columna joseluis

En este mes de junio se cumple un año de una promesa truncada para los habitantes de Valle Alto y todo ese sector en relación a la construcción de la “Subestación Cedros” por parte de CFE. Los constantes apagones, de hasta días sin luz, y los desperfectos de la líneas energizadas provocaron la ira de los habitantes, a lo que tuvo que intervenir el gobernador Quirino Ordaz Coppel, solicitando la presencia del director de distribución, el Ing. Roberto Vidal León, para contener la revuelta de los ciudadanos.

 

Esto concluyó con el anuncio por parte de CFE de una nueva subestación para abatir el rezago eléctrico con su demanda creciente. Ante los errores de planeación, o el abuso de las constructoras de Valle Alto, o las dos cosas, la presión hizo crisis, y amenaza con volverlo a hacer.

 

Entonces el director se trasladó a Culiacán y junto al gobernador Quirino Ordaz anunciaron que en junio de 2019 estaría arrancando dicha subestación y así evitar los apagones, también anunció la destitución del superintendente, el Ing. Ricardo Rochín Mcpherson.

 

La problemática de CFE se veía venir, y tanto técnicos como el sindicato y sus trabajadores reclamaban la falta de presupuesto de CFE en redes eléctricas, subestaciones, transformadores y equipos obsoletos o de insuficiente capacidad para atender la demanda de toda la zona de Valle Alto.

 

La respuesta siempre fue la falta de presupuesto federal y la poca, o nula, entrada de la reforma energética que le permitiera a CFE, con su autonomía de gestión echar mano de sus fabulosas ganancias (más de 200 mil millones de pesos del 2016 a 2018). Ahora, con el nuevo gobierno, se reducen los presupuestos también y la “Subestación Cedros” brilla por su ausencia.

 

Pronto vendrá la temporada de ciclones, calores extremos y lluvias constantes que pondrán en aprietos a CFE y sus clientes, no solo en ese sector, sino en todo el municipio, máxime que la demanda ha crecido con la expansión urbana y proyectos empresariales de gran demanda como son el complejo comercial y habitacional “La Ceiba”, y la nueva torre, el próximo edificio más alto de Culiacán, por el Pedro Infante, que junto con “La Ceiba” demandarán de diez a doce mega watts, y que ahora CFE no tiene con qué surtir.

 

La pregunta es qué va a hacer el gobierno de Sinaloa, la CFE y, sobre todo, los vecinos de Valle Alto que son los que van a sufrir las consecuencias de este abandono del gobierno.

 

El gobernador Quirino Ordaz Coppel insiste hoy en que Sinaloa tenga la Tarifa 1F y qué bueno que por fin el gobierno se decida a apoyar una demanda de los sinaloenses de hace 20 años y ojalá sean lo suficientemente consistentes para conseguirla.

 

Hoy, la CFE no vive sus mejores momentos, aunque ya han pasado cuatro años de la reforma energética y sus logros han sido espectaculares, pero que a la CFE no llegan. Ha generado más de 300 mil millones de pesos en este lapso y la Secretaría de Hacienda se los sigue embolsando, como lo hacían los gobiernos antes de la reforma energética, como si la CFE siguiera siendo empresa del Estado, a este paso van a conseguir tronarla por completo.

 

La División Noroeste de CFE, por ejemplo, en tan solo dos años creció su cartera vencida de 400 millones de pesos a 1200 millones ¿Podrá CFE afrontar esos retos? ¿Podrán los gobiernos estatales, como el de Sinaloa, afrontar estas demandas de los ciudadanos?