Desde que se construyó la carretera “la maxipista” construida por Francisco Labastida para enlazar con la “Benito Juárez” que se construyó en el gobierno de Toledo Corro , y contar con un eje carretero de 4 carriles de Mochis a Mazatlán, ha sido un misterio las inversiones, construcciones y sobre todo los saldos y utilidades, porque para el erario público han resultado cuentas que pagar y han sido otros, quienes poco tuvieron que ver con estas grandes obras quienes se han llevado y siguen llevándose la “tajada del león”
Y vuelvo a tocar este tema porque no deja de seguirnos sorprendiendo cuando escuchamos información “nueva” sobre esta obra. El pasado 25 de septiembre el gobernador Quirino Ordaz acudió a supervisar la rehabilitación de esa carretera para la que había destinado 150 millones de pesos “porque estaba en muy mal estado”, según dijo, cuando en marzo anuncio también la inversión de 500 millones para lo mismo y no se hizo nada entonces, como no fueran parches aquí y allá.
Ahora dice que reencarpetara más de cien kilómetros, que lleva 26 ya terminados y que para diciembre la terminan cuando en marzo anuncio una inversión gigantesca y no dice nada al respecto.
Y vale la pena que lo aclare porque en realidad no existe certeza entre anuncios, presupuestos y construcciones como el caso del “parque acuático” que tuvo varios presupuestos y concluyo con una cifra estratosférica que superó los 60 millones de pesos.
Más aún que ahora se habla de inversiones fabulosas en las ciudades de Sinaloa sin saber quien supervisa esas obras cuando existen antecedentes tan turbios.
El gobernador Ordaz Coppel, en la supervisión que hizo a los trabajos de “la costera”, también hablo de 4 mil millones en pavimento hidráulico, en Rencarpetado 350 millones, inversiones que padecen de la opacidad o informaciones distintas como resulta el manejo financiero de “la costera” y la caseta de “san miguel “en Ahome, que entre ambos el peaje acumula los mil millones de pesos, sin saberse por nadie cuánto dinero le entra al gobierno del estado de esos mil millones.
Un día, el ex secretario de finanzas del gobierno del estado, Oscar Lara Arechiga, en un desayuno donde exponía algunos puntos de vista cuando era funcionario de CONAGUA, le pregunte sobre la maxipista y la costera, a lo que me contesto que tenía razón en parte de lo que cuestionaba sobre esas grandes obras originales del gobierno de Sinaloa e implícitamente reconocía que el manejo de la misma no estaba claro para el público, eran turbias pues.
De allí la importancia del trabajo de la ASE que jamás, por lo menos en los últimos años, en temas como estos, que no toca para nada, especialmente el caso de la maxipista y ahora el caso de la carretera costera, que debieran, como empresas del gobierno contar con una gran renta y no se sabe nada al respecto, como dijera Oscar Lara.
¿Cómo explicar todo este enredo? Yo lo veo muy fácil. Si un negocio (porque son negocios) tiene ingresos y genera gastos de operación y mantenimiento, seguramente hay un saldo en automático que significara más o menos ganancias. La pregunta ahora es donde queda esa ganancia y que se hace con ella.
Las cuentas públicas que presenta la ASE, al congreso del estado no son claras al respecto y por ello, los diputados, debieran ser más exigentes. ¿Cuántas obras públicas están autorizadas en Sinaloa? ¿Cuántas se están haciendo? ¿Cuántas no? Y así sigue una larga lista de preguntas que los lleve a la verdad y entonces tener criterio real para calificar.