DESPÚES DE CASI 15 DÍAS, el tema sigue siendo el “error” del gobierno federal en el “operativo fallido del jueves negro en Culiacán”. Es casi increíble que después de lo sucedido sigan cambiando las versiones y sigan cometiendo errores en la comunicación desde la presidencia de México, tal vez piensen que con su ejército de idiotas en redes sociales van a cambiar la percepción de un presidente incapaz, timorato, cobarde y entregado, pues eso no sucederá, porque los serviles que están manejado sus redes tienen aserrín en el cerebro y desconocen lo más básico de seguridad nacional, esa que hasta el mismo AMLO demostró desconocer, aquel jueves negro, sus alcaldes, diputados y senadores son lo mismo, porque aún no aprenden las vocales de la política y es por eso que balbucean incoherencias.
ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR se vio mal desde el momento en que la prensa lo abordó antes de que subiera al avión que lo llevaría a Oaxaca, aquél jueves 17 de octubre, ya que cuando todo era confusión él ya estaba diciendo que su gabinete de seguridad se encontraba reunido y que ahí se tomarían las decisiones, entonces, claro que sabía de qué se trataba, pero quería irse a Oaxaca para desde allá hacerse el inocente, el sorprendido, hacerse de la vista gorda, pensando que era otra más de sus mafufadas mañaneras y que el pueblo de México le seguiría el rollo, pues ya se dio cuenta que no fue así.
AMLO NO PUEDE TAPAR EL SOL CON UN DEDO, debido a que la actitud del gobierno federal, solo fueron maniobras burdas, donde lo más lamentable es que se perdieron vidas humanas, se atemorizó a la sociedad de Culiacán y se ahuyentaron los capitales que por naturaleza llegan a Sinaloa, siendo más notorios los del turismo. Y entre más días pasan, es más evidente que AMLO estuvo enterado siempre de lo que sucedería en Culiacán, pero nunca contemplaron la reacción de los ofendidos y mucho menos la sangre que se derramaría, por eso tuvo que salir con su bandera de “humanista”, una bandera que solamente los muy inocentes se la compran, pero la sangre derramada quedó en Culiacán, bajo la etiqueta de AMLO y su cuarta transformación, entendiendo más que el mundo entero ve al presidente de México, así como es, un presidente incapaz, inmoral y mentiroso, la población civil se asustó pero nunca estuvo en la ira de los grupos armados, los grupos armados siempre fueron claros, su blanco de ataque era el gobierno federal y nunca cambiaron su discurso que difundían en redes sociales, es ahí donde no cuadra el “humanismo” de AMLO.
Recordemos que durante la semana anterior, en una de sus conferencias mañaneras, un reportero lo cuestionó sobre Culiacán, basándose en comentarios de redes sociales y así fue llevando al presidente a que diera respuestas amplias, a tal grado que hizo decir al presidente que él (AMLO) siempre está enterado de todo, pues eso lo dijo porque siempre habla de más y en el afán de echar culpas a gobiernos pasados, se delató de nueva cuenta, por lo tanto queda demostrado que lo que se dijo, que estaba incomunicado el día 17 de octubre, es otra de sus mentiras, porque un presidente jamás está incomunicado y mucho menos un presidente de México.
EL MUNDO ENTERO SABE QUE MÉXICO NO TIENE PRESIDENTE confiable, el mundo entero sabe o supone que Sinaloa es tierra caliente, ya que es conocida como la cuna del narcotráfico, pero nunca antes en la historia, se había visto tal demostración de poder ante las fuerzas armadas de la nación, mucho menos se había visto a un presidente medroso como AMLO, un presidente sumiso, entregado y arrodillado, a merced de los grupos armados sinaloenses, es por eso que defiende a ultranza a el secretario de seguridad Alfonso Durazo, porque claro está que Durazo no tomó decisiones, solo acató la orden presidencial, entendiendo que, en política vale más una gran complicidad que una gran amistad, es así como el sexenio de AMLO ya está marcado por el “jueves negro”, el día que a la 4T le dieron por Culiacán, por lo tanto, será difícil la próxima visita del presidente Andrés Manuel López Obrador a Sinaloa, será tensa, de mucho morbo y mucho riesgo, eso él lo sabe, simplemente porque hay un mundo de dudas, confusión, datos inciertos, versiones encontradas y contradicciones sobre el “OPERATIVO FALLIDO”, donde se tienen números rojos de 14 personas muertas, 21 lesionadas, reos de alta peligrosidad entre los 52 “fugados” del penal de Aguaruto, casi un millón de habitantes culiacanenses aterrorizados, comerciantes y empresarios preocupados y afectados, grupos armados empoderados y envalentonados, mandos militares vejados y enojados, guardia nacional fallida, policía federal exhibida, la ciudad de Culiacán ultrajada, con inseguridad alterada y un presidente de México totalmente derrotado ante México y el mundo entero.
@lovmiguelangel