Muchos, tantos que abruman, han sido los comentarios e informaciones sobre el programa de obra pública que proyecta el gobernador Rubén Rocha en lo que resta de su sexenio y es tanto el ruido, que nubla la vista y obscurece el conjunto de problemas que arrastra Sinaloa, entre las que destaca la crisis agropecuaria, quizá por las lágrimas de alegría o por que le importa poco o mucho lo que digan, siempre y cuando queden bien con el gobierno, que para muchos de eso se trata, pero ni los miles de millones que giran en las mentes del gobierno, como auténticos mantras de su solución política, ni el cinismo de la abdicación, pueden ocultar que vivimos una terrible crisis agropecuaria que debemos empezar a solventar, si es que tiene remedio aun.
Por eso me pregunto, ¿no será hora ya de que el gobernador del estado y su gabinete, puedan establecer una mesa de trabajo con los productores agrícolas, pesqueros y ganaderos, para buscar como empezar a resolver los problemas?
Y lo pregunto, por la crisis de la comercialización del maíz de la cosecha 2023 y 2024, lo mismo que la quiebra de pescadores y acuicultores, junto al sector ganadero, por ejemplo, este último hasta que recupere los estándares zoo sanitarios podrá volver al comercio con Estados Unidos, o el caso del tráfico de camarón centroamericano y ecuatoriano, que casi tiene en la quiebra a la acuicultura que fue pionera del país.
Señalo dos casos concretos, pero en la agricultura, como ya lo demostró la incapacidad para resolver la comercialización de los últimos dos años, además de todos las secuelas que ha dejado su mal manejo, existe a todas luces, una falla estructural del sistema agrícola: no hay financiamiento, ni garantías de comercialización.
Ni FIRA, ni SEGALMEX existen. No hay quien financie al productor mediano y pequeño que en Sinaloa representan más del 80 por ciento de los productores. Como no hay tampoco quien garantice precios de mercado con la quiebra que ha hecho de SEGALMEX ahora con el gobierno de López Obrador.
El gobierno de Sinaloa tiene una “papa caliente” en sus manos con el maíz que compro (800 mil toneladas) y que mantiene embodegados desde hace un año y se puede decir que el 2023 el gobierno de Sinaloa “saco” de la bronca a los productores menores al garantizarles los 7 mil pesos que reclamaba por tonelada, pero el 2024 ya no puede el gobernador endeudarse más y los 750 pesos con las que apoyo SEGALMEX no pintan en la estructura del precio de maíz, lo que dibuja un panorama de agricultores descapitalizados, gobierno estatal endeudado y empobrecido y FIRA y SEGALMEX, saqueados y tronados.
Así ¿cómo se afrontar el próximo ciclo agrícola de maíz sobre todo? Muy difícil preverlo, más cuando el gobierno de la república esta descapitalizado, no hay banca de “primer piso” por que las instituciones para el campo las saquearon y la pregunta sigue flotando en el aire, ¿que se puede hacer?
El problema no está fácil, a la nueva presidenta le dejaran la caja vacía, la economía se sacude, el gobierno de Sinaloa, no tiene dinero, pero parece precisamente, por que no hay salida para los que optaron por “choferear” sin saber manejar, primero es necesario que los involucrados se reúnan y discutan; si el gobierno no puede y no sabe, hay que acudir a los que han resuelto esos problemas siempre, a los productores.
Viene Sheimbaun a Sinaloa y se ven muy bonitos los proyectos para dentro de tres años ¿y los del día? ¿qué hacemos? Vale más platicarlo, no hay de otra.