Amplios y ricos análisis sobres las elecciones presidenciales en Estados Unidos invaden los medios de comunicación, tan exhaustivos algunos, que desmenuzan como pudieran inclinarse los votos de las mujeres, los afroamericanos, los migrantes y luego hacen subdivisiones, al grado que al final concluyen casi todos que no se sabe quién ganara y que quien gane será por muy poco margen, para cerrar con que gane quien gane, para México habrá una sola política: la defensa de los intereses de Estados Unidos.
La política del gobierno, ya sea Donald Trump o Kamala Harris, será la defensa de sus intereses nacionales, que significara, de choque contra la política tanto económica, como sobre el estado de derecho que se está construyendo en México, con fundamento en una política económica netamente proteccionista que retrae al estado Mexicano a las condiciones previas al TLC, es decir de antes de 1994.
No habrá diferencia prácticamente en las relaciones con México si es republicano o demócrata la presidencia de Estados Unidos a partir del 2025.
Y teniendo en puerta el 2026 la revisión del T-MEC, bajo la premisa de la política que le aplicaran a México, las probabilidades que 2026 no sea una revisión del T-MEC sino la creación de un nuevo tratado se robustecen.
La tendencia crece por la simple razón que desintegraron la autonomía del poder judicial, cuando ni siquiera se sabe en que tipo de aparato jurisdiccional se convertirá con las reformas que realizan la 4T y la presidenta Claudia Sheimbaun al poder judicial.
Por que a estas alturas, cuando observamos como MORENA y su 4T operan reformas constitucionales al vapor y se proponen hasta despojar a la suprema corte de la nación de la facultad de arbitrar sobre la constitucionalidad de las mismas así como su aplicación correctas, es simplemente quitarle su razón de ser y reducir su autonomía, para que todo quede bajo las decisiones del congreso de la unión, de los diputados y senadores y consecuentemente, bajo la férula de un partido, MORENA en este caso, y un caudillo que seria la presidenta de la república.
El tamaño de este retroceso institucional del país es inédito y no tiene parangón en la historia de la república en en el ultimo siglo.
Estas decisiones que han asumido MORENA, López Obrador, Sheinbaum y la 4T, están provocando una confrontación principalmente con Estados Unidos y Canadá, pero también con Europa e incluso, con buena parte de Latinoamérica.
La inexistencia de un estado de derecho más o menos liberal, democrático y autónomo, es letal para la existencia de relaciones internacionales sin reglas comunes, sin derechos y obligaciones iguales para los países, por que parten de una premisa falsa, “ que la mejor política internacional es una buena política nacional”, por que eso es una simple frase reduccionista de lo que implica la interrelación de los países en el mundo actual, precisamente por que es a la inversa.
Las tendencias de la humanidad es hacia la ruptura de fronteras, es la interrelación de los pueblos, a la cooperación y la complementariedad. La tendencia no es al conflicto permanente, es más, los conflictos surgen de los nacionalismos dogmáticos y antidemocráticos que pretenden crear ínsulas, aunque perezcan en el intento.
México, bajo esta política dictatorial que promueve MORENA y la 4T, está propiciando un retroceso que se puede convertir en tragedia nacional, tristemente.