columna joseluisQuien piense que el paso del frente amplio por México, ha sido fácil, se equivoca. Y se equivoca, porque ha sido una apuesta política muy audaz y complicada. Audaz porque ha sido tortuoso el camino de la coalición opositora que construyeron PRI, PAN y PRD, igual que el bloque de contención, con MC, además, en el senado de la república y en la cámara de diputados, coalición por la que nadie daba nada a su favor para la competencia con MORENA y AMLO.

 

Y complicada, porque el viraje de la coalición opositora a frente amplio por México, resulto de la convicción que la mezcla de ciudadanía opositora y partidos opositores, eran factibles en un solo frente político, que resulto el mayor logro de negociación entre los partidos que decidieron ceder, su liderazgo y hegemonía a un núcleo ciudadano al que se subordino y con el que ha trabajado estrechamente.

 

Al final del día, con ese conjunto de pasos tácticos hacia una unidad opositora fue creciendo hasta convertirse en una estrategia, viable para organizar el bloque electoral capaz de derrotar a MORENA y AMLO.

 

Indiscutiblemente ese fue un gran logro, pero requería su legitimación mediante un proceso inédito, como eran la elección primaria que culminaría el 3 de septiembre, lo cual no fue así por la posición del PRI de proclamar su apoyo a Xóchitl Gálvez, como ya había hecho el PAN y el PRD y con ello, prácticamente suspender la votación del día 3.

 

En esta posición hay quienes consideran que fue un acierto, de lo cual discrepo por tres razones: primero es que Beatriz Paredes estuvo ausente en la deliberación de su partido y prácticamente la sacan de la contienda; segundo, la votación tenía el propósito de medir los alcances de extensión y profundidad del frente amplio en la ciudadanía, así como la capacidad organizativa y logística de los partidos coaligados al frente; y tercero, que también se trataba de lograr un sello distintivo para la campaña electoral en contraposición a los candidaturas y campaña de MORENA.

 

Lamentable el trato a Beatriz Paredes, falla el frente en su organización por que no alcanzo a llegar a sus objetivos y los partidos muestran su burocratización y grado de simulación en la organización del trabajo político electoral.

 

De lo que se deduce que habrá que darles mayor peso político a los frentes sociales, con responsabilidad por encima de los partidos y estos, deberán abrir un proceso de autocrítica y revalorización de su rol, porque el liderazgo les ha quedado grande y las campañas deberán considerarse un portento si se desea derrotar la maquinaria electoral de MORENA y el presidente López Obrador.

 

Es cierto, hasta aquí se pudo llegar como haiga sido, pero es incuestionable que el frente amplio necesita redimensionarse y ello inicia con la convocatoria a candidaturas locales, iniciativa que no se debe perder por que sigue teniendo valor y puede servir para recrear el entusiasmo. Ojalá