columna joseluis

 

Un triste adiós para el profe Salvador Padilla, viejo amigo y compañero. Descanse en paz.

 

El PAS y el PRD, de acuerdo a sus condiciones cada quien, han sido los únicos partidos políticos que han tendido sus manos con esfuerzos particulares por llevar a algunos hogares sinaloenses algo de alimentos y aliento ante la pandemia que vivimos.

 

La recolección de víveres que han realizado entre sus simpatizantes han sido los artículos que han distribuido en los hogares sinaloenses, con las dificultades inherentes a la “sana distancia” y las precauciones naturales de quienes se han resguardado.

 

Este modesto esfuerzo del PAS y el PRD es otro número que se suma a las miles de personas y organismos en el estado que se han solidarizado con quienes están más frágiles y con mayor riesgo ante esta enfermedad.

 

Esfuerzo de la sociedad que está resultando formidable, pero que requiere el empujón más fuerte del gobierno y los grupos empresariales más poderosos económicamente.

 

Al igual se ocupa un mecanismo de coordinación que planifique y oriente los esfuerzos, mecanismo que solo puede articular el gobierno estatal y que le obligue a asumir su papel.

 

Lo más triste de todo es el papel del Congreso del Estado, que más allá de la colecta de siete millones de pesos que hicieron, no se sabe cómo piensan continuar apoyando, más aún cuando son quienes pueden reorientar el presupuesto del gobierno estatal y aprobar algún crédito de emergencia, como parece ser se requiere.

 

No es posible que continúen al margen como si no fueran un poder del gobierno estatal y, junto con el gobernador, deben impulsar y coordinar los esfuerzos para combatir la pandemia.

 

Está bien que grupos y personas en particular se hagan presentes con sus modestas aportaciones, pero el tamaño del problema es general, de al menos mediano plazo y de efectos estructurales en nuestra sociedad.

 

Se trata de enfrentar con todos los esfuerzos del estado el COVID-19 y eso solo lo puede coordinar el gobierno estatal, los tres poderes juntos y si algún presidente municipal se anima también habría que incorporarlo.

 

Ah, y recordar que la primera trinchera es el sistema de salud ¡Todo el apoyo a hospitales y su personal!