Poco a poco, en más de 100 días que lleva la crisis de inseguridad y violencia en el estado, ya se hizo bola el secretario de seguridad que ya perdió la cuenta de los delitos cometidos, como si fuera muy complicado recoger la reseña diaria y sumarlos, pero ese no es el problema, lo que está haciendo es crear el imaginario de la mentira para confundir y embrutecer a los ciudadanos para que no adviertan el tamaño de la tragedia.

 

Los asaltos y robos de vehículos ya rebasa los 1500 carros despojados, más de 500 asesinatos y más de 400 desaparecidos, una larga fila de crímenes que han aterrorizado a Culiacán y parece no tener fin.

 

Tenemos un secretario de seguridad pública, Gral. Gerardo Mérida Sánchez, que desde que llego a Sinaloa por allá en septiembre del 2023, se ha dedicado a recrear la imagen de una dependencia que ha sido un cero a la izquierda, no solo es esta crisis de inseguridad, si no desde mucho antes, cuando inicio el gobierno rochista.

 

Lo que a ocurrido ahora es sacar a flote lo que ha sido un “secreto a voces” respecto a los cuerpos de seguridad, que no obedecen a los intereses de la sociedad sino a intereses particulares.

 

Por eso no es casualidad que el General Mérida Sánchez haya llegado a seguir los cuentos que antes hacia el coronel Cristóbal Castañeda y practicar la conducta oficial de la dependencia “dejar hacer y dejar pasar”.

 

Por lo que sin el ejército, la guardia nacional, policía federal y la marina, Sinaloa fuera un infierno peor, por que han sido estas fuerzas militares, las únicas que han enfrentado a los grupos criminales y obteniendo saldos positivos en detenciones, decomisos de armamento y drogas, así como la captura o aniquilamiento de objetivos claves, pero la policía local, cero.

 

Esta crisis ha desnudado que la autoridad municipal en los hechos es inexistente prácticamente el presidente municipal Juan De Dios Gámez, fue borrado del mapa político y su ausencia fue notable, tanto que cuando desarmaron a la policía municipal de Culiacán, nunca dio la cara sin siquiera declarar algo al respecto.

 

El nuevo cabildo para el segundo mandato de Juan de Dios Gámez, en su instalación el pasado primero de noviembre, no hubo absolutamente nadie que hablara de la violencia e inseguridad en Culiacán, la inexistencia de la policía municipal y tránsitos, tan solo tomaron protesta y todo bien gracias.

 

Si, el presidente Juan de Dios Gámez Mendívil a resultado un cero a la izquierda en esta crisis, pero también todo el cabildo, todos los funcionarios y los ocho diputados locales y los dos federales, que brillan por su ausencia y su silencio.

 

Verdaderamente es patético lo que pasa con estos gobernantes y sumamente vergonzoso por que prácticamente están en la inacción cuando la crisis de inseguridad y violencia crecen, con severos efectos colaterales para las familias más pobres los trabajadores y los pequeños negocios.

 

Muchos ciudadanos han pegado el grito en el cielo y convocado al gobierno culichi a que se active y no reacciona, quizá sea el momento de decirles que, si no pueden, no quieren o lo que sea, mejor renuncien.