COLUMNA PALCO PREMIER DEPORTES JORGE LUIS TELLESok

 

= “Somos los únicos dueños de los derechos”: Puello Herrera

 

= Si no es Mazatlán, podría ser en otra ciudad de la LMP

 

= Comienza a inquietar la factibilidad de la próxima campaña

 

= Respaldan equipos la decisión de continuar con la Liga JAPAC

 

La preocupación verdadera no es que Mazatlán no tenga su Serie del Caribe en febrero del año entrante, sino que el puerto tenga beisbol de la Liga Mexicana del Pacífico. Y todavía hay un escenario peor: que ni tan siquiera se lleve a cabo la temporada 2020-2021 del poderoso circuito invernal.

Vamos por partes:

1.- La Confederación de Ligas del Caribe, que preside el dominicano Juan Francisco Puello Herrera, ya fijó su posicionamiento: los derechos del torneo son de la Confederación y si Mazatlán, por lo que usted guste y mande, no puede organizar el certamen, tranquilamente se lo pueden asignar a una sede alterna, ya sea en México o en cualquier otro país. Lo ideal sería una ciudad mexicana –Culiacán, Monterrey o Hermosillo -; pero también la quiere Panamá, que la organizó en 2019, con un éxito inusitado.

2.- El verdadero problema, volvemos a lo mismo, es que si el ayuntamiento de Mazatlán y el club de beisbol Venados de Mazatlán no dirimen sus diferencias, entonces el puerto no tendrá estadio y no solo no será sede de la Serie del Caribe, sino a lo mejor hasta no hay temporada de la LMP. Hasta la fecha, ambas partes dicen poner todo lo que está de su lado para dirimir el conflicto; pero nada claro, hasta ahora.

Y:

3.- A estas alturas del partido ya no es para nada temerario el abordar el peor de todos los escenarios, el que nadie desea. Que no haya Serie del Caribe; que Mazatlán se quede sin beisbol y que la Liga Mexicana del Pacífico, en conjunto, se quede sin su temporada número 76.

Ciertamente el tema se había comentado en voz baja en las últimas semanas; sin embargo, en la medida que pasa el tiempo ha crecido sustancialmente la inquietud de los señores directivos ante la eventual cancelación de la campaña venidera o de desarrollarla de una manera muy diferente a como la hemos vivido hasta la fecha. En efecto, la pandemia provocada por el coronavirus se ha extendido mucho más tiempo del previsto y lo más grave es que ni tan siquiera existen fechas tentativas para la erradicación de la enfermedad.

Frente a esta situación, la directiva de la Mexicana del Pacífico sesionará en breve, vía digital, para poner sobre la mesa las alternativas prácticas para salvar la temporada. Los preparativos siguen adelante; sin embargo ya comienzan a plantearse algunas condicionantes, derivadas de lo que el gobierno mexicano llama ya la nueva realidad de nuestro país.

Escenarios preocupantes en todos los sentidos porque el beisbol genera muchas fuentes de trabajo – no solo las de los jugadores – y su eventual cancelación vendría a ser un golpe más contra la ya de por si deteriorada economía de México.

Una humilde opinión, amigo lector.

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Y bien.

Si para la Liga Mexicana del Pacífico – cuya temporada debiera iniciar en octubre – el panorama comienza a obscurecerse, qué decir de la Mexicana de Verano, a cuyo interior ya se piensa seriamente en la cancelación de la campaña correspondiente a 2020.

Para el circuito de verano, como ya lo dijimos líneas arriba, jugar sin público, como lo planean hacer las Ligas Mayores, no es una opción valedera. De plano.

La Mexicana de Beisbol, como la Mexicana del Pacífico y las otras ligas de nuestro país, tienen ingresos importantes a través de la promoción, la publicidad, los patrocinios y la venta de los derechos de Radio y Televisión; sin embargo, los más cuantiosos son la taquilla y la vendimia en el interior de los estadios.

Sin estos ingresos, ninguno de los clubes mexicanos sería redituable y por consecuencia estarían imposibilitados para desarrollar su temporada.

Es por eso, que la edición 2020 de la Liga Mexicana de Beisbol está a nada de cancelarse. Todavía hace un par de meses habían presentado hasta tres alternativas de solución; pero ahora ya solo les queda la última: un mini torneo de solo tres meses y puede que ni eso sea viable, de acuerdo a los últimos criterios del sector salud de nuestro país.

Si el golpe ya es durísimo, más lo será para directivos, peloteros, promotores y personal administrativo y operativo de todos los clubes. Lamentablemente.

Y bueno, pues veremos qué pasa.

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Por cierto.

Buena impresión, en los círculos beisboleros locales, el posicionamiento del presidente de la Liga JAPAC, Jesús Scopelitis, en el sentido de que, de un modo u otro, se reanudará la temporada actual, suspendida, ya lo señalamos, desde su jornada número cuatro, ante la alerta sanitaria derivada de la epidemia de Covid-19.

El circuito JAPAC es el más importante del Estado en ese nivel, digamos que amateur. Es una liga de reconocimiento nacional y que se ha convertido en fuente productora de talentos para el beisbol nacional.

Además es la manera en que desquitan sus ganas, en verano, los aficionados a la pelota, seguidores de los Tomateros de Culiacán.

De ahí el respaldo a la postura del máximo dirigente de esta liga, en el entendido de que podría extenderse, sin problemas, hasta septiembre u octubre, por lo cual se cuenta con un colchón, más que considerable.

Y eso ha causado todavía mejores efectos entre equipos y peloteros, dispuestos a acatar, lo antes posible, el llamado al “play bol”.

Que sea así.

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Y a manera de colofón.

Solo invitarlos a que sigan nuestros comentarios especializados aquí en www.jorgeluistelles.com y en otros portales que nos honran con la publicación de Palco Premier.

Le exhortamos, del mismo modo, a que siga, al pie de la letra, con la Jornada Nacional de Sana Distancia, prevista para concluir en dos semanas más.

Paciencia ya falta poco.

Y que Dios los bendiga. Ahora y siempre.

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