palco premier

 

= Doblegaron en el decisivo a los Leones de Yucatán

 

= Antes, superaron a Sultanes y Potros de Tijuana

 

= Tampa Bay en la divisional de LA ante Houston

 

= El domingo venidero, juego con causa: Culiacán-Guasave

 

La emblemática canción del grupo Queen, “We Are The Champions” – magistralmente interpretada por Freddie Mercury – se dejó escuchar, por vez primera en su historia, en el estadio de Monclova, al norte del país, para celebrar el campeonato de los Acereros de aquella ciudad, en la Liga Mexicana de Beisbol. Primero, desde que ingresaron al circuito de verano, más de cuatro décadas atrás.

Un título logrado con todos los honores, tras imponerse a los Leones de Yucatán en el séptimo partido de la llamada Serie del Rey. Monclova perdía 5-2, luego de las primeras cuatro entradas; pero en la cierre del mismo cuarto inning, los Acereros iniciaron una rebelión, que resultó incontenible, a su vez, para el hasta entonces sólido pitcheo de los melenudos.

Y en efecto, un cetro conquistado a toda ley. Como que a lo largo de la postemporada, Monclova tuvo que doblegar a los tres últimos campeones de la LMB: Sultanes de Monterrey, Toros de Tijuana y leones de Yucatán, finalmente.

Hay que apuntar, además, que después de su viaje a la blanca Mérida, los Acereros llegaron a su parque en desventaja de 2-3, sin mañana para ellos. La línea del destino, sin embargo, ya estaba trazada: emparejaron la serie sin mayores dificultades y en el séptimo desafío la suerte les sonrió.

¿Lo relevante?

Una ofensiva de 14 imparables, que incluyó cuadrangular de Erick Aybar, justamente para igualar el encuentro a 5 anotaciones en el quinto episodio y un hermético cierre de Carlos Bustamante, con ponche, rola a la intermedia y cepillazo por el short, para el out número 27.

Y la historia terminó por escribirse: Monclova, campeón de la Liga Mexicana de Beisbol, por vez primera, luego de más de 40 años.

Salud por eso. ¡Salud…!

 

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Y bueno.

En desafortunado contraste, la tristeza invadió el estadio de la ciudad de Oakland, en el norte de California, tras la derrota de sus Atléticos ante los Rays de Tampa Bay (por marcador de 5 carreras contra 1) en el juego entre los comodines de la Liga Americana.

La mala noticia para Tampa es que su rival, en la serie divisional, serán los Astros de Houston, el mejor equipo de Grandes Ligas: Nacional y Americana.

Esto, a partir de mañana, en la sede de la NASA: Houston, Texas.

Para los casi 40 mil aficionados que llenaron el estadio de Oakland – entre ellos, muchos de San Francisco, del otro lado de la bahía – no existió, a lo largo del juego, momento alguno de felicidad: al caer el tercer out de la apertura del tercer inning, ya perdían 4 carreras contra 0. Hubo, cierto vestigio, sobre el cierre de ese capítulo; pero nada más. Les colgaron seis argollas de manera consecutiva.

Decepcionante para la noble fanaticada de tan agradable ciudad, que tenía puestas todas sus esperanzas en este equipo, ciertamente favorito para la clasificación a la serie divisional, con mejor record que Tampa Bay.

El gran héroe del encuentro lo fue el cubano Yandy Díaz, con par de jonrones, a los que se añadieron otro del venezolano Avisael García y uno más de Tommy Phan, el designado.

Charlie Marta le cumplió a su manager que solo le pidió “cinco buenas entradas” y que “tus compañeros se encarguen del resto”, como sucede ahora. Marta lanzó en gran plan, con solo un titubeo, el del tercer episodio, que resolvió sin mayores problemas. Sean Manaca, en cambio, no pudo con el paquete: le tupieron duro durante las primeras tres entradas, ante la desilusión de sus seguidores.

Viene ahora, para Tampa, un tremendo compromiso: su serie contra los Astros de Houston, de la que, según los especialistas, no saldrán vivos; pero nada garantizado. En beisbol, todo puede suceder.

En la otra serie de la liga Americana: Yanquis de Nueva York, recibe a los Gemelos de Minnesota, uno de los clásicos más viejos del “nuevo” circuito.

Se vale apostar.

 

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Mientras.

El próximo domingo, un preámbulo importante a la apertura de una nueva temporada de la Liga Mexicana del Pacifico, con el llamado juego con causa entre Tomateros de Culiacán y Algodoneros de Guasave, aquí en el estadio de la Nación Guinda, a partir de las 5 de la tarde.

Partido de exhibición, si quiere usted; pero no ausente de la categoría que distingue al fuerte circuito invernal mexicano.

Algodoneros de Guasave, dirigido por Rigoberto Beltrán – cuyos mejores años los vivió precisamente con el equipo de casa – ya está prácticamente completo, al menos en lo que hace a su planta de jugadores nacionales. Veremos a la mayoría de sus titulares. Con los que se la jugarán en su campaña de regreso a la LMP.

Y Tomateros de Culiacán, por el mismo estilo, ya con muchos de sus titulares y algunos de sus extranjeros; entre ellos el cubano Ronnier Mustellier y el panameño Rodrigo Orozco junior. Los dos verán acción con regularidad a partir del inicio de la nueva temporada.

Actualmente, Tomateros está de gira por el Estado de Arizona, en un torneo anual que ya es una tradición. Regresará con resultados positivos.

Así las cosas, nos vemos el domingo, en el flamante estadio de casa.

Veremos buen beisbol y de paso contribuiremos para una causa noble: los padres de los niños con cáncer, atendidos en el Hospital Pediátrico de Sinaloa.

Si. Ahí nos vemos.

Y con esto le decimos a usted, amigo lector, que nos siga en nuestro sitio de internet www.jorgeluistelles.com, así como en la página de internet del club local www.tomateros.com.

Y lo de siempre: que Dios los bendiga.