columna joseluisNo cabe duda que cuando una persona se altera pierde sensibilidad y el equilibrio emocional, cuestión que a cualquiera lleva a cometer desfiguros y desatinos ante la realidad que tiene enfrente, como le a sucedido al gobernador Rubén Rocha con el paro indefinido que ha implementado la UAS a partir de este lunes 7 de octubre.

 

Desesperación y desfiguros son los rangos de una reacción que debiera ser sesgada, con un control de las emociones y las reacciones políticas las más prudentes posibles, pero lamentablemente en este caso no es así.

 

Después del viernes, cuando el juez de control Carlos Alberto Herrera decidió separar del cargo al Dr. Robespierre Lizárraga como “rector suplente” (cargo que por cierto no existe en ninguna normativa de la UAS) como otra medida cautelar más, que se suma a no poder salir al extranjero (sin previa autorización del juez) acudir a firmar cada 45 días a los tribunales resulto “la gota que derramo el vaso” el abuso de poder y autoritarismo del gobierno y manipulación de las instituciones judiciales, como la FGE (fiscalía general del estado) y los jueces del supremo tribunal de justicia de Sinaloa, provocando la reacción política inmediata de la UAS, decretando el nuevo encargado de rectoría el Dr. Candelario Ortiz Bueno, un paro indefinido de todas las labores de la UAS intentando con ello abrir los oídos de la sociedad, del gobierno de la república y “dar un golpe” en la mesa del gobernador de Sinaloa ante la persecución política incesante e insaciable que ha desplegado en contra de la UAS.

 

Desde el mismo viernes, las huestes del gobierno, de MORENA y el congreso del estado, ahora bajo el mando de la diputada Teresa Guerra, empezaron a preparar el boicot a dicho paro de la UAS, con medidas como mandar imprimir volantes firmados por el membrete de MDE (movimiento democrático estudiantil) con el escudo de la UAS, lo que significa un delito, que repartirían por toda la ciudad, como también utilizar a COBAES al llamar a inscribirse a los estudiantes de la UAS que quisieran, como supuestamente también lo hizo el CETIS 108 de Guasave según un banner que publicaron “los noticieristas” el día de ayer.

 

Ayer mismo, en su tradicional “semanera”, el gobernador Rocha Moya desato su inconformidad descalificando al nuevo encargado del despacho de rectoría, el Dr. Candelario Ortiz Bueno, al que nunca menciono por su nombre como expresión de su menosprecio y coraje, señalando que no tenía ninguna facultad para declarar el paro de labores y que en ningún lugar de ninguna ley se faculta a un “patrón” para que haga paros, cuando el mismo artículo 123 constitucional lo dice que los trabajadores y los patrones podrán realizar paros y la ley federal del trabajo regula esas potestades.

 

El gobernador no entiende, no atiende que su gobierno está caminando fuera de la ley y que sus expresiones de abuso de poder, utilizando a los otros poderes e instituciones autónomas para romper el estado de derecho, esto lo convierte en un autócrata, su gobierno en una autocracia, su desempeño fuera de la ley y eso cada día que pasa lo encamina a la ingobernabilidad y seguramente al desorden.

 

La gobernabilidad se le fuga de las manos como el agua al gobernador Rocha Moya, gobernabilidad que puede convertirse en un caos. Ojalá y no lleguemos a eso.