columna jose luis lopez duarte

 

Redes Sociales Progresistas (RSP) que encabeza el amigo Gerardo Vargas Landeros en Sinaloa, desde su origen atraviesa por una crisis que tendrá su expresión definitiva cuando el INE el próximo 14 de noviembre se defina sobre alrededor de 100 organizaciones sociales que se registraron para alcanzar registro como nuevos partidos nacionales, donde se sabrá si RSP es reconocida como tal.

Muchas veces organizaciones hace tiempo “tiraron la toalla” y al parecer no llegarán ni 10 a la meta y según la información, una de las más sólidas en la cobertura de los requisitos es Redes Sociales Progresistas, pero sin embargo le amenazan las diferencias entre AMLO y la propia maestra Elba Esther Gordillo, que aún no llega ningún acuerdo en torno a la dirección del SNTE, la plataforma estratégica de RSP.

Por lo pronto ya aparecieron las fisuras en la construcción de RSP cuando sus líderes nacionales Juan Iván Peña y Gonzalo Rafael Ortiz, han sido destituidos y expulsados del movimiento, cuando aparecieron como los hombres de mayor confianza de la maestra, siendo sustituido el primero por el propio Fernando González quien ya había fungido antes como líder del extinto panal y es yerno de Elba Esther.

Pero también en ese horizonte ha surgido el obstáculo de la dirigencia oficial del SNTE que encabeza Alfonso Zepeda, quien también ha lanzado su proyecto “Partido México” quién dicen también que ya cumplieron todos los requisitos para que el INE los palomee como nuevo partido.

Gerardo Vargas Landeros dirigente de RSP en Sinaloa y coordinador de dicho movimiento en el país carga a cuestas las responsabilidades que ya ha cumplido en Sinaloa y los Estados vecinos y es quien deberá realizar esfuerzos relevantes con su experiencia, en la consolidación de su proyecto político.

Quienes no parecen darse cuenta del entorno que representa estos movimientos políticos que pululan por todo el país son todos los partidos nacionales que no meten las manos en la perspectiva política del país, como si no fueran poca cosa la enorme crisis de MORENA en el país, la bola de nieve que viene creciendo y que impactara al presidente de la república y lo que pueda ocurrir con la amalgama de fuerzas que quedan fuera de los nuevos partidos.

Porque nadie asegura que ocurrirá en el 2021 cuando no se sabe nada de las coaliciones que se crearán ni la sorpresa que dará MORENA con sus propuestas de reforma electoral, como tampoco el calor político que alcanzará la sociedad mexicana con sus contradicciones y conflictos incluyendo las complicaciones internacionales que no pintan nada bien para el país.

Organizar un partido político resulta fácil lo difícil es la continuidad en medio del maremágnum que es la sociedad. Al tiempo.