columna joseluisHoy empieza el mes de septiembre y con el, la sacada de los manteles largos para preparar las fechas de San Miguel, aniversario de Culiacán, con todas sus fiestas y avisos del otoño, así como de la navidad, pero a su vez, con un dejo de tristeza, por que pareciera que sus problemas crecen, que pasa el tiempo y no sucede nada.

 

Al paso del tiempo, la capital de Sinaloa languidece, por que no hacen nada sus autoridades y pareciera que no es asiento de los tres poderes y todo lo que significa.

 

Culiacán ha sido olvidado por los gobiernos de la 4T y ya con casi cinco años de gobierno, principalmente por los apetitos insanos de poder del gobernador Rubén Rocha y la ineptitud de quienes han gobernado.

 

Hoy, al empezar septiembre Culiacán luce como aquel enamorado frustrado, cansado, sucio, ojeroso y sin ilusiones, precisamente por que la 4T y MORENA, no ilusionan a la sociedad y cada día que pasa, la decepcionan más.

 

Cinco años han pasado desde que los culichis les dieron su respaldo total y hasta ahora no tienen obras trascendentes, como tampoco servicios públicos eficientes, ni gestión social para elevar la calidad de vida de los habitantes.

 

Ahí tenemos el caso del hospital general de la salida a Imala, que, si Rubén Rocha no hubiera corrido a Héctor Melesio Cuen, hace rato que estuviera concluido y peor aún la “fabulosa” idea de crear el “IMSS – BIENESTAR” que no significa otra cosa más que acarrear más problemas al IMSS, y eso está muy lejos de dar soluciones a los múltiples problemas de los servicios públicos de salud.

 

Vaya, ni tan siquiera la obra magna que ideo Jesús Estrada Ferreiro, “El metro bus de Culiacán” que sin duda era una parte de la solución del problema de transporte público y la saturación de automóviles en la capital (casi 650 mil).

 

Así, la vida cotidiana de la ciudad, ve crecer cada día, sus problemas como si ninguno tuviera solución y todavía peor, los servicios eficientes que existían, como JAPAC, le pusieron “la marca de la casa”, la de la ineficiencia y la empresa que era de prestigio nacional, en poco tiempo exuda ineficiencia e irresponsabilidad, con fugas de agua interminables, cortes de servicio por mala planeación, como ha sido el servicio a las plantas de agua potabilizadora y no se diga la irresponsabilidad de continuar tirando aguas negras “crudas” al mar, tanto que ya es costumbre por la concurrencia la alerta de COFEPRIS para no consumir molusco de la bahía “Santa María” , como tampoco tener respuesta al agotamiento de los rellenos sanitarios.

 

Culiacán es un desastre y lo más que el gobierno municipal se atreve es a parchar baches y pensar en cómo se reeligen o repiten en la presidencia municipal los de MORENA tan inepta e incompetente.

 

Llego septiembre y como ha cantado Serrat, “La Fiesta” de Culiacán se llevara a cabo cuando cumpla 492 años, se realizaran con múltiples festejos, mucho alcohol y luego pasara para volver a la decadencia que seguirá sin freno. Pobre Culiacán.