columna joseluis

 

MORENA, desde que arribó al gobierno en Sinaloa, llegó en crisis, llámese presidencias municipales, particularmente Ahome, Culiacán y Mazatlán de las siete que ganó y conjuntamente la mayoría del poder legislativo, convirtiéndose al mismo tiempo en cogobierno y el partido más importante de Sinaloa, con el ingrediente de contar con la presidencia de la república, que no es cualquier cosa.

Es cierto que a AMLO y su presidencia le tocó una monumental tarea que quizá no tenía muy clara y además obstáculos que vencer y proyecto de país qué construir, sin saber a ciencia cierta que serían muy complicado.

Y por eso mismo, porque al partido nacional de MORENA y su presidente de la república tenían en frente el más complejo problema político era de suponer la construcción de una fuerza política formidable para enfrentar los retos de la nación desde abajo, desde arriba y por el medio.

Ni por arriba, ni por abajo, ni por el medio hubo un esfuerzo generalizado al seno de MORENA, tanto que se les olvidó el partido, como el caso de Sinaloa, que su presidente se fue de funcionario y aún es hora que no le sustituye nadie después de un año.

Ha sido tanto el descuido que reflejan que no tienen idea de lo que es una organización política, tampoco cómo gobernar desde él y mucho menos armonizar el partido y el gobierno para construir una nueva república.

A todos los niveles ha habido ese descuido y negligencia que refleja el caudillismo que lo permea por todos lados e incluso representa su ADN.

Es impresionante el capital humano que MORENA y los nuevos gobiernos han desperdiciado producto de esa soberbia triunfalista y ausencia de conciencia de su labor histórica ante las posibilidades de cambiar el país.

Las confrontaciones, reyertas y apetitos políticos insanos, reflejado en el desorden, la indisciplina y la corrupción, no se pueden enfrentar y corregir con una reyerta mayor de disputa por controles solo por el poder.

Al parecer MORENA ha llegado a un punto que no le queda de otra más que un ajuste de cuentas, salida que nunca ha proporcionado soluciones de avanzada y debiera reflexionar sobre la importancia de la iniciativa política, la de abrir espacios para todos, incluso propios y extraños que ayude a oxigenar la política más allá de MORENA para buscar su recomposición y lo principal, ganar el liderazgo político en la entidad.

Ante el gobernador Quirino Ordaz les está ganando la jugada por la simple razón de que MORENA no actúa ni reacciona y además se pelea. Lo hecho por el gobernador es “más ruido que nueces” y no es difícil rebasarlo políticamente, incluso convertirlo en aliado condicionado y no a la inversa, con la compra de diputados que hace.

La expulsión de la fracción parlamentaria de MORENA del diputado Marco Antonio Zazueta Zazueta, presidente de la comisión de fiscalización, no representa nada bueno para una transición de recomposición de MORENA que no ocupa cortarse un dedo, sino que requiere una cirugía mayor. Ojala y pueda.