columna oswaldo villaseñor

¿Será fácil quitarle el poder y el control de la UAS al grupo de Héctor Melesio Cuen?. A juzgar por lo visto y la capacidad de movilización que tiene, juzgamos que no.

La sola pretensión o suposición de que el Congreso Local abordaría una iniciativa de ley para reformar la ley orgánica de la UAS que entre otras cosas pretende regresar a la Universidad a los tiempos en que los rectores y directores de facultades, así como los representantes de diferentes órganos de dirección eran electos “democráticamente” por el votos de alumnos y personal, hizo que el actual rector le diera una probadita de lo que puede suceder, si el otro grupo, de otro ex rector, insiste en estos cambios.

Lo cierto es que en nuestra columna de ayer, apenas y si exclamábamos la siguiente frase.

Pobre Universidad Autónoma de Sinaloa. Actualmente copada por un partido político –El PAS- y que quiere ser “liberada” por otro partido –Morena- para luego adueñarse de ella.

Pero más pobre la Universidad, cuando es vista como botín político y financiero por dos ex rectores, Héctor Melesio Cuen y Rubén Rocha Moya quienes ambos también quieren ser gobernador.

La bandera de Rocha y su tropa Morenista no puede ser otra más que la que está de moda en este sexenio. La transparencia y el combate a la corrupción.

La bandera de Cuen y su tropa es que el Congreso y Morena, quieren vulnerar y atentar contra la autonomía de la Universidad.

Lo que si es cierto y evidente a todas luces, es que la UAS es actualmente disputada como botín político y financiero por dos grupos a quienes no les falta razón para enarbolar cada una de sus respectivas banderas.

Y es que para nadie resulta un secreto de que la UAS está controlada por el grupo de Héctor Melesio Cuén y desde ahí se alimenta al PAS.

Pero tampoco es un secreto que detrás, al frente y a los lados de esta intentona de quitarle a Cuen el control de la UAS, se encuentra otro ex rector, como lo es Rubén Rocha Moya, actual senador por Morena.

Desde la campaña por el Senado, ambos ex rectores se dieron hasta con la cubeta y el principal tema para la discusión, fue y es hasta el momento, la disputa por la UAS, quien ejerce poco más de 6 mil 420 millones de pesos, el segundo presupuesto más grande y abultado de Sinaloa, solo superado por el Gobierno Estatal.

De ese tamaño es el botín financiero, pero más atractivo es el político al albergar esta universidad a poco más de 100 alumnos y más de 25 mil trabajadores.

En fin, la disputa por la UAS ha entrado en una fase crítica como hacía mucho no se veía en la máxima casa de estudios de los sinaloenses.

¿Y la academia?.

Esa por lo pronto pareciera no ser la prioridad de los grupos políticos que se disputan su control.

Veremos en que termina este choque partidista, este choque de aspirantes al gobierno y choque de ex rectores.

Veremos quién gana la careada.

Habrá que estar pendientes.

PASO A PASITO.-Y el concierto del chonte continúo por tercer día consecutivo.

Ayer la defensa de Luis Angel Pineda le tocó interrogar a dos testigos de cargo aportados por la Fiscalía y quienes con sus declaraciones le han puesto una pesada lapida al acusado.

Desde luego no había mucho que esperar porque uno de los chontes, el mayor, Rafael Lizárraga ya estaba vacunado contra el abogado defensor, Humberto Villasana.

No hay que olvidar que durante su comparecencia, entre otras cosas, Rafael Lizárraga, dijo que él llegaba ante el juez sumamente confiado, puesto que durante su desempeño como Secretario de Turismo, precisamente Villasana, quien era el titular de la Secretaría de Trasparencia, era quien le auditaba y le decía que estaba todo bien y ahora defiende al acusado de corrupción.

Más amarrado no podía haber llegado Villasana a su interrogatorio, porque aquí sí se aplicaría el dicho que ya es famoso, supuestamente pronunciado por Lapo. “Nadie agarra un zorrillo sin resultar apestado”. Creo que Villasana lo entendió muy bien.

Hoy el juicio oral continúa y se dará la fase de alegatos para después la juez tener un tiempo de deliberación para anunciar su fallo.

Todo el balón ya está en la cancha del juez.

OTRO PASITO.-¿Quién creen que será el coordinador general de la campaña del próximo dirigente nacional del PRI?. Pues bien, será nada más y nada menos que el diputado federal sinaloense, Alfredo Villegas.

Con ésta cercanía con el próximo líder nacional del PRI, el diputado Federal pudiera estar sacando boleto para la sucesión en el 2021.

No será solo tener el respaldo del dirigente nacional, sino su posición le permitirá construir y tejer acuerdos con los diferentes grupos políticos a favor de Alejandro Cárdenas, que luego los puede aprovechar a su favor.

Si alguien no veía a Alfredo Villegas con posibilidades para el 2021, hay que verlo ya.