POR DESGRACIA. La pandemia del virus denominado científicamente como SAR-Cov-2 ha servido de herramienta política para dividir a la población de Sinaloa y México en el momento que más unida debería estar la ciudadanía.
EN SINALOA. Desde el pasado 28 de febrero cuando apareció el primer infectado en el estado (segundo en México), empezó la rumorología con precaria información del estado, debido al desconocimiento del COVID-19.
Algo que sirvió para la crítica ácida, inducida y sin sustento contra las autoridades del estado, así se fue polarizando poco a poco, con declaraciones de incapaces legisladores federales y locales, encriptados en ideologías radicales y tercermundistas.
QUIRINO ORDAZ COPPEL estuvo en la encrucijada que seguramente le quitó el sueño por más de una noche, ya que manteniéndose respetuoso con el presidente Andrés Manuel Lopez Obrador, esperó con prudencia la señal de la oficina presidencial, misma que no llegó como se esperaba para los sinaloenses, con los protocolos que se indican en una contingencia y tuvo que aplicar su plan B, al ver el tortuguismo, confusión o indiferencia del aparato federal.
Sin quejarse del gobierno federal y sin importarle las críticas de los políticos, incluyendo a priistas, Quirino Ordaz, rodeado de sus funcionarios de mayor capacidad y confianza movilizó a la clase empresarial del estado, donde se le vio liderazgo en el sector y músculo de gobernador, de esta manera conquistó fuerte apoyo del consorcio Coppel y algunos otros empresarios, aunque también, tuvo que poner al margen a los que no se ajustaron a la contingencia, porque había que seguir con el urgente plan de apoyo a la infraestructura hospitalaria y seguridad del personal médico, como primera etapa, esa donde al secretario de salud, Dr. Efrén Encinas Torres se le veía ojeroso y trasnochado, debido a su responsabilidad y ética médica que se le conoce.
En el camino de la pandemia, Quirino Ordaz ha sido víctima de presiones por sectores y empresarios, pero, mientras más irresponsabilidad y conciencia exista, más se alarga la pandemia, más muertos y más crisis estará viviendo Sinaloa y sus municipios.