Algo debe estar cambiando entre quienes toman las grandes decisiones en este país y en Sinaloa. La mayoría de las encuestas, -por cierto levantadas o hechas por firmas poco conocidas hasta entes de este sexenio-, empiezan a cerrar la brecha entre Morena y el PRI como los partidos con mayores posibilidades de ganar la gubernatura de Sinaloa.
En estos tiempos, anteriores a tener candidatos y estar inmersos en las campañas, las encuestas –todas o la gran mayoría- que se publican solo cumplen una función y esa es la que hay que observar. Sirven para inducir.
Las reales, esas no se publican y sirven para tener indicadores que permitan elaborar una ruta de posicionamiento y una estrategia de cómo ganar la atención y aceptación del electorado.
Si partimos de esta premisa habría primero que observar y luego que hacernos una pregunta. Primero observar como después de muchos meses de aparecer Morena y Rubén Rocha como los campeones de las encuestas, ahora registra una caída y un empate técnico con el PRI, quien ha ido creciendo en las mismas.
Después de observar este detalle, entonces viene la pregunta. ¿Algo cambió entre los dueños de estas encuestas –ojo no las encuestadoras- que pareciera dibujar un cambio de rieles?
Esa es la gran interrogante a contestar. Mientras hay que seguir observando.
1.-Durante los últimos días, se ha conocido tres encuestas de tres firmas diferentes. Massive Caller, Demoscopía Digital y Tracking Polls. Las tres coinciden en algo. Ya ponen un empate técnico entre el PRI y Morena.
2.-Sin embargo, en la discordancia de estas tres, hay una que pone a Juan Alfonso Mejía dando un salto desde el sótano en la intención del voto priísta hasta la segunda posición. Esa es la Massive Caller.
Hay otra donde se coloca a Jesús Valdés como quien le da la batalla a Rubén Rocha e incluso ya lo empató en la intención del voto. Solo unas décimas los separan entre uno y otro. Esa es la de Demoscopía Digital.
Y luego viene una tercera donde coloca al Senador Mario Zamora no solo en empate técnico con Morena y Rubén Rocha sino incluso sacándole varios puntos de ventaja y pintándolo como el mejor posicionado y con mayor intención del voto. Esa es de Tracking Polls.
3.-¿A cuál de las tres encuestas hay que creerle?
¿A todas o a ninguna? Yo diría que a todas. Todas cumplen la misma función y en estos tiempos de precampaña se vale. Esa función es la de inducir.
¿Cuándo se preocuparán por presentar números reales, o bien con un poquito de margen de movimiento? Justo cuando ya haya candidatos y se esté inmerso en las campañas. Ahí sí, prestar la firma para inducir, suele traer un costo muy alto para la firma. No atinarle o estar cerca de los resultados que arroje la elección, va directo a lo más preciado para una firma. Su confiabilidad.
4.-Así que en estos tiempos de inducción, hay que ver lo importante. No el número final, sino como se mueven los números, hacía donde e incluso, a quien se incluye aun cuando no haya indicadores para incluirlo. En fin, la pregunta hoy más que nunca es válida.
Qué pasó entre los dueños de las encuestas –ojo no las encuestadoras- que está provocando ya no dejar solo a Rubén Rocha como el campeón de las mismas y como el personaje que se encaminaba solo, en caballo de hacienda, y como virtual el gobernador para el próximo sexenio.
¿Habrá cambio de rieles? Eso es lo que hay que observar.
5.-Por lo pronto, las mismas encuestas que encumbraron por muchos meses a Rubén Rocha y lo pintaban en solitario, hoy le registran una drástica caída en su intención de voto, aun cuando en todas, siga siendo el mejor posicionado de Morena.
¡Pero ojo!; ya no está solo y ya va en empate técnico –en las encuestas de inducción- con el PRI y con varios personajes priístas.
Eso hay que observarlo.
Habrá que estar pendientes.
PASO A PASITO.-Se calienta de más el proceso interno de Morena y a quienes tienen el control actualmente del partido, parece que las cuentas no le salen y prefieren reventar el proceso como estrategia de conservar el control del partido mientras pasa el proceso electoral.
Ya lo habíamos advertido. Mario Delgado trae toda la cargada a su favor, pero las cuentas parecieran no salirle y era muy probable que no le alcance.
Hoy es Mario Delgado quien habla de la posibilidad de que se reviente el proceso, se declare improcedente la encuesta y la actual dirigencia, por cierto encabezada por Alfonso Ramírez Cuellar –de su mismo grupo político- se quede al frente hasta después del proceso electoral.
Los medios no importan, sino el Fin, dijera Maquiavelo.
Ya veremos dijo el ciego y ver que pasa con los Morenistas que están inmersos en una lucha de poder y por el control del partido.
Todos están muy preocupados por impulsar la 4T y de favor le pido no vaya a pensar que es por los 2 mil millones de pesos que tendrá este partido de prerrogativas oficiales y por el reparto de las candidaturas. No para nada, eso es impensable. Ellos quieren mucho a México y al pueblo pobre.