columna jorge luis telles circular= Encuentro de AMLO con 50 inversionistas

 

= Del nuevo Can Cún, no quedó ni el proyecto

 

= Notable mejoría en el área de seguridad

 

= A salvo los derechos estatutarios de Aguilar

 

Al frente de un grupo de 25 empresarios sinaloenses, el gobernador Rubén Rocha Moya viajó a la ciudad de México, para reunirse, este miércoles 26 de julio, con el presidente Andrés López Obrador. El grupo se agrandará con otros 25 inversionistas de la capital del país.

Hay algunos temas en cartera; pero el más relevante de todos, sin duda alguna, es el relacionado con la playa Espíritu. El pomposamente llamado Centro Integralmente Planeado, de Teacapán, Escuinapa.

Se trata del mismo proyecto que con un entusiasmo digno de mejor causa nació en el sexenio presidencial de Felipe Calderón -el nuevo Can Cún, le llamaban – y que arrancó a todo motor; pero el apoyo del gobierno federal disminuyó gradualmente con el paso del tiempo, hasta quedar en nada y pasar a manos del ex gobernador Antonio Toledo Corro (qepd), el propietario original de los terrenos considerados dentro del desarrollo en ciernes.

Y es que el CIP, desafortunadamente no levantó, para nada, el entusiasmo de Enrique Peña Nieto y menos el de Andrés Manuel López Obrador. Para no hacer más largo el cuento, por alguna razón, la antigua Playa Espíritu, el magno proyecto del siglo XXI, volvió a manos del gobierno; pero no se tienen recursos para su desarrollo, ni tampoco la voluntad presidencial.

¿Qué harán López Obrador y Rubén Rocha Moya?

Precisamente lo que usted imagina amigo lector: motivar a los empresarios a invertir en el CIP, ahora que se da como un hecho la apertura de los sistemas de riego de las presas Picachos y Santa María, que serán el detonante de la economía en aquellos municipios del sur de la entidad.

De conformidad con los planes de AMLO, ambas presas, con todo y sus sistemas de irrigación, estarán en operación para antes del 31 de octubre de 2024 y en esto harán especial hincapié tanto el presidente López Obrador como el gobernador Rocha, con la intención de levantar el entusiasmo de los inversionistas y recuperar el proyecto playa espíritu, como un sitio de increíble belleza natural y de enorme atractivo para los empresarios del ramo.

La verdad es que no será tarea fácil vencer las resistencias de los potenciales inversionistas; pero constituye, por lo menos, el primer intento en serio para la habilitación de este proyecto, que con todo y su potencial duerme, desde hace mucho rato, el clásico sueño de los justos.

Ya le contaremos.

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Mientras.

Aquí en Culiacán, en el marco de la conferencia Semanera del gobernador Rubén Rocha Moya, el secretario estatal de Seguridad, Cristóbal Castañeda Camarillo, dio a conocer una serie de cifras ruidosamente celebradas por la autoridad y que son datos duros y números fríos; pero no lo suficiente como para hacer cambiar la percepción ciudadana sobre el particular.

Informó Castañeda Camarillo que junio del presente año, registró una disminución del 20 por ciento en homicidios dolosos, contra el mismo mes de 2021. Y algo más: que junio del 21 era, hasta ahora, el mes con menos asesinatos, a partir del 2010 y hasta la fecha.

En lo que hace al municipio de Culiacán, hay una caída del 40 por ciento en la incidencia delictiva global; 51 punto por ciento en homicidios y 14 puntos porcentuales en robo en sus diferentes manifestaciones.

Todas estas cuentas llevan a algo más importante todavía:

Que en la actualidad, Sinaloa ocupa el número 19 en al ranking nacional en materia de homicidios dolosos, lo cual quiere decir, si Pitágoras no era un embaucador, que en este tema el nuestro está mejor que otros 18 estados en el país. Y en la incidencia nacional, las cosas todavía son más satisfactorias: el sitio 26 ya considerados todos los delitos a los que se les da seguimiento oficial.

Y bueno. Si hay motivo, en efecto, para celebrarlo y no se tiene la menor duda en cuanto a la veracidad de la estadística; pero, lamentablemente, la percepción ciudadana aún no entra en sincronía con los números sobre el particular.

Digo.

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Por otro lado.

De nuevo en Sinaloa -luego de una larga e inexplicable ausencia -, Luis Enrique Benítez, el delegado general del Partido Revolucionario Institucional, dejó claro que Jesús Aguilar Padilla tiene a salvo sus derechos partidarios, como respuesta a versiones en torno a un posible veto en perjuicio político de quien gobernara el Estado, entre el primero de enero de 2005 y el 31 de diciembre de 2010.

Tales rumores surgieron a raíz de la firma de JAP en una carta en la que se le exigió a Alejandro Moreno su renuncia inmediata a la presidencia del Comité Ejecutivo Nacional, al considerarlo factor de división, independientemente de la inacción que se advierte en el PRI, pese a la cercanía de un nuevo proceso electoral.

-Un veto no es algo estatutariamente determinado; Jesús Aguilar y todos priistas de los que se ha hecho alusión en algunos medios o bien en redes sociales, tienen a salvo sus derechos partidarios, en estos momentos – puntualizó el delegado.

Para ello -amplió su explicación – existe una Comisión de Justicia Partidaria, de tal modo que mientras no se presente una solicitud formal, no se puede hablar de más expulsados, excepto el también ex gobernador Quirino Ordaz Coppel. Lo que se requiere, subrayó, es “unidad y asumir el papel de oposición que como partido debemos tener aquí en Sinaloa.

Oportuna y puntual la explicación de Luis Enrique Benítez (cuya responsabilidad es la de coordinar el proceso para la selección de un nuevo presidente del Comité Directivo Estatal en Sinaloa); sin embargo, inevitable formularnos una pregunta:

¿Le quitará el sueño a Jesús Aguilar la posibilidad de un veto estatutario?

Usted tiene la respuesta, amigo lector.

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En tanto.

Diputados locales de Chihuahua, Sinaloa y Durango, se reunieron recientemente en nuestra entidad, con la intención de suscribir el “Manifiesto de la Bondad” a través del cual se pretende bautizar como la región de la Gente Buena a la intersección geográfica de estos tres estados, conocida internacionalmente como el Triangulo Dorado y no solo en el argot del narcotráfico, lo que quedar muy claro.

A través de ese manifiesto -que en su momento será ratificado por los gobernadores de las tres entidades mencionadas – se pretende llevar a cabo una serie de acciones (todavía no bien definidas), encaminadas a la eliminación de estigmas con las que tienen que vivir los habitantes de esa zona de nuestro país.

En sintonía con esto se tiene que ponderar -en palabras del diputado Feliciano Castro, presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado – “la laboriosidad, la bonhomía y la generosidad de la gente, a la par del impulso a la cultura existente en las zonas serranas, que si la hay aunque en diferentes manifestaciones”.

La intención data de la última visita del presidente Andrés Manuel López Obrador a aquella región, en la que mostró precisamente su desacuerdo de que se le llame Triangulo Dorado y sugirió, al mismo tiempo, mencionarlo como la zona de la Gente Buena, por las características propias de sus residentes.

De ahí viene todo.

Por lo consiguiente, parece, más que nada, una “quedadera de bien” con el presidente López Obrador toda vez que cualquier individuo, con un par de dedos de frente, entiende a la perfección de que un cambio de nombre -y si se le llama así es por costumbre, no porque sea una disposición oficial – no resuelve en lo más mínimo el grave problema de una serranía hundida, ancestralmente, en la marginación y el olvido de parte de los gobiernos mexicanos, llámense como se llamen.

Más que rebautizar al mundialmente famoso “Círculo Dorado” como la región de “La Gente Buena”, lo que se necesita es abrir oportunidades para la zona; llevarles el apoyo que requieren para su subsistencia y mejorar, en términos generales, sus condiciones de vida; de las peores de nuestro país.

Así de sencillo.

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Y por hoy hasta aquí. Nos vamos ya. Cuídense mucho y Dios los bendiga. Ahora y siempre..

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