Yo creo que no hay ciudad en el mundo del tamaño de Culiacán que tenga los problemas de esta, y lo peor que lleguen autoridades municipales tan carentes de talento político, que multiplican las dificultades al grado de elevar los problemas como el que sufría del “mal de amores” y se sentía viejo, cansado, ojeroso y sin ilusiones, para el arrastre pues.
No imagino otra cosa cuando escucho al presidente municipal que va a anular los descuentos en el predial urbano para jubilados, pensionados, tercera edad y minusválidos, así como a los de pronto pago.
Lo mismo dice sobre el agua potable, de que los jubilados deberán pagar el 100% del agua potable y el drenaje, es decir, que no habrá ningún descuento, como hasta ahora ocurre.
El presidente Estrada Ferreiro sostiene esta posición desde que llegó en su primer trienio, y así fue el pleito legal con la anterior legislatura, que se lo impidió y que seguramente ocurra ahora con la actual LIV Legislatura.
En ambos casos, si se revisan, tanto el del predial como el del agua saldrán a flote, como lo sacó Sergio Torres hace seis años, que había un adeudo de 5 mil millones de pesos de predial urbano, y que el mayor porcentaje provenía de los grandes fraccionamientos, a los que catastro además “ayuda” subvaluando sus valores catastrales, para que paguen menos predial.
En el caso del agua potable también hay grandes consumidores que pagan cuotas menores, o instituciones estatales, federales y privadas que se niegan a pagar lo que consumen.
Y un proyecto, que parece ya rebasó al presidente municipal, es la magna obra del “Metrobus”, para el que no se ha dejado ayudar, incluso con serias contradicciones con el anterior gobernador por irregularidades básicas de su proyecto, como la constitución del fideicomiso, por ejemplo, documento básico y más aún en una obra de gran valor.
A estas alturas se ve un grave riesgo si es que no viene a rescatarlo el nuevo gobierno de Rubén Rocha y el gobierno de la república, porque no tienen más que dos años para hacer, y ahorita no se ve por donde vayan a empezar.
En lo del predial urbano y el agua potable es prácticamente imposible eliminar los descuentos, porque el congreso del estado lo va a frenar. Y segundo, si llegara a pasar, la revuelta de viejos que se arme lo van a sacar a empellones del ayuntamiento ¿A que la juega?... como si no tuviéramos más problemas ¿Pero qué necesidad pudiendo hacer bien las cosas?