columna joseluisA todas y todos, bienvenidos al 2024 con los deseos de que esta nueva aventura alrededor del sol, nos depare lo mejor para todos y muchas felicidades.

 

Salomón Monárrez Meraz, es un luchador social culichi, quien por más de tres décadas ha sido un activista social, de aquellos que piensan que hay que hacer el bien sin mirar a quien. Que hoy aspira a ser candidato a presidente municipal de Culiacán por el bloque opositor que encabeza Xóchitl Gálvez, para lo cual ha canalizado sus aspiraciones a través del PRD en la espera de que el bloque opositor establezca un método de selección de candidatos.

 

Y como ven, muchos otros activistas sociales e integrantes de los partidos de la oposición tienen aspiraciones de encabezar alguna de las candidaturas, pero lo que no saben es cómo hacerlo, y así pululan en la incertidumbre por los pasillos de los partidos políticos. Y platicando con quien los quiera escuchar porque no saben que pasara con ellos, pregunta a la que nadie tiene ninguna respuesta.

 

No hay por parte del bloque opositor a Morena, una estrategia preelectoral para organizar sus huestes que vayan a la competencia en junio próximo.

 

No sé cuántos personajes de la oposición, como Salomón Monárrez, andan por todos los municipios de Sinaloa en busca de un espacio para enfrentar a la 4T, pero si se suman más de 200,y ese es un capital político enorme.

 

Son muchas las versiones que circulan en los locales de los partidos, las oficinas de los grupos ciudadanos y las personalidades más relevantes de este movimiento, por lo que no hay ninguna certeza para estos activistas, lo que refleja la ausencia de un mando y la presencia de un caos político. situación muy grave para la oposición porque eso proyecta mucha desconfianza.

 

Sí, no hay confianza de nada, porque los activistas y liderazgos políticos viven en la completa incertidumbre, por lo que cabe preguntarse ¿Qué pasará con las bases sociales y los ciudadanos proclives a la oposición y simpatizantes de Xóchitl?

 

Es cierto que todo el mundo tiene intereses políticos, quizás muchos para servir y algunos para servirse. Pero eso es normal y legítimo en cualquier contienda electoral, el problema no radica en ello sino en que no se sepa manejar el interés colectivo y los intereses comunes, básicamente sintetizados en derrotar a Morena y desplazarla de la hegemonía del gobierno. Premisa básica de la que se deducen la estrategia del bloque opositor, específicamente la estrategia electoral y en ella, la selección de candidatos.

 

En esta lógica no importa de qué partido sean o que partido ocupen los candidatos, lo que importa es que sean aptos para las responsabilidades que se les asigna. La oposición siempre debe tener presente que en ella no existe un monarca o un caudillo todo poderoso dueño del gobierno, del dinero y de las instituciones. Por el contrario debe de tener conciencia de que lo único que prevalece sobre todas las cosas es la certeza de reinstaurar la paz, las instituciones y la democracia de México, por lo que sus candidatos no deben ser menospreciados, manipulados, y mucho menos de utilizarlo como moneda de cambio.

 

Todos, hombres y mujeres, que han sido propuestos, sean del partido que sean o sin partidos, son personas que deben ser respetadas y brindarles una oportunidad de ser lo que aspiran. Y aunque no lo logren, sirve para acumular fuerza como parte del capital político opositor a Morena.

 

En la oposición todo mundo vale y todos merecen jugar un rol, por lo que de antemano no se puede descalificar a alguien por sus aspiraciones y todos, desde los más representativos hasta los más modestos liderazgos, requieren hermanarse en esta batalla que será crucial en el país.

 

Por ello, los partidos políticos, grupos sociales de apoyo a Xóchitl y todos los que simpaticen con este movimiento deben entender que siempre hay alternativas para la unidad. Definir las candidaturas no es la repartición de rebanadas de pastel, se trata de una responsabilidad histórica con la sociedad, y se debe resolver de una forma que facilite la mayor unidad posible. Eso es indispensable.