Ya con 32 jugadores en sus respectivos rosters – aportados por todos y cada uno de los otros ocho clubes – Algodoneros de Guasave y Sultanes de Monterrey tendrán que llevar a cabo varias operaciones de aquí a octubre, para poder contar con equipos verdaderamente competitivos de cara a su participación en la próxima temporada de la Liga Mexicana del Pacífico.
Y es que la verdad sea dicha: con el material humano obtenido durante el draft del martes próximo pasado en la ciudad de Monterrey, Algodoneros y Sultanes no irán a ninguna parte. Así de sencillo.
Una situación así estaba más que prevista. Obviamente ninguna de las ocho franquicias cedería a sus jugadores estelares, quienes fueron arropados por el manto protector, hasta por un total de 19, más 20 de los más prometedores novatos. Cierto, obligados por las circunstancias (porque su número de consagrados superaba a los 19) tuvieron que soltar a uno que otro; pero los estelares se quedaron en su roster original.
En este aspecto, quizás el club más afectado fue Tomateros de Culiacán, que tuvo que prescindir de los servicios de Ismael Salas, Maxwell León, José Manuel Orozco y Edgard González – además de cuatro más -, quienes quedaron equitativamente repartidos entre Algodoneros y Sultanes; pero, fuera de eso, nada como para escribir a casa.
Así las cosas, algo tendrán que hacer los directivos del uno y el otro club para ctivas listas, en el entendido de que tienen varias opciones a seguir.
Veamos:
Una adecuada selección de sus ocho peloteros extranjeros, más cuatro mexico-norteamericanos que serían clasificados como nacionales; una certera elección de jugadores que serán objeto del draft de la Liga, a celebrarse en un par de meses más y algunos cambios importantes con el resto de los equipos. Tienen mucho hueco: apenas 32 de un total de 70 que será su roster final, como el de todas las franquicias.
Y para Guasave y Monterrey el tiempo apremia. Los meses de aquí a octubre transcurrirán velozmente y como lo citamos líneas arriba: con eso que tienen – dicho con todo respeto – no irán a ninguna parte.
¿O sí?
= LOS ROSTERS DE GUASAVE Y MONTERREY =
Y bien.
Para su mejor comprensión, analicemos, a vuelo de pájaro, cada roster por separado.
Guasave, definitivamente, tiene sus mejores cartas en los elementos aportados por Tomateros de Culiacán: Maxwell León y José Manuel Orozco, un joven de gran potencial que inexplicablemente no ha saltado al estrellato en el beisbol mexicano.
También quedó con Algodoneros: Arturo Rodríguez, uno de los pocos cátchers que batean algo más que bien; el pitcher veterano Walter Silva, cuyos mejores años ya quedaron atrás; el todavía ligamayorista Joakim Soria, que difícilmente jugará en invierno y algunos otros peloteros de cierto renombre como Jonathan del Campo, Isaac Jiménez, Héctor Galván, Luis “Caballito” Heredia, Emmanuel Avila y Bryan Araiza, entre otros.
Monterrey, por su parte, tiene en Ismael Salas y Edgard González a sus mejores elementos por ahora. Los dos con un buen verano, por cierto, y en el caso de Edgard será uno de los poquísimos que defenderá la misma franela tanto en invierno como en verano. Soñaban los directivos regios que Culiacán dejará libres a Sebastián Elizalde, Ramiro Peña y Román Alí Solís; pero esto no ocurrió.
Sultanes tendrá a algunos lanzadores veteranos, quienes todavía cuentan con brazo para dos o tres temporadas más: Rolando Valdez, José Oyervidez y Thomas Allan Melgarejo. Por ahí también: Jorge “Chato” Vázquez (ya prácticamente retirado), Niko Vázquez, Héctor Ambriz y un buen puñado de novatos, entre los cuales más de alguno dará el gran salto.
A diferencia de lo que ocurre con Algodoneros de Guasave, que sin iniciar campaña ya tiene problemas económicos, Sultanes de Monterrey es una organización sumamente poderosa en lo financiero y nada tacaña a la hora de grandes contrataciones. Podrá traerse a ocho extranjeros verdaderamente rentables y a cuatro más que contarán como nacionales. Y en cuanto al material nacional, también nos pueden dar una agradable sorpresa.
Subrayamos: así como están hoy Algodoneros y Sultanes, quedarán a deber en cuanto a nivel competitivo; pero todavía pueden hacer muchas cosas de aquí a octubre próximo.
Pendientes.
= EL ENORME DESAFIO DEL “CHICHI” SANDOVAL =
Por cierto.
Nada fácil la meta que se trazó el máximo directivo de Algodoneros de Guasave, para poder transitar una temporada económicamente tranquila y para garantizar la permanencia del equipo en la Mexicana del Pacifico: vender, por adelantado, no menos de cuatro mil butacas entre toda la fanaticada del valle del Petatlán.
-Con eso aseguraríamos la nómina y los gastos prioritarios de la campaña – dijo Sebastián Sandoval Matzumoto a los representantes de los medios de comunicación.
Y la tarde del jueves próximo pasado, en una calle del centro de la ciudad, convocó a una reunión con aficionados, seguidores y público en general, a quienes reiteró que, sin esto, será imposible mantener a los Algodoneros en Guasave.
En realidad, el objetivo es complicado.
Con 4 mil lugares vendidos de manera anticipada, el nuevo club contará con recursos suficientes para la cobertura de su nómina, a lo mejor; pero hay infinidad de gastos a los que hará frente desde ahora; desde mucho antes de arrancar la campaña.
Sandoval Matzumoto – con quien nos liga una relación de amistad de tiempo atrás – es un hombre emprendedor, de gran capacidad para el trabajo, visionario y enamorado del beisbol. Le entiende a esto y nadie mejor que él en todo Guasave, para hacerse cargo de la empresa; pero de esto a que haga milagros existe una diferencia abismal.
Y bueno pues…mucha suerte.
= COLOFON =
Y hasta aquí por hoy.
La despedida con nuestra invitación para que siga esta columna especializada en la página oficial del club Culiacán de beisbol www.tomateros.com, así como en nuestro sitio de internet www.jorgeluistelles.com.
Y nos vamos ya, con el deseo de siempre: que Dios los bendiga.