columna jose luis lopez duarte

Escuché el informe que llevaba el gobernador de Yucatán, Mauricio Vila, coordinador de la comisión de salud de la CONAGO, para tratar con la secretaría de gobernación la participación de los estados en la compra de vacunas, y me fue peor que con el plan de vacunación del gobierno federal, al ver la penosa participación de los gobernadores en lo que es hoy por hoy la tarea fundamental de todas las autoridades en el país.

 

El informe consistía en que solo tres gobiernos estatales se habían comprometido y que solo Yucatán pondría ochenta millones de pesos para comprar 350 mil dosis de una población de 2.3 millones de habitantes, con alrededor de 400 mil adultos mayores.

 

Es cierto que el gobierno federal ha cometido muchos errores en el tratamiento de la pandemia, errores que hemos consignado reiteradamente en este espacio, pero el hecho de que los gobiernos locales y los empresarios del país participen tan poco es para destacar, y decir que si otro fuera su rol en mucho más que la crítica, se podría cuestionar con autoridad moral al gobierno de la república y sus desatinos ante la pandemia.

 

¿Cómo es posible que un gobernador como el de Yucatán cargue esa pobre gestión en su maletín? ¿Por qué los gobernadores y los empresarios se han quedado de brazos cruzados? ¿Dónde está el consejo coordinador empresarial, la COPARMEX, la CANACINTRA, CONCANACO y CONCAMIN? ¿Por qué tanta incapacidad?

 

Es cierto que todos los partidos políticos navegan en la mediocridad de la politiquería sin que alguno tenga un gesto ante el problema de la pandemia y las dificultades de México para conseguir vacunas.

 

La verdad es que atravesamos una etapa de crisis total por la pandemia, pero también es cierto que los valores, no solo del gobierno sino también de la sociedad, están extraviados.

 

Por ejemplo, ¿Qué ha hecho el gobernador Quirino Ordaz, aparte de decir que tenía 30 millones de pesos y que los empresarios Coppel ponían 100 mil vacunas? Nada, absolutamente nada, cuando si hubiera realizado una reunión, un consejo estatal que incluyera a todos para tratar la pandemia, seguramente algo hubiera surgido y algo aportaríamos todos los hogares sinaloenses.

 

Aquí en Sinaloa, por ejemplo, contamos con el empresario Jesús Vizcarra, ejemplo en todo el país de altruismo con su fundación SALUD DIGNA, ¿Acaso si el gobernador convocara a las grandes empresas sinaloenses a juntarse por el tema de la pandemia y las vacunas no habría respuesta? ¡Claro que sí! Pero tiene que haber un líder y ni se ve.

 

No faltará quien me diga que eso lo debe hacer el gobierno federal, y tienen razón, pero ¿Y si no lo hace? ¿Nos quedamos con los brazos cruzados esperando quién nos resuelva el problema?

 

Estoy de acuerdo en que la crítica a AMLO y su gobierno persista ante la ineficiencia ante la pandemia y la vacuna, pero es inadmisible no hacer nada por los gobiernos locales y empresarios. Incluso, si se actuara desde abajo, de los municipios y los estados, creo que el gobierno de la república actuaría de otra manera, más empática y proactiva.

 

Finalmente, ¿usted cree que si Carlos Slim y otros grandes empresarios del país hubieran salido a comprar vacunas no las hubieran conseguido? ¡Claro que sí! Y más cuando siempre supimos que contra el COVID-19 no había cura hasta que la vacuna existiera ¿Por qué no previmos?