador, donde dice una cosa, otro día dice otra y al tercero hace otra, ya resulta muy preocupante, porque eso refleja una conducta patológica de mentir y engañar, como si no tuviera responsabilidades institucionales y legales.

 

Hay muchos ejemplos de estas conductas, pero el que más lo dibuja, fue aquel cuando le dijo a los productores que si se colocaban en su lucha por el precio del maíz en contra del presidente López Obrador, el iría contra ellos, un monumento al desfiguro y a la megalomanía, como aquel rey que decía “el estado soy yo”.