“Lo que tarda tanto en llegar es igual que si no hubiera llegado, peor incluso, porque el cumplimiento a destiempo de lo que tanto se deseó acaba teniendo un reverso de sarcasmo”, Antonio Muñoz Molina
OPORTUNIDADES
El crecimiento económico de Sinaloa depende en gran medida de su capacidad para atraer inversiones estratégicas que generen empleo y detonen el desarrollo en las comunidades.
En este contexto, el proyecto minero Santo Tomás, impulsado por la empresa canadiense Oroco Resource Corp, representa una oportunidad clave para el municipio de Choix y la economía estatal en general.
Con un potencial de explotación de cobre estimado en 20 años y una inversión proyectada de más de 1,488 millones de dólares, este proyecto no solo promete una importante derrama económica, sino que también pone en la mesa el debate sobre cómo hacer minería de manera responsable y sustentable.
Desde el inicio de este proyecto en 2021, el Gobierno de Sinaloa, encabezado por el gobernador Rubén Rocha Moya y con la gestión del secretario de Economía, Ricardo Velarde Cárdenas, ha acompañado su desarrollo con un enfoque de responsabilidad social.
La administración estatal ha facilitado gestiones clave, como la regularización de claves catastrales, la vinculación con el Puerto de Topolobampo y la tramitación de permisos ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Estos esfuerzos buscan garantizar que la minería en Sinaloa se realice bajo los más altos estándares ambientales y de sustentabilidad.
Uno de los aspectos más destacados de este proyecto es su impacto en la generación de empleo.
Actualmente, la fase de exploración ha dado trabajo a 100 personas de manera directa y a 20 de forma indirecta. Sin embargo, la expectativa de crecimiento es significativa: durante la fase de construcción se prevé la creación de 1,250 empleos directos y 400 indirectos, mientras que en la fase de operación la cifra alcanzará los 800 empleos directos y 1,600 indirectos.
En un estado donde la diversificación económica es una necesidad, la minería bien regulada y con visión de futuro se convierte en un motor de crecimiento.
El secretario de Economía, Ricardo Velarde Cárdenas, ha enfatizado la importancia de consolidar inversiones estratégicas en sectores clave, como la minería, siempre con un enfoque de sostenibilidad y responsabilidad social.
Este respaldo gubernamental es fundamental para garantizar que la minería no sea vista únicamente como una actividad extractiva, sino como una industria capaz de generar desarrollo en las comunidades donde opera.
La minería responsable implica un compromiso con la mitigación de impactos ambientales, el respeto a las normativas ecológicas y la implementación de programas de beneficio social para las poblaciones aledañas.
El caso de Santo Tomás también pone de manifiesto la relevancia de la infraestructura logística en la industria minera.
La conexión con el Puerto de Topolobampo será un factor clave para el éxito del proyecto, permitiendo la exportación eficiente del cobre extraído y consolidando a Sinaloa como un punto estratégico en el comercio de minerales.
Esto no solo beneficia a la empresa, sino que abre la puerta a futuras inversiones en el sector, posicionando al estado como un destino atractivo para el capital extranjero.
En este contexto, es esencial que el gobierno estatal mantenga su postura de apoyo a la inversión responsable, asegurando que los proyectos mineros cumplan con las regulaciones ambientales y generen beneficios reales para las comunidades.
La reciente solicitud de la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) ante Semarnat, con miras a avanzar a la segunda etapa del proyecto, es una muestra de que la empresa busca operar bajo los lineamientos adecuados.
El futuro del desarrollo económico de Sinaloa dependerá en gran medida de su capacidad para equilibrar el crecimiento con la sostenibilidad.
Proyectos como Santo Tomás pueden convertirse en un modelo de minería moderna, donde la generación de empleo, la inversión extranjera y la responsabilidad ambiental vayan de la mano.
Si se logra consolidar esta visión, la minería no solo extraerá recursos de la tierra, sino que también sembrará las bases para un futuro más próspero y sostenible para Sinaloa y su gente.
IMPULSO
El Partido Verde Ecologista de México (PVEM) en Culiacán ha entrado en una fase de renovación y crecimiento con la designación de Elda Amor López Cárdenas como su nueva líder municipal.
Su nombramiento no es solo un cambio de dirigencia, sino un reflejo del impulso que ha tomado el partido en Sinaloa, consolidándose como una fuerza en ascenso dentro del espectro político estatal y nacional.
El respaldo del presidente estatal del PVEM, Ricardo Madrid Pérez, a la nueva dirigencia en Culiacán es un mensaje claro de continuidad y fortalecimiento.
Madrid Pérez ha enfatizado que el Verde ha experimentado un crecimiento sin precedentes, pasando de 1.3 a casi 5 millones de votos a nivel nacional y logrando en Sinaloa más de 120 mil votos al Senado. Estos números reflejan una estrategia política que ha sabido conectar con distintos sectores de la sociedad.
El reciente proceso de afiliación en Culiacán es una muestra de este crecimiento.
La incorporación de líderes vecinales, sindicalistas y jóvenes profesionistas al proyecto del Verde demuestra que el partido ha logrado expandir su base de apoyo más allá de su tradicional electorado ambientalista.
Las reuniones con habitantes de la colonia Lombardo Toledano, lideradas por Julio Osuna, y la integración de un grupo de sindicalistas bajo la coordinación de Omar Salas, refuerzan la estructura territorial del partido y su capacidad de movilización.
Uno de los retos para Elda Amor López Cárdenas será consolidar estos avances y traducirlos en una estructura sólida de cara a futuros procesos electorales.
La clave estará en mantener la cercanía con los ciudadanos, articular una agenda que atienda las necesidades locales y seguir sumando liderazgos que fortalezcan el proyecto.
El panorama político en Sinaloa es dinámico y competitivo, y el Partido Verde ha demostrado que puede jugar un papel importante en la recomposición de fuerzas.
La llegada de una nueva líder en Culiacán es una oportunidad para reforzar el trabajo en el municipio y posicionar al partido como una opción viable para los ciudadanos que buscan nuevas alternativas en el ámbito político.
EL CONSUELO
El reciente plebiscito de síndicos y comisarios en Guasave dejó un escenario político particular: Cecilia Ramírez Montoya, alcaldesa del municipio, se convirtió en la única presidenta municipal de origen morenista en Sinaloa que no obtuvo la mayoría de las sindicaturas en juego.
A pesar de esto, Ramírez Montoya celebró el desarrollo del proceso, destacando que se llevó a cabo en un ambiente de civilidad y respeto a la voluntad popular.
Sin embargo, sus declaraciones parecen más un intento por justificar la derrota, a pocos meses de haber asumido el cargo, que un verdadero reconocimiento al resultado.
Su insistencia en que el plebiscito se realizó sin “mano negra” y sin injerencia partidista suena más a un discurso acomodado para evitar reconocer que la ciudadanía optó por una opción distinta a la que representa su administración.
El resultado deja una lectura política interesante.
Mientras otros alcaldes de Morena consolidaron el control en sus municipios con mayoría en las sindicaturas, en Guasave los votantes decidieron equilibrar el poder, lo que puede interpretarse como un mensaje de autonomía de las comunidades rurales respecto a la administración municipal.
Ramírez Montoya enfatizó que trabajará con los síndicos y comisarios electos sin distinción de colores partidistas, con el objetivo de atender las necesidades de los habitantes de las 11 sindicaturas y 44 comisarías del municipio.
Sin embargo, la realidad es que su posición frente al resultado parece más una estrategia para minimizar el golpe político de no haber logrado el control de las sindicaturas.
El panorama que deja este proceso en Guasave será clave para la administración municipal.
Sin una mayoría cómoda en las sindicaturas, la alcaldesa tendrá que fortalecer su capacidad de diálogo y negociación para concretar los proyectos que tiene en marcha, aunque el mensaje de los ciudadanos ha sido claro: el respaldo no es absoluto, y la gestión municipal aún tiene mucho por demostrar.