columna joseluisTodo mundo ya sabe que Jesús Estrada, presidente municipal de Culiacán, así como Billy Chapman antes de que lo sacaran de Ahome, como el Químico Benítez en Mazatlán, son una tercia de políticos necios, imprudentes e irresponsables, que los tres merecían ser enjuiciados y destituidos desde el 2019, después de que nos los dejó empoderados el tsunami electoral del 2018, como lo plantearon de alguna manera los tribunales administrativos y el propio tribunal estatal de Sinaloa, pero nunca nadie entonces hizo nada y toda la 4T se hizo “la occisa”, como si “la virgen les hablara” y no se hicieran cargo de la calaña de presidentes municipales que habían promovido, tanto que ahora Jesús Estrada, como decía mi madre, “está pidiendo a gritos” el juicio político, desafuero y destitución.

 

En los años del primer trienio de la 4T en los gobiernos municipales de Mazatlán, Culiacán y Ahome, sus presidentes competían entre sí para ver quién decía y hacía la peor tontera y escándalo, que no había a quien irle y se cruzaban apuestas. Ahora en el cuarto año que cursamos de la 4T, Jesús Estrada se convirtió en el líder y rebasó al Químico Benítez, al extremo de enfrentar, y no en una coyuntura electoral, sino abiertamente como gobierno, al gobernador Rubén Rocha, al congreso del estado y a grupos sociales de la sociedad civil, con el ingrediente de que Jesús Estrada ha amenazado a la 4T y al propio gobernador, en convertirse en opositor número uno de toda la 4T.

 

¿Qué significa todo esto? Que definitivamente el presidente municipal de Culiacán ya quemó todas sus naves en el proyecto de AMLO y que camina en la orfandad política, por supuesto incluida la de su mentor, que tal parece que el desafuero de Estrada Ferreiro ya es un hecho.

 

Así ocurrió con el antecedente inmediato en Mazatlán, con el caso de Jorge Rodríguez Pasos por allá en febrero del 2002, quien había conquistado la presidencia municipal desde luego a contrapelo del gobernador Juan S. Millán y el PAN del presidente Vicente Fox, contexto en que el incipiente presidente municipal cometió el error de golpear a su esposa una noche antes de que arribara a Mazatlán el presidente Vicente Fox junto a su esposa Martha Sahagún, quienes de inmediato se enteraron del caso y con el cuadro político tan adverso de Jorge Rodríguez, máxime que Vicente Fox y Juan S. Millán habían tejido ya la alianza de gobernadores del PRI y la constitución de la CONAGO precisamente en Mazatlán aquel año, solo faltó el empujón del congreso del estado, y así fue.

 

Parece que así será el caso de Jesús Estrada, quien no tiene ningún aliado en la oposición, porque los que tenía del PRI ya están aliados en el gobierno de Rubén Rocha y con las fuerzas nacionales de la 4T es obvio que nadie va a querer ir contra la corriente del gobernador del estado y tampoco del presidente López Obrador.

 

Jesús Estrada ha anunciado un pleito judicial a fondo y dice que echará mano de todos los recursos a su alcance, lo que podría configurar un escenario de mucho desgaste político para el municipio de Culiacán y la 4T, salvo que exista alguien que influya en el presidente municipal y le diga que ya vivió sus infiernitos y que no provoque más. Lo primero puede ser muy desgastante y hasta grotesco, lástima.

 

Los invito a compartir la mesa de análisis político que dirige el Dr. Héctor Muñoz los lunes, miércoles y viernes a las 6:30 de la tarde, con la participación de los analistas Fernando Camacho, Leonel Solís y un servidor. Los esperamos en Facebook dr hector muñoz

 

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