Se cerraron a las 18 horas en punto de ayer domingo los 30 centros de votación para la consulta sobre la instalación de la planta de fertilizantes en Topo, y resultó abrumador el Sí, con un porcentaje superior al 80%, un nivel de participación relativamente alta del 12.9% de todo el padrón electoral (el porcentaje más alto hasta ahora en una consulta popular en el país), que aún sin ser legal y mucho menos vinculatoria, representando tan solo una opinión popular en los nuevos tiempos de la democracia participativa, como un indicador que tendrá y servirá de referente para las autoridades correspondientes sobre el tema en controversia.
Sin duda, ha resultado una experiencia enriquecedora para todos de la que se obtendrán muchas conclusiones, buenas y malas por supuesto, pero al fin aleccionadoras porque tendrán muchas enseñanzas para el futuro, máxime que votaron más de 40 mil personas, esfuerzo enaltecedor para la sociedad del norte de nuestro estado.
Pero como en todo hay cosas buenas, malas e irregulares, no podemos dejar pasar el absurdo de la irracionalidad de muchos argumentos que se esgrimieron en contra de la planta de fertilizantes, que muchas veces solo han servido de pretextos para no hacer bien las cosas, entorpecer y boicotear el desarrollo social y económico, descubrir verdaderos vendedores de “almas al diablo” y al final resultar que se trata de proteger un negocio que han hecho toda su vida dos familias, que los ha enriquecido, aún no están satisfechas y son incapaces de competir.
Por otro lado, debe admitirse que enseñó muy feo el cobre el gobierno federal (Secretaría de Gobernación), al organizar un evento gubernamental sin el más mínimo soporte legal, al hacer a un lado totalmente la recién decretada ley nacional para la consulta popular, exhibiendo también al gobierno estatal y los gobiernos municipales de Ahome, Guasave y El Fuerte, víctimas del burdo y nefasto centralismo político que vivimos.
Lo más enaltecedor de todo es sin duda el esfuerzo de la ciudadanía, la participación de los gobiernos municipales y los grupos sociales que se involucraron, que son quienes al final dan legitimidad a un esfuerzo novedoso, que por torpeza del gobierno de la república pueden resultar abortos políticos que perjudican a todos.
Particularmente Gerardo Vargas en Ahome, ha quedado en el epicentro de la controversia, es cierto que ha ganado un round muy valioso, pero sin duda vendrán nuevas etapas del proceso y el conflicto donde tendrá forzosamente que tener el control y llevar la iniciativa, porque puede ocurrir que lo rebasen los oponentes y vengan otros imprudentes a enredar más el conflicto.