El caso de MORENA en Sinaloa es patético, tanto que su capital político se asemeja mucho a aquel que pretende contener el agua en sus manos y siempre se queda tan solo con algunas gotas, porque todo se diluye con las grietas y fracturas que proliferan en su cuerpo político.
MORENA está incapacitada para gobernar municipios y mucho menos el estado. La ausencia de un poderoso liderazgo y colectivo político capaz de acuerpar todos sus activos, presencia e influencia no existe hasta hoy, pero no hay imposibles.
Lo primero que necesita MORENA es tomar la decisión de que puede gobernar y que sus gobiernos necesitan un partido unido y fuerte. Convencer a Billy, Aurelia Leal, Estrada Ferreiro y el Químico de Mazatlán de que pueden superar sus rendimientos actuales y darle a AMLO capacidad de negociar con el gobernador con “la voz completa”.
El problema radica en quién puede ser el personaje capaz de articular sus fuerzas y darle ese perfil a MORENA. De los más destacados sin duda son el senador Rubén Rocha y la senadora Imelda Castro, así como Aurelia Leal de Guasave y el Químico Benítez de Mazatlán, así como los líderes políticos Feliciano Castro y Graciela Domínguez.
La verdad que lo más adecuado sería un órgano colegiado muy dinámico, pero para cuando esto se articule alguien debe tomar la iniciativa y empujar la idea hasta que se convierta en movimiento que permita acumular en el camino, y desechar también por supuesto, hasta alcanzar un liderazgo colectivo, un partido en movimiento.
La estrategia es un elemento indispensable y requiere definiciones ¿Van a continuar esas tortuosas relaciones con el gobierno del Estado? ¿Van a continuar soportando las impertinencias y algunos desaguisados de los presidentes municipales? ¿Van a salvar a Billy Chapman? ¿Cuáles van a ser sus proyectos estatales principales? ¿Cómo tratarán al gobierno federal con el tortuguismo y la dependencia que tienen de él en las decisiones?
No son pocas las respuestas que necesitan, pero lo más urgente es que tengan la decisión de hacer las cosas. Es muy difícil diferenciarse de AMLO y peor aún confrontarlo, pero existen formas que se pueden aprovechar y avanzar en esos propósitos.
Hasta hoy, MORENA es el único partido que tiene precandidatos al gobierno de Sinaloa para el 2021, Jesús Vizcarra y Rubén Rocha, y hasta hoy quien sea investido aparece casi como seguro ganador.
De allí que enfrentar y resolver el caso de MORENA en Sinaloa pasa desde ahora por pensar en asegurar el triunfo electoral el 2021 y todo lo que implica fortalecer el gobierno de la república en su desempeño.
Continuar con la inercia de que los problemas y desatinos se pueden encausar solos es un error, como también lo es pensar que el bono político de AMLO será para siempre y para todos es otro error. Ojalá rectifiquen.