En la reciente consulta popular del primer domingo de agosto pasado, se empieza a cuestionar sobre si fue un éxito o un fracaso, es decir quien gano o quien perdió, empero, todo depende desde la óptica con la que se quiera analizar.
Para algunos analistas, periodistas o dirigentes de partido fue un rotundo fracaso del Presidente de la Republica Andrés Manuel López Obrador y sus operadores de morena, al no poder convocar a las urnas al menos al cuarenta por ciento de los ciudadanos inscritos en la lista nominal de electores, a fin de poder hacer vinculatorio el resultado, es decir de haber votado ese cuarenta por ciento donde la gran mayoría hubiese estado de acuerdo en procesar a los ex presidentes, Andrés Manuel se lavaría las manos como poncio pilatos y las Fiscalía General de la Republica iniciaría las carpetas de investigación, lo cual no ocurrió y el pueblo sabio decido no enjuiciar a los ex mandatarios, sin embargo aún queda el plan B, para futuro.
Otro sector de líderes políticos, analistas y periodistas considera que fue un verdadero éxito la consulta popular, toda vez que acudieron a emitir su voto libre, sin la necesidad de acarreos o forzados por grupos facticos, lo cual se traduce en una auténtica participación ciudadana, toda vez que acudió menos del ocho porciento del padrón electoral en el país a emitir su opinión en la consulta.
No se puede soslayar que es la primera vez en nuestro país que se realiza un auténtico ejercicio ciudadano como el que se desarrolló el primer domingo de agosto, parafraseando a Neil Armosntg cuando puso un pie en la superficie lunar, al pronunciar la frase “Es un pequeño paso para un hombre, pero un gran paso para la humanidad” hoy podemos decir que la consulta realizada “fue una pequeña votación, pero un gran paso en nuestro sistema democrático de participación ciudadana”.
La realidad se percibe a través del mirador con el que se presta atención, usted estimado lector tiene su propia visión ciudadana.