Sin quitarle ni ponerle

Show y corrupción.. ¿Caerá Peña?

columna oswaldo villaseñor

¿Caerá a la cárcel Enrique Peña Nieto? ¿Lo alcanzará el peso de la ley y el compromiso de López Obrador de barrer la corrupción como se barren las escaleras, o sea de arriba hacia abajo tal y como lo prometió el campaña?

La verdad se antoja que no. Es muy difícil que el peso de la ley alcance a un ex presidente de la República.

Ese es el único cajón que nunca abriría el presidente en turno y menos uno como López Obrador.

Podrá abrir otros cajones donde se anidó corrupción como puede ser de secretarios para abajo, pero nunca el del ex presidente de la república.

El día que un presidente en funciones decida abrir el cajón presidencial y meter a la cárcel a un ex presidente, estaría firmando su propia sentencia, dejaría su propio cajón abierto y entonces sí, el que seguiría sería él.

Es por eso que se antoja muy difícil, -por más necesidad política que tenga el presidente López Obrador de dar un golpe político fuera de serie para mantenerse en el poder-, se anime a meter a la cárcel a su antecesor.

Y mucho menos, abrirá el cajón de la corrupción presidencial, un presidente que no ha cumplido con la ley y no ha licitado más del 80 por ciento de los contratos de obras y compras que ha realizado. Eso aquí en china se llama corrupción.

Mucho menos abrirá el cajón presidencial de la corrupción un presidente que desde ahorita ya se señala por la fuerte opacidad y poca transparencia que existe en el manejo discrecional que ha hecho del presupuesto público. Eso aquí en chima se llama corrupción.

Mucho menos abrirá el cajón presidencial de la corrupción, un presidente que ha solapado como sus colaboradores cercanos se han beneficiado con negocios al amparo del poder tal y como se los han demostrado. Eso aquí en china se llama corrupción. En fin.

¿Entonces caerá Peña? Se antoja que no.

Pero si no cae Peña, que pasará con todo este circo mediático que se ha montado de combate a la corrupción desde la 4T, pero que solo va por los del pasado y tiene tuvo de contención política a los adversarios del presidente.

¿Se tendrá un efecto de decepción en el pueblo quien comprobaría la sospecha existente de que Peña le abrió la puerta de Los Pinos desde adentro a López Obrador a cambio de impunidad e inmunidad?.

Si se comprueba este acuerdo entre el presidente que se fue y el que llegó, evidentemente le pegará más políticamente a quien acusó y no actuó, que a quien se señaló.

En fin, hoy hay que preguntarse. ¿Y caerá Peña? ¿Y si no cae, qué?.

1.-Desde que el Gobierno de la 4T inició la cacería de Emilio Lozoya y que terminó con su captura, se creó una expectativa muy alta. El que sigue es el expresidente Enrique Peña.

Incluso, muchos analistas políticos y el propio presidente López Obrador han creado esa expectativa, al dejar claro en sus opiniones personales que esos negocios hechos al amparo del poder no se pueden hacer sin el conocimiento y consentimiento del más alto nivel de gobierno que es el presidente.

Así lo ha dicho en más de una ocasión López Obrador y así se ha retomado en los diversos análisis, de este caso. ¿Entonces debería caer Peña? ¿Caerá Peña?

2.-Hoy que Emilio Lozoya viene de regreso a México extraditado y con un supuesto acuerdo con el gobierno federal donde él hablará de la corrupción en Pemex a cambio de supuestos beneficios legales, las expectativas mediáticas siguen crecimiento y es el propio presidente quien las hace crecer.

Ayer en la contestación a un desplegado firmado por intelectuales y columnistas, donde se habla de la necesidad de recuperar la pluralidad democrática quitándole el control de la cámara de diputados federal al presidente, este les reviró muy a su estilo personal.

Que no saben que ya viene de regreso a México, el extraditado Emilio Lozoya quien hablará de la corrupción y como se daba en el viejo régimen.

Que no saben que viene extraditado Emilio Lozoya y hablará de cómo se lograban los famosos contrapesos en la Cámara de Diputados, le abonó el presidente López Obrador.

3.-Ante tales expectativas creadas por el propio presidente de que va por su antecesor Enrique Peña Nieto, -aunque no lo diga por su nombre y pueda negarlas en el futuro- la pregunta es más que obligada.

¿Qué pasará si la llegada de Emilio Lozoya a México extraditado por casos de supuesta corrupción, no propicia la caída del expresidente Enrique Peña Nieto como muchos ya lo empiezan a pronosticar?

4.-Lo cierto es que es muy alta la expectativa mediática creada desde el gobierno federal en una estrategia de contención a los partidos políticos, sobre todo PRI y PAN a quien el presidente ve como sus enemigos políticos y quienes pretenden arrebatarle el poder en el 2021.

¿Y si no se cumple la expectativa de la caída de Peña?. ¿Qué?.

La detención de Lozoya por muy éxito que se quiera vender en el combate a la corrupción, se le puede revertir sí todo queda en un show mediático como lo han sido la mayoría de los casos denunciados públicamente por el Presidente y su gabinete.

5.-El propio Fiscal General de la República Alejandro Gertz Manero ha señalado y enderezado duras críticas a sus compañeros de gabinete y sobre todo al titular de la Unidad de Inteligencia Financiera de quien dice acusa y habla mucho, pero no presenta pruebas para poder enjuiciar a nadie.

¿Así como pues?.

Veremos qué pasa pero se duda que López Obrador, visualizado desde hoy como el presidente más corrupto de la historia o quien terminará su gobierno con más casos de corrupción, se atreva a abrir el cajón de la corrupción presidencial.

Ese es el único que no se abre, porque si se abre, el que sigue es quien lo abrió.

¿Se pondrá la soga al cuello?

Se duda.

Habrá que estar pendientes.

PASO A PASITO.-Juan Alfonso Mejía, Secretario de Educación Pública, dijo que Sinaloa cuenta con las mejores condiciones para el regreso a clases al 31 de agosto en cualquiera de las tres modalidades. O sea que puede ser con clases presenciales.

Lo cierto dijo, se habrá de esperar a su tiempo para tener la evaluación de la pandemia y determinar cómo se habrá de regresar a clases.

Juan Alfonso Mejía es uno de los supremos aspirantes a la gubernatura y de nuevo se encuentra el movimiento. Ayer estuvo en Mochis y hoy hará una gira por Guasave.

Algo quiere.

OTRO PASITO.-El Químico Benítez, alcalde de Mazatlán, ya no solo levanta la mano para decir que quiere ser gobernador de Sinaloa. Ya lo grita a pecho abierto con pulmones anti covid.

Lo cierto es que recibió un tanque de oxígeno en la última medición de alcaldes de todo México que realiza Roy Campos al colocarlo como el mejor de los presidentes municipales de Morena en Sinaloa y uno de los que más crecimiento positivo tuvo.

Puede agarrar vuelo y cumplir su sentencia de que sí aparecerá en las boletas como candidato a Gobernador por Morena.

Veremos dijo el ciego.

UN PASITO MAS.-La cosecha de maíz llegó prácticamente a su fin. El gobierno federal se comprometió a pagar de manera pronta con los apoyos para alcanzar el precio objetivo.

Veremos si cumple porque todavía hay adeudos de la cosecha anterior que no se han cubierto.

El coraje y la indignación entre los productores, empieza a subir de tono.

No cumplir a tiempo, pudiera tener un alto costo político en el 2021.