columna joseluis

 

Este lunes 9 de septiembre se reunió el consejo estatal del PAN y los que esperaban vientos nuevos de cambio después de la crítica que hicieron en campaña tanto a Sebastián Zamudio como al “popo” rojo, candidato que perdió con Juan Carlos Estrada, terminaron reciclando la cloaca que al parecer se ha convertido en la manzana de la discordia. 

 

Para empezar nombraron un comité ejecutivo sin profundidad y trascendencia que les permita superar los supuestos fallos que criticaron de la gestión de Sebastián Zamudio.

 

La realidad a secas y que plasmamos previa a la elección, es que se trató de un juego de vencidas entre Adolfo Rojo y el viejo grupo clerical y empresarial que administraron durante décadas y que presumía Manuel Clouthier Hijo, que eran propietarios del PAN cuando pretendieron manipularlo ya fuera en sus declaraciones así como en sus decisiones políticas. 

 

“el popo” rojo tenía ya casi 20 años en su pugna y logró, en un juego de alianzas con los neo panistas del sur que lidera “el diablo “ Higuera, así como el apoyo de algunos mochitecos quienes alcanzaron la dirigencia con Sebastián Zamudio, quienes ahora se realinearon los del norte con la nueva composición nacional más allegada a la COPARMEX y otros grupos confesionales que buscan colocar al PAN de nuevo en la órbita del poder económico, para imponer a Juan Carlos Estrada. 

 

Es tanta la presencia del grupo empresarial que se habla han asumido la nómina de la dirigencia de acción nacional y que los lleva a presumir que los cargos ejecutivos son honoríficos, mientras circulo entre sus dirigentes la pregunta de ¿en qué nomina estas?

 

Adolfo rojo fracaso hasta ahora en esa batalla y tendrá que remar a contracorriente, en una coyuntura política -como ha sido siempre- la más importante para Sinaloa, la sucesión de gobernador, que ha sido tan intensa en sus escarceos, que ya todos, como los indios, juntan piedras para la batalla.

 

El PAN ha sido y es una institución política muy importante para Sinaloa y el país, tanto que hoy por hoy representa la oposición capaz de enfrentar a AMLO y  MORENA, contrapeso fundamental para restablecer y conservar los equilibrios políticos. 

 

En las últimas semanas el PAN ha dado pasos preocupantes (como la elección de sus dirigentes de Sinaloa), en el sentido de que puede volver a caer en los intereses programáticos de los grandes grupos de poder, que en aras de sus intereses pueden negociar todo sin importarles a quien se llevan entre las patas, como ya lo hicieron antes. 

 

El peor fracaso del PAN ocurrió cuando traiciono a la democracia en 1989 que prefirió aliarse a Carlos Salinas de Gortari que ha Cuauhtémoc Cárdenas y aun se justifican diciendo que habían obtenido un triunfo cultural en el gobierno de Salinas, cuando  este entrego las propiedades del Estado mexicano a los grandes grupos empresariales.  

 

Si prefieren ahora volver a esa senda de aliarse a empresarios que buscan un acuerdo con AMLO quien sabe a cambio de que, van a naufragar y dejar de lado sus contribuciones a una nueva república democrática. Tienen más valor ese rol, como contrapeso político, que ser moneda de cambio.