El Estado de Jalisco, por iniciativa de su gobernador Enrique Alfaro y decisión del congreso de aquel estado, decidieron separarse del pacto fiscal por considerarlo injusto por inequitativo, al recibir menos recursos fiscales que los que aporta al gobierno federal, polémica que viene a refrescar la controversia abierta en septiembre de 2019, cuando se escindieron de la CONAGO (conferencia nacional de gobernadores) para pugnar por un nuevo convenio de coordinación fiscal que les permitiera un reparto equitativo para sus entidades de toda la recaudación que realiza el gobierno federal.
Fueron dos años intensos de pugna de ese bloque de diez gobernadores que libraron una batalla harto difícil que fue derrotada y desintegrada la “alianza federalista”, después de la derrota electoral que sufrió la alianza opositora a MORENA, al perder varias gubernaturas que los debilitaron.
La “alianza federalista” fue otro intento más de las entidades que forman el pacto fiscal, para que este se cumpla, ya que actualmente no les compensa el nivel que aportan, mucho menos sus demandas no merecen atención y el respeto que se les debe de tener como estados libres y soberanos de los estados unidos mexicanos.
El destino de esta lucha de resistencia del estado de Jalisco que encabeza Enrique Alfaro, quien el próximo 31 de diciembre, dejara la gubernatura del estado y asume Pablo Lemus, es una derrota anticipada que el gobierno de la república ya los sentencio.
Y lo será, como fue lo que sufrió “la alianza federalista” hace tres años, por que hoy la correlación política que guarda el gobierno de Jalisco, es infinitamente inferior a la que tuvo en aquel momento.
Hoy, lo sabemos, MORENA y aliados han asumido prácticamente todo el poder político del país y la estrategia del gobierno federal, sigue siendo la misma que con López Obrador, la de avasallar y decidir todo.
Por eso Jalisco, su gobernador y su congreso, no les permitirán avanzar ni un milímetro en sus aspiraciones, y no solo por esa estrategia totalitaria de la 4T, sino por que hoy por hoy, el gobierno federal no tiene condiciones boyantes para repartir más dinero en los estados, simplemente por que no tiene.
Y no tiene por que se los acabo López Obrador, tanto que 850 mil millones de pesos de los fideicomisos extinguidos se los agoto, por ejemplo. Pero no tiene también por que gasto más dinero del que se ingresó dejando un déficit presupuestal equivalente al 6 por ciento del PIB, más o menos 1.5 billones de pesos.
Y si tuvieran tampoco lo harían, por que entonces todos los estados del país exigirían que les evaluara la participación y que sus presupuestos municipales y estatales ya no fueron tan castigados.
La batalla del gobernador Enrique Alfaro de Jalisco no solo va a resultar infructuosa para su estado, si no lo peor será el castigo de MORENA que tratara de imponer, como el reino inglés, cuando se sublevo Oliverio Cromwell contra la monarquía, que lo colgaron a la entrada de Londres y su cuerpo duro hasta que se despedazo, de la misma manera MORENA hará todo lo posible para que no prolifere y mucho menos pueda cundir su ejemplo, ya veremos cómo lo persiguen.