columna joseluisYo no me explico, como el gobierno de Sinaloa habla de un crecimiento y desarrollo industrial, cuando después de tres años de gobierno del rochismo, no han sido capaces de iniciar los trabajos de la planta de fertilizantes de Topolobampo y no se ve ninguna gestión de promoción de proyectos industriales, vaya ni siquiera de encuentros turísticos de empresarios a cuenta del erario público, como no sea el proyecto carretero que ha propuesto la presidenta electa Claudia Sheinbaum, como sería la carretera “Los Mochis – Chihuahua”, como parte de las 13 obras estratégicas de su gobierno para el 2025.

 

Y resulta más asombroso, cuando el secretario de economía, Javier Gaxiola, anuncio en junio pasado, que nos estábamos preparando para recibir una inversión extranjera directa de 2 mil millones de dólares en el 2024, cuando en el mismo evento “Foro Industrial MX”, informo que el gobierno estatal en lo que llevaba de su gestión solo había captado 1200 millones de dólares, 400 millones por año, lo que hacía inexplicable que el 2024 llegaríamos, tan solo este año a la cifra de 2 mil millones de dólares.

 

Peor aún, se observa el panorama, cuando también se informa que la inversión extranjera directa (IED) en el primer semestre del 2024, solo había alcanzado la cifra de 142 millones de dólares (105 millones de reinversión de utilidades y 37 millones de nueva inversión), cifra que chocan entre si y resultan un perfecto galimatías, que quizá ese sea el propósito.

 

Y lo comento también porque en septiembre, octubre y noviembre, viene la “danza” de los millones con los presupuestos, las rendiciones de cuentas y los informes de gobierno, donde resulta común hablar, hablar y hablar de obras, inversiones y grandes proyectos, todo con el propósito de halagar el oído del ciudadano, aunque lo llenen de mentiras y cuentas fantásticas.

 

De todo esto se habla muy poco durante el resto del año y peor resulta escuchar a los funcionarios de las finanzas y la economía que no muestran ideas y las que tienen no se presentan muy claras, como estas de la inversión extranjera directa.

 

Y son tan abusivos, que después de que suspendieron casi 2 mil millones de obra pública presupuestada para el 2024, y que no explican por que las suspendieron, como ocurrió con el Metrobús de Culiacán que había proyectado Jesús Estrada Ferreiro desde el 2020, al igual que el “circuito interior” de Culiacán “obra Insignia” del sexenio Rochista, ahora anuncian un “megaproyecto” de un puerto en el litoral del municipio de San Ignacio con un proyecto carretero que cruce la sierra madre occidental y aterrice en Ciudad Juárez, Chihuahua.

 

En síntesis, no se sabe a ciencia cierta cuanto, y donde está la inversión extranjera directa, ¿Qué ha pasado con varios proyectos frustrados empezando por la fábrica de fertilizantes hasta llegar a las obras de Culiacán y el puente de “San Ignacio”?

 

Quizá lo más concreto, viable, factible y de gran utilidad, había sido la fábrica de basura “cero residuos” que se propuso cuando llego Gerardo Vargas Landeros al gobierno de Ahome, que en cuanto lo anuncio, como avispas le cayeron unos “leguleyos” que le armaron un escándalo y lo hicieron retroceder. Mas o menos así estamos.